Siguiendo la estela de Fiat o Mini a la hora de reinterpretar sus modelos más icónicos, el nuevo Renault 5 será uno de los principales lanzamientos de la marca del rombo para este año.
Aunque de momento solo se ha tratado de una presentación estática, está claro que el nuevo Renault 5 ha sido desarrollado para levantar pasiones, gracias a un diseño que transportará a más de uno a aquel modelo de la década de los 70, pero adaptado a las exigencias tecnológicas, de seguridad y eficiencia de un coche del siglo XXI.
Prueba de ello, es que el nuevo modelo solo estará disponible con motorizaciones eléctricas. La de acceso a gama, con una batería de 40 kWh de capacidad —habrá una segunda de 52—, estará asociada al motor de 95 caballos, heredado del Mégane E-Tech, y ofrecerá una autonomía en torno a los 300 kilómetros. También habrá otras dos versiones de 120 y 150 caballos de las que sólo la última disfrutará de la batería grande, con una autonomía homologada de unos 400 kilómetros.
En cuanto a prestaciones todas las versiones alcanzarán una velocidad máxima de 150 por hora, lo que deja a las claras el carácter eminentemente urbano de este modelo.
Desarrollado a partir de la nueva plataforma AmpR Small, el nuevo R-5 se situará por tamaño entre el Twingo y el Clio. Así, su carrocería de cuatro puertas mide 3,92 metros, lo que lo hará muy ágil en ciudad, gracias también a sus 10,3 metros de diámetro de giro. Por su parte, la capacidad del maletero es de 326 litros, incluyendo los 27 litros del doble fondo, ideado para transportar los cables de recarga.
En cuanto a posibilidades de recarga, toda la gama se podrá enchufar a una toma trifásica de 11 kW. En todo caso, a partir de las versiones de 120 caballos se podrán utilizar también tomas de corriente continua (aunque con un máximo de 80 kW) mientras que los modelos de 150 admitirán hasta 100 kW de potencia de carga. Estas versiones más potentes también dispondrán del sistema V2L y V2G, que permiten tanto devolver electricidad a la red como actuar de cargadores para otros aparatos eléctricos, como pueden ser un patinete o un pequeño electrodoméstico.
El interior también está lleno de detalles que recuerdan al diseño del modelo original, como la pieza decorativa frente al pasajero delantero que recuerda al salpicadero acolchado de la primera generación. Aún así, incluye todas las nuevas tendencias tecnológicas de la actualidad, donde las pantallas tienen un papel protagonista, como es el caso de la central, con un tamaño de 10 pulgadas.
Otro detalle destacable son los asientos delanteros, con un diseño muy parecido al que tenían las versiones turbo del modelo clásico.
Otro equipamiento curioso del R-5 es el avatar Reno. Se trata de un simpático personaje en forma de rombo, cuyo trabajo consistirá en responder las órdenes vocales de los usuarios del vehículo. Así podrá hacer funcionar diferentes equipamientos, pero también actuará como un ChatGPT, a la hora de responder cualquier tipo de pregunta que se le quiera plantear.
El R-5 llegará al mercado nacional en la segunda mitad del año y, aunque todavía no se conocen los precios definitivos, desde la marca han asegurado que habrá una versión de acceso a gama que se podrá adquirir desde unos 25.000 euros, mientras que el modelo de mayor equipamiento se situará en torno a los 40.000.
