Trabajar 22 horas diarias hasta acabar en coma: así era la vida a bordo del Loitador

Imagen del pesquero vigués Loitador en el puerto de Marín. VÍCTOR H. LORENZO (MARINE TRAFFIC)
El arresto del patrón, un gallego de 56 años, destapa el infierno que pasaba la tripulación, sin comida y sin apenas dormir

"Jornadas agotadoras de hasta 22 horas al día, los siete días a la semana, en condiciones insalubres, sin vestimenta adecuada y escasa alimentación". Así era, según la Fiscalía argentina, trabajar a bordo del Loitador, cuyo nombre bien podría ser un cruel adjetivo para describir a quienes tenían la desdicha de enrolarse a bordo de este arrastrero vigués en los tiempos en los que lo capitaneaba un patrón gallego que fue detenido en fechas recientes por "trata de personas con fines de explotación laboral de marineros senegaleses en su tripulación".

Y es que dentro de los marineros había rangos. Y eran los africanos, por su "mayor vulnerabilidad", los que soportaban unas peores condiciones de navegación y trabajo, directamente inhumanas . Tanto que uno de ellos acabó en coma.

"La víctima fue rescatada en estado de coma en el año 2017, a 135 millas marinas de [la localidad argentina de] Puerto Deseado, no ubicado en tiempo y espacio, con un cuadro de desnutrición, hipotermia, deshidratación e hipotimia, pese a haber ingresado al buque en condiciones de apto físico", reza el escrito del ministerio público del país austral, que dio lugar a una notificación de búsqueda internacional en nivel rojo por la Interpol —el máximo—, lo que desembocó en su arresto en España el pasado diciembre.

Un gallego acusado de trata de personas

El detenido es un gallego de 56 años que pasó años embarcado y que ahora está acusado de un presunto delito de trata de personas con fines de explotación laboral. De acuerdo con la imputación, cuando capitaneaba el Loitador —un desvencijado arrastrero botado en 1987 que, según la última posición del radar se ubicaba ayer entre las Canarias y Mauritania—,  habría aceptado y albergado el 15 de febrero de 2017 dentro de la tripulación a su cargo a un marinero senegalés, entre al menos tres más, "de cuyas situaciones de vulnerabilidad se abusó".

"Las víctimas fueron contactadas previamente por la empresa armadora [la viguesa Profesionales Pesqueros S.A.], que les pagó el pasaje en avión desde Senegal hasta Mauritania, desde donde partió el buque, para explotarlos, depositándoles una suma de dinero inferior al salario mínimo, cumpliendo jornadas laborales de alrededor de 22 horas diarias, de lunes a lunes, sin descanso ni asistencia médica apropiada, no aportándole lugar de descanso ni esparcimiento, ni ropa pertinente, con ausencia de condiciones salubres de higiene y alimentación adecuada", explica la Fiscalía argentina en un sobrecogedor auto judicial.

Uno de los senegaleses no pudo soportar tal infierno y fue evacuado por un helicóptero a tierra, donde ingresó en coma en un hospital y, al judicializarse el caso, destapó las condiciones a las que lo sometía el gallego ahora detenido.

Piden la extradición

La Justicia argentina, que adolece de una lentitud muchas veces denunciada entre su ciudadanía, inició en 2017 una investigación que concluyó el pasado 2023, dictando una orden de arresto el pasado noviembre que la Policía Nacional materializó antes de Navidad, el 18 de diciembre. Dos días después, el juzgado argentino requirió la extradición del imputado para poder procesarlo conforme las leyes de ese país.

El mismo barco ya fue sancionado por desactivar el GPS para la pesca ilegal

El nombre del Loitador ya había figurado en una investigación precia. A finales de 2023, el Gobierno de España informó de la sanción a 25 embarcaciones, la mayoría gallegas, por desactivar los geolocalizadores mientras faenaban en alta mar cerca de las costas de Argentina, entre las que se encontraba el Loitador.

El objetivo de volverse indetectable no era el otro que el de poder pescar ilegalmente, según Bruselas, que alertó al Gobierno español de estas prácticas.

Hechos admitidos

Así, se detectó una infracción grave del Loitador por navegar sin GPS entre 2020 y 2021. La armadora reconoció los hechos y por ello la multa fue rebajada de 15.000 a 12.000 euros.