¿Cómo elegir el mejor «hosting» para tu web?

Para que los científicos del CERN pudieran acceder a los datos almacenados en un servidor común desde cualquier ordenador, Tim Berners-Lee creó la Word Wide Web en la década de los 90. Desde entonces, el mundo no ha cesado de abrir nuevos portales en Internet donde publicar todo tipo de información. Sin duda, la WWW impulsó la expansión internacional de Internet, cuya popularidad no ha dejado de aumentar con el paso del tiempo. De hecho, podemos decir que actualmente existen más de 1.800 millones de sitios web. Aunque una parte de estos ya no están en funcionamiento, el número no deja de subir. Son muchos los usuarios interesados en contar con un espacio online propio en el que recopilar sus experiencias (blogs), transmitir conocimientos (páginas web educativas), comunicarse con personas de cualquier otro punto del globo (redes sociales) y promocionar sus productos (tiendas virtuales).

Sea cual sea el propósito de cada uno, disponer de un sitio web personal o profesional implica comprar hosting, es decir, contratar un servicio de alojamiento que permita reservar una parte del espacio total de un servidor para almacenar todo el contenido que constituye la web y al que el internauta que lo solicita debería poder acceder.

A continuación, vemos los tipos de hosting disponibles en el mercado y las características en las que conviene fijarse antes de decantarse por alguna opción.

Ponerle nombre y apellidos a la web, y encontrarle una casa

Según el INE, casi todas las empresas con más de 10 empleados (el 99,13 %) tienen conexión a Internet. De éstas, algo más del 80 % cuentan con página web, mientras que una tercera parte compra y vende en línea. Este proceso de digitalización se percibe también en el comercio electrónico: en 2024, España logró facturar un 13,1 % más que en 2023. Si hacemos caso a lo que indica la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, en sólo un año, nuestro país registró más de 95.000 millones de euros sólo procedentes del e-commerce. Dicho esto, parece imprescindible disponer hoy día de una web si queremos ser competitivos.

Una vez definidos los aspectos conceptuales y técnicos de la web (las funcionalidades requeridas y su apariencia visual, que debería ajustarse a la identidad corporativa de la marca), es importante escoger el CMS con el que se va a crear la web. También es fundamental adquirir un dominio.

Por un lado, el CMS (el sistema de gestión de contenidos) posibilita la configuración y administración del sitio web (también cuando se trata de una tienda online). Por otra parte, está el dominio, que se compone del nombre de la web propiamente dicho y de una extensión: .es, .com, .net, .org... De este modo, el usuario que navega por Internet no tendría que introducir, cada vez que quiera visitar la web, la dirección IP (la ruta) que permite al ordenador acceder al sitio en cuestión. Esta dirección es una combinación de dígitos mucho más difícil de poder recordar que cualquier dominio.

Características generales de un hosting de calidad

El siguiente paso, una vez ya disponemos de un dominio .es barato o similar (en España, lo habitual es seleccionar la extensión .es), consiste en escoger el hosting. Cada vez que un dispositivo cliente —el ordenador, el tablet, el smartphone... de un internauta— solicita acceder a un sitio web, el aparato envía una solicitud de acceso al servidor. Este servidor no es más que otro dispositivo —generalmente, mucho más potente y con una capacidad de almacenamiento superior— que almacena una o varias páginas web, con todo su contenido (textos, imágenes, documentos en PDF, formularios, enlaces de descarga...). Si la respuesta del servidor es positiva, el usuario podrá acceder a la web. El servicio que permite alojar la web en un servidor es el hosting.Hoy día, las empresas que ofrecen hostings lo hacen bajo la modalidad Software as a Service (SaaS). Esto significa que el propietario de la web se suscribe al servicio mensual o anualmente. La contratación anual a menudo conlleva descuentos en la cuota mensual. Por ejemplo: la empresa Hostinet dispone de un plan que, por 48 euros/año (4 euros/mes), incluye, entre otras cuestiones:

  • Dominio gratuito durante el primer año.
  • Almacenamiento ilimitado.
  • Migración de una web (transferir el sitio web del cliente completamente, del servidor contratado con otro proveedor al de hostinet).
  • Garantía de 30 días.

