Aunque la economía española comenzó a recuperarse tras el golpe que supuso la pandemia, 2021 no fue un año boyante para los gallegos más acaudalados. Según la estadística de declarantes del IRPF que este lunes publicó la Agencia Tributaria (Aeat), un total de 385 comunicaron al fisco ingresos por más de 601.000 euros. Fueron 32 menos que en 2020 y la cifra más reducida desde la campaña de la renta de 2018. Equivalen a apenas el 0,03% de los contribuyentes y soportaron el 0,77% de la recaudación, unos 190,4 millones. Echando la vista atrás, en 2008, en los primeros compases de la crisis inmobiliaria, Galicia contaba con 259 ricos. Esto supone que en apenas 15 años se ha operado un incremento de más del 48%.
En proporción, los 240.758 contribuyentes cuya base imponible se situó entre 30.000 y 60.000 euros realizaron el mayor esfuerzo al aportar el 33,5% de los ingresos, 8.326 millones. Frente a la reducción del número de ‘ricos’, en este rango de ingresos del trabajo el contingente creció un 7,9%. También aumentaron, un 13,1%, aquellos que manejaron entre 60.000 y 150.000 euros, y los que se situaron entre los 150.000 y los 601.000. (+14,1%).
En cambio, la estadística refleja que cuatro de cada diez declarantes no llegó a 12.000 euros anuales en un 2021 que siguió estando marcado por los Erte que provocaron el covid y los problemas en las cadenas de suministros que causó la reactivación económica. Si el análisis se amplía hasta los 21.000 euros, encontramos al 63% de los contribuyentes.
En el tramo más bajo de rentas, 87.942 gallegos declararon entre cero y 1.500 euros en concepto de rendimientos del trabajo. Para otros 85.405 el resultado del ejercicio fiscal fue negativo o cero, un epígrafe en el que se incluyen los perceptores del ingreso mínimo vital (IMV), que están obligados a presentar la declaración.
En un ejercicio en el que el Gobierno aplicó una subida del tipo del IRPF para las rentas del trabajo por encima de los 300.000 euros, la cuota media a pagar fue de 5.451 euros en Galicia, lo que supone un incremento del 1,9% en términos interanuales en un escenario en el que las deducciones generales se contrajeron un 3,3%, entre ellas la que beneficia a los hipotecados que compraron su vivienda habitual antes de 2013, que retrocedió un 4,7%.
La estadística también refleja que, de las 1.071.856 viviendas que declaran los gallegos, solo 601.321 son residencias habituales, en tanto que 159.478 están arrendadas y 311.056 están a disposición, una categoría que abarca las segundas residencias y los inmuebles vacíos.
