Las tensiones en el mercado compostelano del alquiler se agudizan con el paso de los meses en una urbe que, según los datos de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias, disponía a mediados de este mes de un stock de apenas 290 pisos vacíos en arrendamiento. Son la mitad de los que hay en Vigo y un 66% menos que la bolsa existente en A Coruña, dos ciudades en las que la oferta también comienza a escasear.
Con una comunidad de estudiantes universitarios que ronda los 16.300 en el campus compostelano, muchos experimentaron este verano serias dificultades para encontrar un alojamiento asequible en las proximidades de sus facultades. Algunos incluso han optado por irse a concellos del área metropolitana para pagar menos. Y todo indica que la cosa irá a peor a medida que se vaya acercando el Xacobeo 2021.
Un arrendador de un piso turístico en Santiago ingresa en menos de una semana lo que percibe por un mes firmando un contrato con universitarios
La explicación es que la bolsa de pisos orientados a los estudiantes adelgaza a marchas forzadas —al igual que la oferta para las familias—, porque muchos propietarios optan por arrendar sus viviendas para uso vacacional para obtener jugosas rentabilidades. Basta con bucear en plataformas como Airbnb o Homeaway para encontrar precios que llegan a rozar los 190 euros por noche para reservar un piso próximo a la catedral en la última semana de agosto. Con estas tarifas, un arrendador ingresa en menos de una semana lo que percibe por un mes firmando un contrato con universitarios.
"Este año hay menos oferta. Los estudiantes gallegos ya se han ido ubicando, pero el problema es que en unos días llegan los Erasmus buscando alojamiento", constata Carlos Debasa, el presidente de la Asociación Galega de Inmobiliarias (Agalin), que agrupa a empresas de Compostela y Ames. Para el próximo curso, la USC reserva 118 plazas en residencias públicas para estudiantes internacionales (entre los campus de Santiago y Lugo), pero la cuestión es que el número de alumnos recibidos ronda los 400.
Si el año pasado ya fue necesario ubicar a algunos en Cacheiras, Bertamiráns o en O Milladoiro, Debasa avisa de que "este año la situación es aún peor y, si no se pone remedio al auge de los arrendamientos turísticos, en 2021 será escandaloso". En una ciudad en la que el precio de los arrendamientos ha subido un 4% en el primer semestre con respecto a 2018, el presidente de Agalin, que dirige la inmobiliaria Percent Compostela, llama a la USC a "tomar cartas en el asunto" para pedir algún tipo de acción a las administraciones de cara a "garantizar el alojamiento a la gente que quiere estudiar".