Un paciente agresivo arranca de un mordisco parte de la oreja a un vigilante del Hospital de Oza
Un vigilante del Hospital Marítimo de Oza perdió parte de la oreja derecha este sábado a causa del mordisco de un paciente de Psiquiatría que, según criticaron los sindicatos UGT y Uso, "no estaba sedado".
En este nuevo episodio de agresión en un centro sanitario, el afectado sufrió una lesión "grave e irreversible" que, sin embargo, las centrales no consideran resultado de "un hecho aislado ni imprevisible, sino la consecuencia directa de la falta de decisiones y de avances efectivos por parte de la administración sanitaria", toda vez que, además, "la situación había sido advertida previamente".
A la espera de que entre en vigor la modificación de la Lei de Saúde de Galicia, enfocada a prevenir y mejorar la respuesta ante la violencia contra los profesionales que trabajan en el ámbito sanitario, tanto en la red pública como en la privada, y que entre otros prevé un sistema de sanciones que van desde los 300 euros para faltas leves hasta los 15.000 euros en el caso de agresiones graves, UGT y Uso recalcan que, por el momento, "no se han producido avances reales, salvo la posibilidad de estudiar una fórmula de protección jurídica para el personal", una cuestión que "sigue pendiente de clarificar, sin concreción, sin calendario y sin garantías de aplicación".
La reacción de la Xunta se aceleró después de una serie de agresiones consecutivas a personal sanitario que dejó casos tan graves como el apuñalamiento de un enfermero de Urxencias del Complexo Hospitalario Universitario da Coruña en febrero. Pero la situación es recurrente y, más aún, parece ir al alza, en vista que los datos del Ministerio del Interior señalan que, en 2024, fueron 47 las infracciones penales tramitadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en Galicia, un 23,7% más que en 2023, con catorce detenidos. Y eso son solo los casos que acaban llegando a las comisarías, pues muchos no se denuncian.
En su comunicado, los sindicatos critican que "no se han adoptado medidas efectivas en materia de medios, protocolos, refuerzo de plantillas ni mejoras sustanciales", por lo que el riesgo para los trabajadores de los centros sanitarios de la comunidad gallega sigue siendo "el mismo" que ha desembocado en esta agresión "de extrema gravedad".
En concreto, los hechos ocurrieron alrededor de las 9.00 horas, cuando el paciente, que no estaba sedado, comenzó a mostrar "una conducta extremadamente agresiva", golpeando paredes y generando una amenaza tanto para otros pacientes del Hospital de Oza como para los profesionales. Así, cuando un vigilante trató de inmovilizarlo, este reaccionó a dentelladas, lo que le costó al hombre "parte del lóbulo y del cartílago de la oreja".
Anuncian "medidas de acción" si no hay "avances reales"
UGT y Uso recuerdan que, ya en octubre, solicitaron a la Consellería de Sanidade "retomar el diálogo de manera efectiva" para abordar "avances reales" entre los que citan la revisión y actualización de los protocolos de actuación ante pacientes agresivos, la dotación de medios de autoprotección adecuados para los vigilantes de seguridad, una mejor coordinación entre seguridad privada y personal sanitario, criterios homogéneos en toda la red del Sergas para evitar que haya diferencias entre centros y, también, la apertura de un marco de negociación sobre condiciones laborales y retributivas, bajo la premisa de que "no se puede hablar de seguridad sin abordar las condiciones laborales, porque ambas cuestiones están directamente relacionadas".
Así, vista la situación, ahora exigen la "reactivación inmediata" del proceso de negociación, la "clarificación inmediata y por escrito" de la "supuesta protección jurídica anunciada" con la modificación normativa, avances "reales y verificables" en medios, protocolos y plantillas, "mejoras sustanciales" en las condiciones laborales del personal de seguridad y "medidas homogéneas" en toda Galicia.
Y aunque recalcan su disposición a seguir negociando con Sanidade, no descartan anunciar "medidas de acción sindical" en los próximos días.
Asimismo, advierten a la Administración gallega que no "intente derivar el problema exclusivamente a la empresa adjudicataria del servicio", ya que es ella "quien define los protocolos, limita los medios y establece el marco de actuación, amparándose en conceptos como la contención cero sin ofrecer alternativas reales, seguras y eficaces para proteger a trabajadores y pacientes".