Una pesca más envejecida urge savia nueva: el 42% de los trabajadores supera los 50 años

El Consejo Económico y Social plantea en un informe medidas para reforzar la formación y despertar vocaciones ante el desafío del relevo generacional
Dos pincheiros amarrados en el puerto de Burela. EP
photo_camera Dos pincheiros amarrados en el puerto de Burela. EP

Cuatro de cada diez trabajadores a bordo de buques pesqueros y en la acuicultura en España (42%) superan los 50 años y muchos de ellos enfilan la recta final de su carrera laboral antes del retiro. Mientras, solo un 27% son menores de 40. Estos datos permiten hacerse una idea del nivel de envejecimiento de las plantillas, cada vez más visible, en un sector que necesita atraer savia nueva, ya no solo para garantizar un relevo generacional a futuro sino para  asegurarse mano de obra ahora.

El reto no es nuevo, pero sobre él pone el foco un extenso informe del Consejo Económico y Social (CES) presentado este jueves en Vigo que analiza los desafíos de la pesca y también de la industria transformadora. En Galicia, que concentra en torno a la mitad de la flota pesquera de España, el problema radica sobre todo en la edad de los titulados, patrones o jefes de máquinas que en muchos casos rebasan los 50 años.

Un hándicap para el relevo es que una mayoría aplastante de jóvenes que se forman en materias marítimo-pesqueras prefieren dedicarse a la marina mercante o de recreo frente a la pesca. La imagen de dureza y peligrosidad de la actividad, los largos periodos de tiempo fuera de casa viviendo dentro de un barco o la creencia de que no está suficientemente bien remunerada actúan como desincentivos. 

En lo que respecta al trabajo de marinero, los problemas para conseguir personal no son hoy acuciantes en aquellos barcos que faenan a más de 200 millas del litoral español por la mano de obra extranjera —sobre todo indonesios—. Cuestión aparte es la bajura y la pesca de litoral. 

Entre sus 127 páginas, el informe lanza una serie de propuestas para asegurar el relevo generacional en el sector que van desde reforzar el ámbito formativo con más centros que ofrezcan títulos vinculados con el ramo marítimo-pesquero; un aumento del número de plazas; expandir la oferta online; más prácticas retribuidas; reducir el tiempo de embarque exigido para la obtención de los títulos menores; o reconocer la experiencia como forma de ascenso profesional. 

Basilio Otero, presidente de la comisión de trabajo de agricultura y pesca del CES encargada de la elaboración del informe y de la Federación Nacional de Confradías de Pescadores, defiende un "plan nacional de formación pesqueira" que garantice una oferta homogénea de titulaciones en toda España, incluso allí donde no hay costa ni tradición pesquera.

Para despertar vocación entre las nuevas generaciones se plantea dar charlas orientativas en el último curso de secundaria o bachillerato para ofrecer el sector como nicho de empleo. Y no solo en zonas de tradición pesquera.

Los sectores del complejo pesquero alimentario sostienen en Galicia cerca de 36.300 puestos de trabajo, lo que supone el 3,3% del empleo en la comunidad. En el caso de la pesca extractiva, es eminentemente masculino: en torno al 85% de los activos son hombres. Por eso, otro de los retos que señala el informe es "fomentar la participación laboral" de las féminas a bordo de buques. "Puede favorecer el relevo intergeneracional y contribuir a suplir la falta de nuevos pescadores", pone de relieve. 

En la industria transformadora la situación es otra, pues las mujeres son mayoría a raíz del despegue industrial de la conserva. Sin embargo, tienen menor presencia que ellos en puestos directivos y técnicos, mejor remunerados, por lo que ahí hay otra asignatura pendiente: avanzar en igualdad

Descenso del consumo

Otro aspecto que se ha convertido en foco de preocupación para el sector pesquero es el "descenso ininterrumpido" en el consumo de productos del mar en los hogares españoles en los últimos años. El informe del CES se hace eco de la caída del 33% entre 2008 y 2022, a la que hay que sumar un retroceso de la demanda fuera de casa del 11%.

¿A qué responde? A una combinación de factores: desde las "sucesivas crisis" que provocaron una pérdida de poder adquisitivo —recesión, pandemia  e inflación desbocada— a los cambios en el estilo de vida —se dedica menos tiempo a hacer la compra y a cocinar productos frescos— o la "percepción de riesgos sobre la salud" vinculados con la presencia de contaminantes o parásitos, como el anisakis.

¿Y cómo revertir esta situación? Es estudio deja varias recetas, que van desde volcarse más en campañas de promoción del consumo —poniendo el foco en los grupos de edad que menos productos pesqueros ingieren— y reforzar la información sobre sus beneficios para la salud a incorporar en los planes de estudio de primaria y secundaria una asignatura obligatoria de educación alimentaria y nutricional.

Tomar medidas ante los productos veganos que imitan al pescado para evitar "un uso fraudulento o ambiguo de las marcas comerciales" o el contenido del producto es otra propuesta.

El desafío que supone la descarbonización de la flota, que requiere de su renovación, también ocupa un espacio destacado en el informe. España tiene 8.657 buques, con una media de 35 años.  

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