Una pequeña fábrica creada por Luis Calvo a inicios de los años 40 puso los cimientos de lo que hoy es una multinacional con más de 5.200 trabajadores y presencia comercial en cerca de 70 países.
¿Por qué el cambio de identidad corporativa a Nauterra tras más de 80 años de historia de la empresa?
La motivación es muy evidente. Calvo es el apellido de la familia fundadora y nuestra marca en España, pero tenemos una dimensión mayor y una responsabilidad con los trabajadores que están en Brasil, El Salvador o Italia, que son la inmensa mayoría y donde operamos con otras marcas como Gomes da Costa y Nostromo. Decidimos analizar qué somos y qué queremos ser. Tenemos una pasión por el mar que es evidente, por el pescado, que es nuestro origen, pero también por la tierra y nuestro compromiso con ella.
Dijo al presentar la nueva identidad del grupo que en el futuro no se limitarán al pescado y a la conserva. ¿Qué tienen en mente?
No tanto en mente, sino que ya es una realidad. Lo que pasa es que en España estamos excesivamente encasillados en productos de conserva del mar, pero en Brasil vendemos aceite de oliva con nuestra marca Gomes de Costa y vamos a empezar con otros aceites y a hacer más cosas. En Costa Rica vendemos muchos vegetales en conserva, como palmito o alcachofa, y fruta en almíbar. Estamos siempre vigilantes y somos muy conscientes de que el futuro no pasa por estar encasillados en un monoproducto y en un solo estilo de hacer las cosas. Nuestra vocación y voluntad es aunar el mar y la tierra y tener productos saludables y 100% naturales.
¿En España tienen planes para diversificar en productos?
El dinero y la capacidad de inversión, incluso para un grupo grande, es finita. No podemos invertir en todos los lugares donde estamos a la vez. Tenemos que priorizar. Estamos muy pendientes del mercado brasileño, centroamericano, italiano y español para identificar oportunidades, pero no tenemos ninguna operación en ciernes.
Mi sensación es que lo que se ha perdido en consumo de productos del mar en el hogar se ha ganado en la hostelería
Las estadísticas apuntan a una caída en el consumo de productos del mar. ¿A qué cree que se debe?
Creemos que es por un efecto de la inflación, aunque debería haber algo más, pues otros productos como la carne también han subido mucho de precio y han tenido una recesión menor. En todo caso, pienso que aquí nos fijamos mucho en el consumo en el hogar y el estilo de vida del español poco a poco va cambiando. A lo mejor ese pescado bueno y bien cocinado se toma ahora fuera de casa. Los datos de la hostelería están muy poco segmentados, yo no tengo una visibilidad grande sobre el consumo de conservas en ese canal. Mi sensación es que aquello que se ha podido perder en el hogar se ha ganado en la hostelería.
Los años 2022 y 2023 fueron duros para muchas empresas por la subida de costes y el efecto de la inflación. ¿Cómo lo ha llevado Nauterra?
Han sido dos años de cierto sufrimiento que hemos capeado de forma fantástica. La escasez de aceite ha hecho que el precio haya subido; el encarecimiento de la electricidad llevó a que el coste del envase también subiera, por el fuerte componente energético en su producción, y el pescado también subió. Hemos intentado trasladar una parte importante de ese aumento de costes al cliente, pero no hemos logrado repercutir el 100%.
¿Será 2024 un año más tranquilo?
No parece que la inestabilidad se acabe en el corto plazo. Creo que quien dice que el segundo semestre será mejor no tiene ni idea. Surgen acontecimientos que tiran por tierra cualquier previsión rápidamente. Un ejemplo es la inestabilidad que se está dando en el canal de Suez por los ataques a barcos. En nuestro sector esto puede causar un problema importante de falta de suministro o encarecimiento del transporte si tienen que rodear África para traernos un montón de productos que necesitamos. Mientras existan este tipo de tensiones tendremos que navegar en un entorno, no sé si inflacionario, pero sí muy cambiante.
Es pronto para tener los resultados de 2023 consolidados pero, ¿cómo ha ido el año? ¿La subida de costes volvió a lastrar el beneficio?
En líneas generales, esperamos un ejercicio muy parecido a 2022. Será mejor en facturación y en Ebitda, pero seguirá impactando la inflación por la subida de precios de algunas materias primas. El aceite de oliva sigue siendo un elemento muy desestabilizador.
¿El capital de Nauterra está blindado a la entrada de nuevos inversores?
Tiene un accionariado súper estable. Es un 60% de la familia Calvo y un 40% del grupo Bolton. Nos llevamos bien, conectamos desde hace muchos años en una misma visión del negocio. Estamos cómodos, por lo que no se esperan cambios.
Trasladamos a la plantilla la sensación de que no son un número. No es fácil cuando tienes más de 5.200 trabajadores
La empresa se ha colado entre las 100 mejores de España para trabajar en el ranking de Forbes. ¿Cuál es la clave para atraer talento?
Creo que trasladamos cercanía y familiaridad, la sensación de que los trabajadores no son un número, que es difícil cuando tienes más de 5.200 colaboradores. Tenemos que ser muy proactivos para atraer el mejor talento en un momento de gran competencia. Estamos en Carballo, muy cerca de A Coruña, donde hay grandísimas empresas tanto en tamaño como en prestigio. Debemos tener una cultura de la gestión muy basada en la confianza y una política retributiva atractiva. Damos ayudas para guardería, tickets de comida, planes de pensiones, hacemos actividades como yoga o pádel... La conciliación y las oportunidades de crecer también son importantes.
¿En su despensa hay conservas?
Soy un gran consumidor de conserva. Me gusta mucho. Y la realidad es que no caduca nunca. He comido mucha caducada y sigo vivo.