Las prestaciones del hosting varían según el tipo de servicio contratado. En general, conviene fijarse en que incluyan:

  1. Certificado SSL gratis. Este certificado confirma la identidad del sitio web (importante para que el usuario de Internet sea consciente de que está visitando el sitio web real). De este modo, se combate el phishing y se garantiza la conexión cifrada del internauta, es decir, que la web utiliza algoritmos para proteger la información de quienes la visitan.
  2. Dirección IP española. Alojar la web en servidores ubicados geográficamente en España es importante para los propietarios particulares y las empresas con web que operan en el país, pues Google identifica la localización de cada web, lo que mejora el posicionamiento SEO a nivel nacional.
  3. Soporte técnico 24/7. Este aspecto se enlaza con el anterior. Un soporte técnico que se presta en el horario habitual del país, y en el idioma materno del propietario, agiliza la resolución de cualquier conflicto.
  4. Discos NVMe. Los servidores que utilizan esta clase de discos ofrecen respuestas mucho más breves a las peticiones de los usuarios, lo que permite que la web tarde menos tiempo en cargarse. Esto favorece la experiencia de navegación del usuario.
  5. Versión de PHP a elección del cliente. Hostinet ofrece diversas opciones de PHP (incluidas las más recientes). Estas actualizaciones en un lenguaje de programación que afecta al sitio web del lado del servidor y no, del cliente refuerzan la seguridad de la web e incluyen novedades que permiten simplificar el código informático de la misma. Esto se traduce en solventar los errores de código más rápidamente.
  6. Realización de copias de seguridad para restaurar la página web a su estado actual en caso de tener que recuperarla, por ejemplo, después de un ataque informático o de haber eliminado erróneamente parte de su contenido.
  7. Sistemas de protección frente a malwares (códigos maliciosos que los ciberdelincuentes utilizan para alterar el correcto funcionamiento de la web y/o acceder a datos bancarios de los clientes, por ejemplo, de una tienda online).
  8. Filtro avanzado de spam.

Breve repaso por los tipos de alojamiento disponibles

Grosso modo, los servicios de hosting disponibles se clasifican en: hosting básico, hosting WordPress, vps barato y hosting PrestaShop.

Hosting compartido vs. hosting dedicado

El más básico de todos ellos, es el hosting compartido. A diferencia de un hosting dedicado, con éste, el propietario de la web no dispone de un servidor únicamente destinado a alojar su web, sino que el mismo servidor almacena varias webs, lo que significa que los recursos (almacenamiento, soporte técnico...) son compartidos. Este hosting se recomienda para sitios sumamente sencillos. De lo contrario, la página web puede tardar un tiempo bastante considerable en cargarse, para desesperación de los internautas.

Alojamientos según el CMS utilizado

El servicio de hosting también varía en función del sistema de gestión de contenidos con el que se ha creado la web. Los dos que predominan en el sector son: WordPress y PrestaShop. La diferencia fundamental entre ambos está en la pretensión con que se desarrollaron los CMS en un principio. Tanto uno como otro permiten crear tiendas online en la actualidad. Sin embargo, WordPress tradicionalmente ha sido utilizado para la creación de webs, mientras que PrestaShop surgió desde el principio para configurar tiendas virtuales. De hecho, el nombre de este segundo CMS lo especifica muy claramente.

Un hosting especializado en WordPress o PrestaShop es un servicio de alojamiento web cuyas prestaciones se ajustan a las características particulares de estos dos sistemas de gestión de contenidos.

Hosting privado virtual en tiendas online o VPS

El hosting VPS es fundamental para las tiendas online que cuentan con un catálogo muy amplio y desean mostrar todos sus productos en línea. Es un punto medio entre el hosting dedicado y el hosting compartido. Por ende, combina las ventajas del hosting dedicado con el ahorro de coste del hosting compartido.

En el hosting VPS, el servidor físico sigue compartiéndose con otros (como en el hosting compartido), pero dentro del mismo servidor, cada usuario dispone de su propio espacio; un espacio que, además, se puede ampliar o reducir conforme lo requiere el propietario de la web. Esto permite disfrutar de un alojamiento web potente, pero sin pagar el coste de un hosting dedicado, donde el servidor físico alojaría sólo la web de una persona.