Alrededor de 48.000 agricultores y ganaderos gallegos que tributan en el IRPF por el sistema de estimación objetiva –esto es, por módulos– se beneficiarán de la reducción activada por el Gobierno central para aliviar el impacto de la guerra de Ucrania y de la sequía en los costes del sector. El Boletín Oficial del Estado publicó ayer una orden del Ministerio de Hacienda por la que se reducen los índices de rendimiento neto correspondientes a 2022, de manera que ya son aplicables en la declaración de la renta en la campaña en curso.
El foco está puesto en explotaciones y productores cuya facturación no superase los 250.000 euros en el pasado ejercicio fiscal, que son los que tributan por módulos, un sistema que permite una contabilidad simplificada.
El departamento que dirige Luis Planas reduce estos índices teniendo en cuenta que la rentabilidad de muchas empresas del campo se ha visto lastrada por el encarecimiento de los insumos. En el conjunto del Estado, esta rebaja del rendimiento neto de un mínimo del 25% beneficiará a 800.000 agricultores y ganaderos. Sectores especialmente vulnerables, como el olivar, el almendro o la apicultura se benefician de desgravaciones específicas, del 50% en su caso, en tanto que para productores de cereales, oleaginosas, leguminosas, castaño y para la ganadería se llegará al 30%.
Según las estimaciones del ministerio, la base imponible sobre la que se aplica el impuesto de la renta se reducirá en 1.807 millones de euros en el conjunto del Estado y en 43,7 millones en Galicia.
Cabe recordar, además, que los profesionales del campo que tributan por módulos podrán minorar su rendimiento neto previo un 35% por compra de gasóleo agrícola y un 15% por los fertilizantes tanto en la campaña del IRPF de 2022 como en la de 2023. Además, se mantienen las reducciones de los índices correctores fijados el año pasado por piensos comprados y por cultivos en tierras de regadío que precisen electricidad.
De otro lado, habrá reducciones a mayores en determinados concellos de las provincias de Ourense y Lugo, con índices más bajos para productores de bovino de carne, castaña, maíz forrajero o uva con denominación de origen.
Pese a valorar la rebaja fiscal como "un primer paso positivo para el campo español", el sindicato Upa llama a ir más allá y avisa de que las pérdidas que la sequía está provocando –y a las que Galicia se mantiene, por ahora inmune– "superarán con creces esos 1.807 millones". Entre otras medidas, pide un adelanto de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) y líneas de créditos subvencionables.
La pelota también está en el tejado de Bruselas, pues el ministro Planas ha solicitado por carta al comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, que permita aumentar los anticipos de los incentivos de la PAC, entre otras medidas para paliar la sequía.
