Abanca cerró un 2023 de récord con un beneficio neto de 711 millones de euros tras triplicar las ganancias de 2022. En un ejercicio en el que arrancó la integración de TargoBank España y que culminó con la novena adquisición grupo, con la compra del portugués Eurobic el pasado noviembre, la entidad que preside Juan Carlos Escotet se afianzó como séptimo actor financiero en España y Portugal. Al crecimiento inorgánico se sumó el dinamismo del negocio, lo que permitió mejorar la rentabilidad con un Rote --ratio que pone en relación el beneficio con los fondos propios, excluidos elementos intangibles— del 16%.
Con un exceso de capital de 1.499 millones sobre los requerimientos regulatorios, la ambición es seguir con la expansión, según refrendó Escotet en la presentación de resultados celebrada este lunes en Santiago. "Como es norma de la casa, seguimos siempre atentos a las oportunidades que puedan surgir en el mercado", refirió el ejecutivo, que recalcó que la combinación de crecimiento orgánico e inorgánico "ha dado magníficos resultados". Con todo, admite que "las oportunidades cada vez son menores", pues "el apetito por vender disminuye" en un mercado en el que los resultados y las rentabilidades han mejorado. Preguntado por un posible interés de Abanca en la compra del portugués Novo Banco, Escotet sostuvo que "no hay ninguna noticia oficial" que indique que la entidad heredera de banco Espirito Santo "salga a la venta".
Ahora, lo prioritario es hacer "la digestión" de las dos últimas incorporaciones, lo que pasa por cerrar la integración tecnológica de TargoBank en junio y por que los organismos reguladores den luz verde a la compra de Eurobic, un paso que también se espera para mediados de año.
El beneficio recurrente, esto es, el estrictamente derivado del funcionamiento del negocio financiero, fue de 545,9 millones (+151,1%), a lo que se suma el fondo de comercio negativo (plusvalía resultante de la diferencia entre el valor en libros y el precio de compra) de 165,4 millones resultante de la adquisición de la red de TargoBank, una vez descontados los costes de la operación. De cara a 2024, Escotet se fijó el reto de "batir" las cuentas de 2023 en un escenario en el que el banco no vislumbra "síntomas" de preocupación y en el que la caída de los tipos de interés se percibe "como una buena noticia" en el sentido de que no se espera un aumento de la morosidad, que cerró el año pasado en el 2,4% tras crecer tres décimas y, aun así, mantenerse “por debajo de la media” del sector, que rozó el 3,6% en noviembre.
En cuanto al ahorro captado, el consejero delegado, Francisco Botas, que compareció con el presidente y el director general de finanzas, Alberto de Francisco Guisasola, puso de relieve que los recursos totales de ahorradores y empresas gestionados crecieron en 6.262 millones de euros en 2023 (+10,2%), hasta los 67.526 millones. En total, la entidad captó más de 130.000 nuevos clientes, fundamentalmente fuera de Galicia, el principal mercado del banco heredero de las cajas gallegas.
Termómetro de la economía autonómica, la entidad con sede en Betanzos augura "muy buenas perspectivas", a la vista de que la comunidad “bate las medias españolas” en crecimiento del PIB, tasa de paro y en lo que toca al peso de las exportaciones en la economía. Para el primer espada de Abanca, estos indicadores "hablan de la capacidad de resiliencia de la economía gallega" y las perspectivas apuntan a que "las cosas irán a mejor en 2024", aunque el crecimiento se modere por el estancamiento de la actividad económica a nivel europeo.
Escotet carga contra el impuesto a la banca: "Es dañino para el crédito y la competitividad"
En línea con el resto del sector, el presidente y primer accionista de Abanca (84,75%) se mostró crítico con los planes del Gobierno central de hacer permanente el impuesto extraordinario que grava los intereses y comisiones generados en España. Tras recurrir el tributo ante el Supremo, el banquero avanzó que Abanca seguirá su batalla "en el Constitucional". A Escotet le preocupa el "efecto" que el tributo pueda tener en el crédito e incide en que esta carga supone "una pérdida de competitividad" para las entidades españolas en relación con el resto de bancos europeos. De hecho, el financiero ve en el impuesto la explicación a que los bancos cotizados españoles se muevan en valores "inferiores a las medias del sector en los mercados europeos". "Confiamos en que en ejercicios sucesivos esto desaparezca", manifestó el primer espada, que ve "espacio para la negociación" y recalcó que el impacto del gravamen "en el crédito y en la competitividad es claramente dañino".
Precisamente, el futuro del tributo fue uno de los temas que Escotet trasladó recientemente al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en la ronda de contactos que el sucesor de Nadia Calviño mantuvo con el sector financiero. El encuentro fue "francamente bien", aseguró el presidente de Abanca, partidario de que el sector pueda mantener "un intercambio fluido, profesional y transparente" con las administraciones. "Esperemos que muchos de nuestros comentarios sean tomados en cuenta", manifestó.
El salto a Bolsa, aparcado
Un año más, en rueda de prensa el ejecutivo fue inquerido por los planes de salida a Bolsa de Abanca. Por ahora, siguen en el cajón pese a ser un objetivo estratégico. La entidad no percibe “ningún incentivo en salir al mercado” atendiendo a sus niveles de rentabilidad y al comportamiento que están teniendo los bancos cotizados, con un precio de mercado inferior a su valor en libros. Es por ello que el presidente se muestra partidario de “esperar a que las condiciones cambien”.
En cuanto a la política de remuneración al accionista, la intención es que siga siendo “conservadora”. La prioridad, dijo el presidente, es mantener la ratio de capital de máxima calidad, el CET1, por encima del 13%.
Nueva Pescanova
Tras aparcar en octubre el proceso de venta de Nueva Pescanova –que tiene a Abanca como accionista mayoritario con el 97,76% de los títulos—al fracasar el proceso de negociación con el grupo canadiense Cooke, Escotet rechazó que el BCE haya impuesto ningún calendario para la desinversión. “La intención es conseguir el mejor socio financiero industrial, no tenemos ninguna prisa”, manifestó para luego refrendar que el nuevo equipo de dirección con Jorge Escudero Hurtado como CEO “es francamente bueno a pesar de las dificultades que afectan a todo el sector”. “La hoja de ruta se mantiene”, zanjó.
"Los resultados del Dépor empiezan a acompañar por la buena gestión deportiva que se está haciendo"
Respecto a otra de las grandes participadas, el Deportivo –en el que Abanca controla el 76,66% del capital— Escotet ratificó el compromiso de “seguir trabajando en la profesionalización en profundidad del área deportiva y de la financiera”. Con respecto a lo primero, destacó que los resultados deportivos “empiezan a acompañar”, como fruto de “la buena gestión que se está haciendo”. Y en materia económica, auguró que “el enorme esfuerzo” que se realiza para sacar al club del concurso de acreedores podría cristalizar “a mediados de año”. Una vez superado el proceso de insolvencia, el número uno de Abanca auguró que el desempeño del Dépor podrá mejorar en cuanto salga del tercer nivel para volver “al fútbol profesional y a las categorías que le corresponden”.
