José Bonet: "No hay consenso ni se le espera y el país lo necesita para hacer reformas estructurales"

De visita en Láncara, donde defendió la necesidad de refundar la Cámara de Comercio de Lugo para que la provincia no pierda el tren de los fondos europeos, El primer espada de la Cámara de Comercio de España y presidente de honor de Freixenet, José Luis Bonet, llama a las pymes a "ponerse las pilas" en exportación y digitalización. Académico y empresario, sostiene que "la voracidad recaudatoria campa por sus respetos", penalizando a las compañías
José Luis Bonet, presidente de la Cámara de España.Victoria Rodríguez
photo_camera José Luis Bonet, presidente de la Cámara de España. VICTORIA RODRÍGUEZ

Sin tapujos, el primer espada de la Cámara de Comercio de España y presidente de honor de Freixenet, José Luis Bonet Ferrer (Barcelona, 1941), tiene claro que la independencia de Cataluña "es imposible" y llama a los gobernantes a aparcar "las bromas" y trabajar "constructivamente" por un país que ve falto de "consenso". Defensor de la colaboración público-privada como la mejor fórmula para que el torrente de fondos europeos irrigue a las pymes, este doctor en Derecho y durante medio siglo profesor de Economía Política y Hacienda Pública en la Universidad de Barcelona repasa el devenir de una España en la que la riqueza por habitante pasó de un nivel "propio de un país subdesarrollado" en 1975 a rozar los 30.000 euros. Miembro de una de las grandes sagas del cava catalán, Bonet defiende que las empresas han sido motores del bienestar.

Hasta noviembre, Galicia fue la sexta comunidad con mayor volumen de exportaciones y la que registró un mayor saldo positivo en su balanza comercial. ¿Las empresas gallegas han hecho los deberes?

Sí. Van trabajando bien, pero hace falta más. El recorrido es muy importante para las empresas gallegas y, en general, para las españolas. Particularmente me refiero a las pymes, porque España es un país de pymes y, en consecuencia, es muy importante que se pongan las pilas aunque estemos en un momento en el que las circunstancias no es que sean favorables. Vamos muy atrasados como país en la apertura a pesar de que se ha mejorado mucho en los últimos años. En 2008, la exportación representaba el 24% del PIB, ahora estamos en el 45%. Las empresas que ya exportan están trabajando bien y que las que van entrando van por buen camino. Pero hay muchas que todavía no han entrado y otras que lo han hecho de forma incipiente. Deben superar las dificultades del momento, actuar con prudencia, pero ir a por ello.

Aquí el automóvil y el textil son los reyes de la exportación, pero ¿qué sectores considera que deberían mejorar su proyección exterior?

Hay un sector agroalimentario muy potente que debe venderse en el mundo. No debe hacerse de una manera a granel, sino con marca y posicionamiento en los mercados. No es un trabajo fácil, pero las empresas deben desarrollar sus potencialidades. Y aquí las hay.

En Galicia, el sector agroalimentario es muy potente y debe venderse al mundo con marca y posicionamiento en los mercados

Uno de los objetivos que se ha fijado para su tercer mandato es consolidar las cámaras como un instrumento para impulsar la transformación del tejido productivo. ¿Cómo contribuyen a lograrlo?

Vamos por buen camino, pero hay que hacer más completo el éxito. Por ejemplo, la Cámara de Lugo, que es absolutamente necesaria, está en servicios mínimos. Tiene que afirmarse y consolidarse por el bien de los empresarios y para beneficiar a la población. La Cámara debe ponerse de acuerdo con su tutelante, que es la Xunta e ir a por ello. Si no puede desarrollar los fondos europeos que obtiene a través de la Cámara de España no es bueno para las empresas de Lugo. Tienen que resolver esto cuanto antes y poner a su disposición fondos muy importantes tanto en el terreno de la internacionalización como en materia de formación.

La Cámara de España ha gestionado fondos Next Generation a través del programa del kit digital. ¿El dinero está llegando a pymes y autónomos?

Sí. Nuestra colaboración con Red. es, que es público-privada, está funcionando. El programa, en su conjunto, es de 3.067 millones de euros. Pues bien, ya han llegado 1.300 millones y ha alcanzado a 63.000 pymes. Es muy bueno, porque se tienen que digitalizar. Si no lo hacen se quedarán en la cuneta. Hay que conseguir que más de medio millón de pymes entren en la senda de la digitalización.

Llevamos unos años instalados en la bronca política y estamos en un contexto en el que la coalición de gobierno se va a tener que esforzar para sacar adelante leyes y medidas básicas para el funcionamiento del país como los presupuestos generales. ¿Cómo afecta este clima a las empresas?

Mal. En este momento, el consenso sería deseable. El país lo necesita para que se puedan hacer reformas estructurales muy importantes, como en materia educativa o fiscal, porque la voracidad recaudatoria campa por sus respetos y carga sobre las empresas. Ahora, no hay consenso ni se le espera. Por lo menos sí hay colaboración público-privada. El kit digital es una demostración. Por tanto, cooperación públicoprivada a tope en beneficio de las empresas y la sociedad.

