El segundo reto universitario pasada la Abau: encontrar piso

Hay cierta alarma social, casi psicosis, por la falta de oferta y los altos precios en Santiago
Una inmobiliaria de Santiago. TWITTER
photo_camera Una inmobiliaria de Santiago. TWITTER

"Auténtico pánico". Así describía días atrás Vicente Martínez la sensación general que existe alrededor del alquiler universitario en Compostela. Este mariñano de Nois, que regenta la Inmobiliaria Apóstol en Santiago y es directivo de la Asociación Galega de Inmobiliarias (Agalín), maneja cifras que por sí mismas alimentan esa psicosis social que existe en la capital gallega, como gran campus gallego que es, pero que es extrapolable a otros sitios. La realidad es que hay poca oferta y además es cara, al menos para el perfil de estudiante.

Con la selectividad concluida, arranca el fuerte de la campaña de alquiler y lo hace con unas cifras alarmantes: en Santiago apenas hay 180 pisos disponibles, de los que menos de la cuarta parte bajan de los 600 euros al mes.

Esto lleva a que, paseando por las calles compostelanas, algunas personas fotografiasen carteles en las puertas de inmobiliarias donde se aclara que en estos momentos no hay pisos de alquiler. Una información que no hace más que alimentar la bola de nieve.

CON MATICES. Pero aunque es cierto que existe un problema con el alquiler, sobre todo para universitarios, desde el sector también hay voces que llaman a la calma, porque al final, siempre hay alquileres disponibles. "Pero no ahora", apuntan desde Decasa Inmobiliaria, en O Hórreo.

La razón es que la mayoría de contratos se extinguen el 30 de junio, así que esos pisos que están ocupando universitarios y que van a quedar libres no entran al mercado hasta la primera quincena de julio, que es cuando en unos días se mueve todo el mercado de golpe. Ahí sí son habituales las imágenes alarmantes de colas en las puertas de las inmobiliarias o las listas de espera con decenas de clientes, impensable años atrás.

Esos quince días cientos de pisos en alquiler que hay en Santiago cambiarán de inquilino, así que hay voces en el sector que llaman a la calma. "Desde que quedan libres hay que recibir las llaves, revisar cómo están, entrar a limpiar...", explican. Por eso es normal que ahora mismo no haya oferta de pisos para enseñar a clientes, igual que no la hay en marzo. "Y los que queden para el final, en septiembre, pues tampoco tendrán muchos", explican desde Decasa Inmobiliaria.

Porque la realidad de Santiago, extrapolable a otras áreas universitarias gallegas en mayor o menor magnitud, es que "la oferta de pisos y la demanda está muy pareja". Eso provoca una tensión en el mercado que dispara los precios y obliga a muchos universitarios, cada vez más, a probar suerte en las afueras, por ejemplo en ayuntamientos limítrofes.

"No es que en Santiago no haya pisos para alquilar, es que muchos de ellos salen a precios demasiado altos para universitarios" por ese ajuste de oferta-demanda que en otras décadas no era tan equilibrado y donde tiene mucho que ver la irrupción del alquiler turístico