La construcción de Breogán Park, el parque comercial que se levantará en la parcela del Dolce Vita en el polígono coruñés de A Grela, arrancará en los próximos meses y la previsión es que, una vez abierto, genere un millar de empleos estables. Así lo explica Pelayo Capital, la sociedad coruñesa dirigida por Íñigo Veiga que impulsa el proyecto con una inversión de 80 millones de euros. Aunque la hoja de ruta inicial situaba la inauguración el próximo año, se retrasa a inicios de 2022 por los trámites burocráticos al tiempo que el coste se revisó al alza en 20 millones al haber "subido en calidades".
Ubicado a un kilómetro escaso de Marineda City, Breogán Park es el primer proyecto de transformación completa de un centro comercial en España. Sus promotores destacan que se trata de "un ejemplo único de regeneración urbana al reutilizar una parcela en el mayor parque empresarial" de la comunidad, "transformando un edificio sin uso y dotando de mayores servicios" a los 20.000 empleados del polígono y visitantes. El family office incide en que no supondrá una competencia para el comercio de barrio, sino que "complementará" su oferta con unos establecimientos que, "por su formato y tipo de operadores, no es posible implantar en el centro" de A Coruña.
El proyecto —que conjuga el concepto de tienda y el de almacén logístico para atender la venta online— dará cabida a locales de restauración, ocio, gimnasio, espacios de coworking, trasteros y aparcamientos para abonados. La firma avanza que ya se han firmado contratos "a largo plazo" con operadores y estima que la obra generará "unos 300 empleos".
Pelayo Capital informó este lunes de que la Xunta le ha otorgado la autorización comercial autonómica, "un riguroso trámite integrado", que incluye los informes del Concello, movilidad, acústico, gestión de residuos, certificación energética, ordenación del territorio y accesibilidad, estudio ambiental y el trámite de información pública.
Lastrado por la competencia de Marineda City, que con una potente oferta comercial abrió en 2011, Dolce Vita cerró en enero de 2014. Los terrenos eran propiedad de la inmobiliaria Chamartín, que impulsó el que en su día fue el mayor centro comercial de Galicia con el grupo portugués Amorim y terminó en concurso de acreedores.