¿El clima político afecta a la inversión extranjera?

Seguro que afecta algo, aunque no diría que haya un retraimiento absoluto. Pero este clima no lo favorece. Por ejemplo, el problema que existe en Cataluña, que es mucho menos de lo que fue, también perjudica a la comunidad. Tiene que estar muy claro que la estabilidad y la seguridad jurídica son necesarias. El sistema de economía social de mercado aquí ha funcionado muy bien, pues el salto que ha habido desde la Transición es extraordinario. En 1975 el PIB per cápita de España era de unos 1.000 euros, propio de un país subdesarrollado, y ahora está cerca de 30.000. Por tanto, esto ha funcionado porque el sistema de economía social de mercado lo ha permitido y tiene su pieza clave en la empresa. Son las compañías las que han conseguido este mayor nivel de bienestar. Evidentemente, las empresas son los españoles, tanto los empresarios, como los directivos y los trabajadores. Todos en común han logrado un éxito.

Recientemente, Junts pidió al Gobierno central sancionar a las empresas que se marcharon desde 2017 de Cataluña a raíz del desafío soberanista a cambio de su apoyo para aprobar varios decretos. El Ejecutivo se opuso. Aquellos hechos propiciaron que más de 8.000 firmas trasladasen su sede social. ¿La vuelta se antoja complicada?

Sí. Y si sigue la broma esta de los gobernantes que dicen que van a hacer una separación, la gente reacciona. Esto ya está pasando, ya se va por este camino. Todos saben que la independencia es imposible y que lo que hay que hacer es trabajar constructivamente, no destructivamente. Por lo tanto, hay que pasar página de una vez. La sociedad catalana, en su gran mayoría son catalanes españoles y europeos. Tienen derecho a pensar y defender lo que quieran, pero dentro del sentido común.

Todos saben que la independencia es imposible. Hay que trabajar constructivamente y no destructivamente"

Tras la reciente subida del salario mínimo interprofesional, ahora se abre el melón de la reducción de la jornada laboral máxima de 40 a 37,5 horas semanales en 2025. No parece que los empresarios vayan a encajarlo demasiado bien...

Pues no. Es un tema que debe depender de cada caso concreto y tiene que ser negociado. No se puede intervenir por real decreto como se pretende. Es un error. Es la situación normal en la que yo he vivido toda mi vida en la empresa. Es decir, tensiones las hay, sí, pero se hablan y se arreglan. Cada uno en su sitio y no un real decreto que interviene en la totalidad del espectro y ya está. Está mal.

José Luis Bonet.Victoria Rodríguez
José Luis Bonet, presidente de la Cámara de España. VICTORIA RODRÍGUEZ

Se sacó el doctorado en Derecho, ha sido profesor de Economía Política y Hacienda Pública y con 25 años ya era director comercial de Freixenet, que acabó presidiendo en 1999. ¿Qué lo llevó del mundo del Derecho a la empresa familiar?

En la empresa familiar, uno tiene una inclinación natural por la Economía. El Derecho son las reglas de juego en el mundo de la economía y la economía es el juego. Por tanto, llega un momento en el que te has planteado las reglas de juego, pero al final quieres jugar. Es lo que me pasó a mí, además de que me pescó en momento en el que España estaba dando un gran cambio en plena dictadura. En 1959, el Plan de Estabilización supuso un viraje de 180 grados en el manejo de la economía, pues pasamos de la autarquía franquista en la que el intervencionismo era muy grande a una situación de apertura y liberalización que se fue produciendo y que se acercaba a lo que se llevaba en Europa, que era la economía social de mercado. Aquel Plan de Estabilización permitió el desarrollo de los 60, que fue muy importante. La trayectoria culminó con la Transición y con la Constitución del 78 se consagró la economía social de mercado. Todo ello permitió la incorporación a la UE, que ha sido extraordinariamente buena para España.

Ha sido un privilegio vivir el desarrollo de Freixenet. Participé al lado del adalid de esa epopeya, que es mi tío José Ferrer

Entonces, fue ese clima de cambio el que lo empujó a aparcar el Derecho y a embarcarse de lleno en la empresa familiar…

Sí, aunque nunca abandoné del todo el mundo del Derecho. Ha sido un privilegio vivir el desarrollo de Freixenet. Yo participé al lado de quien fue el adalid de esa epopeya, que es mi tío José Ferrer, que ahora tiene 98 años.

Freixenet cumple 110 años, que no es poco. ¿Cómo ve la salud de la mayor empresa de cava del mundo?

Desde que creamos una ‘joint venture’ en 2018 con una empresa de vino espumoso muy importante alemana [Henkell] estamos obteniendo récord tras récord año tras año. Aunque no puedo decir esto porque ya no estoy allí, pues estoy dedicado por completo a la Cámara de Comercio de España. Voy a los consejos de Freixenet porque me invitan, pero no soy consejero ni participo en la gestión. Pero lo están haciendo bien porque van récord tras récord.

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