Cómo afrontar la doble cuesta de septiembre con los niños

Los padres han comenzado ya los preparativos para tener todo listo para el día D
Bebé
photo_camera Bebé

Adiós a las vacaciones. Apenas diez días separan a los niños de la vuelta al cole. Los padres, por su parte, han comenzado ya los preparativos para tener todo listo para el día D. Libros, mochilas, estuches, cuadernos, uniforme, ropa deportiva... Un auténtico suma y sigue que después de las vacaciones suponen un nuevo mazazo para la economía familiar.

Si además se ha sumado un reciente nuevo miembro a la familia, los gastos aún se multiplican: hay que comprar los mejores parques para tu bebé, acudir a una de esas tiendas de bebés en los que te dejarías el sueldo si pudieras. Y es que los artículos para los más pequeños son ciertamente muy cucos, pero en algunos casos caros para el uso que se les va a dar.

Como respuesta a los tiempos de crisis, han surgido múltiples iniciativas para ahorrar en gastos y hacer la vuelta al cole algo menos gravosa para los sufridos padres. El paraguas lo ha sumado lo que se ha dado en llamar economía colaborativa: colectivos que se ayudan entre sí para compartir aquello que no utilizan con padres que no quieren o pueden adquirir ese producto al precio de nuevo.

Junto a ellas, colectivos como Somos papis engloban cada vez más a padres que quieren compartir sus experiencias con sus hijos, tanto las negativas, las más comunes, como las positivas, las más emotivas. Este tipo de iniciativas, como el caso de #malasmadres, reivindican cómo ven y sienten la paternidad y maternidad, respectivamente.

La cuesta de septiembre según los padres
Más allá de los gastos que implica la educación de los hijos, los padres se encuentran con otra realidad anexa. Después de las vacaciones, ¿quién se queda con los niños? Porque ellos también se reincorporan a la rutina, en muchos casos con el horario ya habitual.

Los abuelos son siempre un recurso fácil. Pero hay que poder contar con ellos. En caso contrario, hay que tirar de talón y pagar o bien un adelanto en la guardería, con la consecuente adaptación de horarios, o bien contratar una persona de confianza que pueda cuidar a los niños en ausencia de los progenitores.

De media, una guardería en Galicia viene costando entre 133 euros y 460 euros al mes. Y ello sin contar con la comida y las ropas de los niños. Pero la cuesta no se limita solo a lo económico.

Romper de forma brusca la rutina veraniega de los pequeños puede generar episodios de ansiedad. Los psicólogos infantiles recomiendan encarecidamente que los padres inicien la adaptación las semanas previas, nombrando el cole o a los amigos, para que su mente asimile positivamente ese reencuentro y hasta lo desee. Entramos de lleno en la vuelta al cole según los niños.

Cómo afrontar septiembre con los hijos
Durante el curso escolar, los niños acuden animosos a las clases. Es parte de su rutina. Con unas vacaciones tan extensas como las estivales, esa rutina es sustituida por un mayor ocio, horas diferentes de comidas y reposos, trasnochan más... De todo ello disfrutan, y también los padres. Sin embargo, septiembre puede convertirse en un mes muy duro para ambas partes.

En el caso de los niños, los psicólogos insisten en la utilidad de acoplar de forma progresiva los horarios de los pequeños a fin de que el día anterior a la vuelta al aula no trasnoche en exceso. En este proceso de adaptación previa, también ayuda crear o mantener actividades de ocio que el niño realice también en el periodo escolar, de tal forma que sea parte de su rutina propia y no lo asocie exclusivamente al colegio.

Para los colectivos de educadores, el verano supone una ruptura que no tiene por qué producirse. Insisten en que cortar tan tajantemente las dinámicas de formación y focalizar el tiempo en el ocio les crea mayores dificultades para afrontar el nuevo curso. Remarcan que según su experiencia, aquellos alumnos que han mantenido cierta dinámica de cursos, actividades extraescolares relacionadas con el conocimiento aplicado, y campamentos formativos, retoman con mayor facilidad y efectividad la resolución de los deberes y la vuelta al estudio.

En aquellos casos en los que el proceso de adaptación no se consolide, y la ansiedad, el estrés, o la desmotivación hagan acto de presencia, los psicólogos recomiendan pasar tiempo con los pequeños, explicándoles por qué se produce y educándoles para que quieran ir por su propia voluntad.

Comentarios