¿Puede multarme la Guardia Civil si uso el móvil u otra pantalla en un semáforo?
La duda persiste entre miles de conductores en España: ¿es legal manipular el teléfono móvil o la pantalla táctil del vehículo mientras se está al volante? Con la proliferación de coches conectados y sistemas de infoentretenimiento cada vez más complejos, la confusión sobre lo que está permitido y lo que no ha aumentado considerablemente en los últimos años.
La Guardia Civil ha salido al paso de estas dudas con un mensaje contundente a través de sus canales oficiales: cualquier manipulación de dispositivos electrónicos que pueda distraer al conductor está prohibida, especialmente si el vehículo se encuentra en movimiento. No se trata de una recomendación, sino de una norma cuyo incumplimiento acarrea severas sanciones.
Las sanciones que pocos imaginan por un gesto cotidiano
Según la normativa actual, utilizar el móvil mientras se conduce constituye una infracción grave que puede resultar en una multa de 200 euros y la pérdida de 6 puntos del carné. Lo más sorprendente para muchos conductores es que esta sanción no se limita a hablar por teléfono o escribir mensajes; el simple hecho de sostener el dispositivo con la mano mientras el vehículo está en marcha ya es motivo suficiente para ser multado.
Pero la Dirección General de Tráfico (DGT) va más allá y advierte que manipular las pantallas táctiles integradas en el propio vehículo también puede suponer una sanción si dicha manipulación distrae visiblemente al conductor. Por ejemplo, programar una ruta en el navegador o navegar por complejos menús mientras se circula puede costar 200 euros y la retirada de 3 puntos del permiso de conducir.
"Un conductor que desvía su atención de la carretera durante 3 segundos circulando a 120 km/h recorre más de 100 metros completamente a ciegas", señalan fuentes de la DGT. Una distancia equivalente a un campo de fútbol completo donde cualquier imprevisto puede resultar fatal.
Cuándo puedo manipular los dispositivos sin riesgo de sanción
Existe un matiz importante que todo conductor debe conocer: según los criterios establecidos por las autoridades de tráfico, acciones simples como subir el volumen de la radio o ajustar ligeramente la temperatura del climatizador no suelen ser objeto de sanción, salvo que el agente considere que estas acciones han interferido significativamente en la atención a la conducción.
El problema surge con los diseños actuales de muchos vehículos modernos, donde funciones básicas que antes se controlaban con botones físicos ahora requieren navegar por múltiples menús en pantallas táctiles, aumentando considerablemente el tiempo de distracción. Los fabricantes defienden estos diseños por su estética y versatilidad, pero los expertos en seguridad vial alertan de los riesgos que implican.
Una creencia errónea muy extendida es que, al detenerse momentáneamente en un semáforo o en un atasco, se puede aprovechar para consultar el móvil sin consecuencias. La legislación española desmonta este mito: mientras el vehículo no esté correctamente estacionado (lo que implica motor apagado y freno de mano activado en muchos casos), el conductor sigue considerándose en situación activa de conducción, por lo que también puede ser sancionado por manipular dispositivos electrónicos.
Alternativas seguras para usar la tecnología al volante
Los especialistas en seguridad vial recomiendan configurar todos los dispositivos electrónicos antes de iniciar la marcha. Si durante el trayecto surge la necesidad de realizar algún ajuste, lo más seguro es detenerse en un lugar adecuado y con el vehículo correctamente estacionado.
La tecnología también ofrece soluciones para reducir las distracciones: los sistemas de control por voz, las herramientas de manos libres y plataformas como Apple CarPlay o Android Auto facilitan la interacción con los dispositivos minimizando la distracción visual y manual. No obstante, incluso estos sistemas deben utilizarse con precaución, priorizando siempre la atención a la carretera.
En España, las estadísticas son preocupantes: las distracciones fueron factor concurrente en el 28% de los accidentes con víctimas, según datos oficiales. Entre estas distracciones, el uso del móvil y otros dispositivos electrónicos ocupa un lugar prominente, lo que ha llevado a las autoridades a intensificar los controles y endurecer las sanciones.
El futuro de la conducción y las nuevas tecnologías
La evolución de los vehículos hacia modelos cada vez más conectados plantea nuevos desafíos para la seguridad vial. Los fabricantes trabajan en sistemas que limiten automáticamente ciertas funciones mientras el vehículo está en movimiento, pero hasta que estas soluciones se generalicen, la responsabilidad recae principalmente en el conductor.
La DGT, por su parte, actualiza periódicamente sus campañas de concienciación adaptándolas a las nuevas realidades tecnológicas. "La tecnología debe ser un aliado de la seguridad, no su enemigo", afirman desde el organismo, que mantiene una vigilancia constante sobre los comportamientos de riesgo asociados al manejo de dispositivos electrónicos durante la conducción.