Este proyecto inédito en el mundo buscará aliviar la ansiedad ante la muerte
Una vanguardista investigación de la USC, pilotada por el científico norteamericano David Glowacki, fichaje estrella del CiTIUS, combatirá el estrés en pacientes terminales. Experimentará con realidad virtual experiencias cercanas al final de la vida y se probará en pacientes Santiago y en Estados Unidos
El investigador estadounidense David Glowacki, uno de los científicos estrella del CiTIUS de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), se ha puesto al frente de un proyecto inédito en el mundo que pretende utilizar la realidad virtual para ayudar a personas con enfermedades terminales.
Inspirándose en conceptos filosóficos y científicos sobre la materia como esencia energética, el estudio busca aliviar la ansiedad asociada al óbito recreando experiencias cercanas a la muerte, reduciendo así el estrés y el temor en pacientes terminales y sus seres queridos ante un trance para el que nadie está preparado.
Prueba de lo novedoso de la investigación y su eco en la comunidad científica internacional es que es una de las 12 iniciativas en todo el mundo que financia la prestigiosa fundación estadounidense Tiny Blue Dot Foundation, que asignó a la investigación de la USC un presupuesto de 900.000 dólares (unos 860.000 euros al cambio) para los próximos tres años..
Este enfoque utiliza principios como la luz pura del budismo tibetano para ayudar a los pacientes a percibir la conciencia más allá de su existencia física. El objetivo es no solo mejorar el bienestar emocional, sino también abrir un debate sobre la percepción de la vida y la muerte.
Bautizado como Numadelic, de combinar las palabras griegas pneuma (alma) y delein (revelar), este novedoso proyecto se desarrolla bajo la batuta de David Glowacki, incorporado a CiTIUS en 2022 desde Milwaukee gracias al programa Oportunius de la Xunta, que explora el potencial de la tecnología con su equipo del Laboratorio de Realidades Intanxibles.
De la ficción a la realidad en marzo en Galicia y EE.UU.
El proyecto tiene carácter transatlántico, puesto que se desarrollará en Galicia y Estados Unidos (a través de la startup tecnológica Anuma), en estrecha colaboración con la Dirección de Oncoloxía do Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (Chus), donde en marzo de 2025 comenzarán los primeros ensayos controlados.
Aunque el grupo de pacientes para esta fase inicial ya está definido (participarán un total de 40 personas, además de un pequeño grupo de pacientes sin diagnóstico médico), “no futuro esperamos ampliar os grupos de control e, chegado o caso, explorar novas posibilidades de colaboración científica e tecnolóxica”, afirman desde la USC en una nota.
Numadelic incluye también un ensayo controlado aleatorizado (RCT) en colaboración con médicos de cuidados paliativos y doulas del fallecimiento (personas que proporcionan apoyo emocional, práctico y espiritual a quienes están en el proceso de morir y a sus familias), para evaluar su impacto en la salud mental de los pacientes, tanto a corto como a largo plazo.
Derribar con tecnología un tema tabú
Glowacki destaca que esta investigación busca demostrar cómo los entornos de realidad virtual multiusuario pueden ser herramientas valiosas para enfrentar el miedo y la ansiedad en situaciones terminales. Según él, "nuestra sociedad tiende a ignorar la muerte, y proyectos como Numadelic son cruciales para desarrollar una comprensión más completa y sofisticada de este proceso". “Este proyecto tiene el potencial de transformar nuestras actitudes hacia la muerte y el proceso de morir, algo que nuestra cultura precisa desesperadamente”, opina.
Numadelic se inspira en investigaciones previas del laboratorio que pilota Glowacki, cuya experiencia en realidad virtual ha demostrado ya como esta tecnología puede inducir estados de trascendencia personal y generar beneficios para la salud comparables a los logrados con fármacos psicodélicos, pero de una manera controlada y segura.
Estas investigaciones, publicadas en revistas científicas de máximo impacto, como Nature Scientific Reports, sentaron las bases para adaptar este tipo de herramientas a contextos médicos.