¿Cuál es la diferencia entre el cáñamo y la marihuana?

¿Cuál es la diferencia entre el cáñamo y la marihuana?
¿Cuál es la diferencia entre el cáñamo y la marihuana?

Es habitual que aquellos que no se han iniciado en este tipo de cultivos confundan las dos variedades diferentes de la planta Cannabis sativa más populares; el cáñamo y la marihuana.

Y es que, ambas, comparten características similares y el mismo origen. Sus diferencias se encuentran en los conceptos legales, componentes químicos y funcionalidades, aspectos fundamentales para comprender su estatus en la sociedad actual.

Tanto el cáñamo como la marihuana han generado debate durante años, pero es vital aclarar que no son lo mismo ni deben ser tratadas como tal.

Su diferencia clave y, la más importante en relación a su aspecto comercial, se refiere al contenido de compuestos activos. Por un lado, el cáñamo tiene una cantidad muy baja de tetrahidrocannabinol (THC), el componente psicoactivo que causa los efectos recreativos de la marihuana.

Por el contrario, es rico en cannabidiol (CBD), un compuesto con propiedades terapéuticas. Este bajo contenido de THC, inferior al 0,3% en la mayoría de los países donde se regula, hace que el cáñamo sea legal para distintos usos industriales y medicinales.

Por ejemplo, productos como el hash cbd 100g se elaboran a partir del cáñamo, aprovechando el alto contenido de CBD sin los efectos psicoactivos, y son populares entre quienes buscan aliviar dolores o reducir el estrés sin colocarse.

Su origen y cómo cultivarlas

Como ya se ha comentado, tanto el cáñamo como la marihuana provienen de la misma especie botánica, Cannabis sativa, pero se cultivan con fines y técnicas diferentes.

El cáñamo industrial se siembra en grandes extensiones con un enfoque en la producción de fibras, semillas y aceite. Este cultivo requiere una planta alta y de tallos gruesos, con un contenido mínimo de THC para cumplir con las regulaciones legales.

La marihuana, por su parte, se cultiva con fines recreativos o medicinales y se selecciona para maximizar el contenido de THC y otros cannabinoides. Las plantas suelen ser más compactas, con numerosas ramas y flores resinadas, que es donde se concentra la mayoría de los compuestos psicoactivos.
La producción de resina hace que las técnicas de cultivo y el manejo sean más complejos en comparación con el cáñamo.

Los usos y las aplicaciones

Otra de las grandes diferencias entre un producto y otro son el fin para el que están destinadas. El cáñamo tiene una amplia variedad de aplicaciones industriales, utilizándose tanto para fabricar papel, como elementos textiles, plásticos biodegradables, productos de belleza y suplementos alimenticios.

Su fibra es resistente y ligera, lo que lo convierte en un recurso renovable con gran potencial para sustituir materiales contaminantes. El aceite de semillas de cáñamo es rico en ácidos grasos esenciales, como el omega-3 y omega-6, beneficiosos para la salud cardiovascular.

En el ámbito medicinal, los productos derivados del cáñamo, como los aceites y extractos de CBD, tienen también una amplia variedad de usos, como por ejemplo para aliviar una variedad de afecciones, incluyendo la ansiedad, el dolor crónico y el insomnio. Estudios recientes también sugieren que el CBD puede tener propiedades antiinflamatorias y neuroprotectoras.

La marihuana, sin embargo, tiene un uso más limitado más allá del ámbito recreativo y terapéutico. En los países donde su uso está legalizado, se emplea con fines médicos para tratar enfermedades como la epilepsia, el glaucoma y los efectos secundarios de la quimioterapia, como las náuseas y la pérdida de apetito.
Estos beneficios se deben principalmente al equilibrio entre THC y CBD que se encuentra en ciertas cepas.

El marco legal en el siglo XXI

Se presentan más diferencias en cuanto a su marco regulatorio, aunque esto depende del país que se analiza. En la mayoría de las regiones, el cultivo de cáñamo está permitido siempre que el contenido de THC no supere ciertos límites legales, generalmente establecidos en un 0,2% o 0,3%. Esto permite que el cáñamo sea una fuente viable de materiales sostenibles y productos de bienestar.

Por el contrario, aunque en algunos lugares se haya avanzado hacia la legalización total o parcial para su uso medicinal o recreativo, la marihuana sigue siendo ilegal en muchas jurisdicciones. En cualquier caso, la industria del cannabis, con oportunidades en investigación, desarrollo de productos y turismo, está presionando para que se produzca un cambio legislativo que favorezca su cultivo y utilización.

También ofrece beneficios para la sostenibilidad

Alrededor del mundo, el cáñamo se está posicionando como un cultivo clave en la transición hacia una economía más sostenible. Entre otros motivos por su fabulosa capacidad para crecer rápidamente, sin necesidad de grandes cantidades de agua ni pesticidas.

Estas cualidades lo convierten en una alternativa ecológica frente a otros cultivos, como el algodón. Además, el cáñamo ayuda a mejorar la calidad del suelo gracias a sus raíces profundas, que previenen la erosión y promueven la retención de nutrientes.

Este enfoque sostenible también está impulsando la innovación en sectores como la construcción, donde los materiales a base de cáñamo, como el hempcrete (concreto de cáñamo), se comienzan a utilizar para crear edificaciones eficientes y duraderas en términos energéticos.