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El pescado toca fondo

Mientras la industria persiste en reclamar una rebaja del Iva, el ministerio receta responder con campañas comerciales a la caída de las ventas
Merluza y pescadilla son las especies más consumidas en España.EFE
photo_camera Merluza y pescadilla son las especies más consumidas en España.EFE

Dice el ministro de Pesca, Luis Planas, que aunque comparte la preocupación del sector por la caída del consumo de pescado, el remedio no es reducir el Iva, que se mantiene en el 10% frente al 0% con el que, al menos hasta fin de año, están gravados básicos como las patatas, la leche, los huevos, la fruta o las verduras, y al 5% del aceite y la pasta. Contra la insistencia de un sector que desde enero desarrolló una intensa campaña para tratar de revertir lo que considera una discriminación para un alimento saludable, el valenciano esquiva la cuestión fiscal y pone la pelota sobre el tejado de la flota y la industria transformadora, a las que insta a impulsar campañas de promoción del consumo, sobre todo entre los jóvenes.

Aunque a nadie se le escapa que una combinación de las dos estrategias —la tributaria y la comercial— podría ser la llave para incrementar la demanda, lo cierto es que los datos de consumo exigen que se tomen medidas.

Según el último informe del ministerio, entre mayo de 2022 y el pasado abril, los hogares españoles redujeron un 11,3% la compra de pescado, sin que se libre ni el fresco (-11,4%), ni el congelado (-10,5%). Entre las especies que se salvan destaca la caballa fresca, que ha visto crecer la intensidad de compra un 9,1%, un hecho que el Gobierno vincula con que es el producto "que mayor esfuerzo hace por reducir su precio medio". Por el contrario, en los platos aparece cada vez menos salmón (-25%) —con un precio medio de los más elevados: 13 euros el kilo en fresco y 19,5 en congelado—, rodaballo (-23%), lubina (-20,6%) o lenguado (-26,4%).

Tampoco corren buenos tiempos para mariscos, moluscos y crustáceos. Entre mayo de 2022 y el pasado abril, la demanda se desplomó un 15,2%. Los peor parados: calamares y pulpo, con un retroceso del 22,8%, coincidiendo con un alza de precios media del 10,9% en el último año.

Y pese a ser un alimento ya elaborado y listo para consumir, en los carritos de la compra también hay menos conservas. El ministerio cifra la caída de las ventas en un 10,4% y apunta a un alza del precio medio superior al 12%. La subida de materias primas como el aceite de oliva no ha ayudado.

En total, el consumo de productos del mar ronda los 18,65 kilos por persona al año, lo que refleja una caída del 12,5%. La contracción se da en un escenario en el que el gasto medio per cápita en alimentación dentro del hogar se sitúa en 1.638,8 euros anuales, un 4% por encima del nivel de abril de 2022 pese a que, en kilos, la cesta (575 kg) es más liviana (-6,6%). En general, consumimos menos, pero gastamos irremediablemente más por la subida de precios.

Defensor de "unha fiscalidade máis saudable", el presidente de la Asociación Española de Mayoristas, Importadores, Exportadores y Transformadores de Productos de la Pesca y Acuicutura (Conxemar), Eloy García, insistió esta semana en que reducir el coste al consumidor contribuiría a que los productos del mar compitan con el resto de alimentos básicos con Iva reducido. El sector defiende que, por su parte, ya tiene que hacer frente al aumento de los costes financieros por las subidas de tipos y al encarecimiento de los fletes, la materia prima y de insumos como la electricidad. Las empresas se apoyan en la Organización Mundial de la Salud, que recomienda «tres inxestas de pescado á semana», y defiende que lo que el fisco dejaría de ingresar en Iva se recuperaría «no medio prazo» en un menor gasto sanitario.

Con la flota atenazada por los crecientes costes de explotación, las políticas pesqueras de la UE y la falta de relevo, algunos de los principales socios comunitarios sí aplican un Iva más reducido al pescado: del 5,5% en Francia, del 7% en Alemania o del 0% para especies como el bacalao, la sardina o la merluza en Portugal. El Gobierno debería cuando menos repensarlo.

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