Elena Rivo: "Precisamos una nueva ley de mecenazgo más que una subida fiscal"

Profesora de la UVigo y exdecana de la facultad de Empresariales y Turismo de Ourense, Elena Rivo señala que los Erte fueron "una buena solución coyuntural" para evitar que la cifra de parados se triplicase
La profesora de la UVigo y exdecana de Empresariales y Turismo, Elena Rivo. EP
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Subdirectora de la Cátedra de la empresa familiar de la Universidade de Vigo, Elena Rivo (Ourense, 1971) es doctora en Administración y Dirección de Empresas, fue decana de la facultad de Empresariales y Turismo de Ourense y, desde 2019, es comisionada de Coordinación Institucional de la UVigo. Miembro del grupo de investigación GEN, esta profesora con experiencia en política local y en el sector financiero pone en valor el papel que están jugando las empresas, colaborando con las administraciones para hacer acopio o fabricar material sanitario, facilitando sus cadenas de logística y donando alimentos. Por ello, esta integrante del Foro Económico de Galicia ve pertinente ampliar la regulación del mecenazgo. 

¿Las secuelas que dejará el coronavirus serán más profundas que las de la crisis financiera que estalló en 2008?
La caída del PIB en 2020 se espera que sea más del doble que en el 2008, por lo tanto, las consecuencias serán más negativas. En el 2008, la crisis surgió por factores más bien internos, como la burbuja inmobiliaria, el excesivo endeudamiento y los problemas en el sistema financiero. El origen de la situación actual se debe a factores exógenos, con consecuencias más globales, que requerirán más recursos económicos, y que afectan a muchos países y sectores. 

¿Cuánto tardará la economía gallega en recuperarse? ¿Y si en otoño se impone otro confinamiento?
Los datos del Foro Económico de Galicia hablan de una recuperación en 2021, pudiendo en 2022 volver en algunos sectores a niveles del 2019. Eso siempre y cuando no tengamos demasiada prisa en normalizar la vida, cumpliendo con las normas de salud pública que impidan un nuevo rebrote. Si en otoño tuviéramos que volver a confinarnos, sería difícil recuperar situaciones previas al Covidantes de 2023. La situación será diferente por sectores. Mejorarán antes las empresas que se ven menos afectadas por el virus, como las de energía, agua y saneamiento, el sector primario, sanidad e industria alimentaria. Las ramas más afectadas y que tardarán más en recuperarse serán la hostelería, actividades culturales, y el turismo. Tampoco será fácil para el comercio minorista y, en menor medida, la industria manufacturera. Con el cierre temporal de concesionarios, se espera acabar el año con una fuerte reducción en matriculaciones. El mercado de vivienda se verá también muy perjudicado no solo en cuanto al número de transacciones, sino también en cuanto al precio del metro cuadrado y el coste de alquiler.

Sería preferible lograr una reactivación la economía que permitiera recuperar los niveles de empleo, que medidas como la renta mínima

¿La prórroga de los Erte por fuerza mayor evitará los despidos o hacen falta medidas más ambiciosas?
Apostar por los expedientes de regulación temporal de empleo fue una buena solución coyuntural. Sin ellos el paro triplicaría su cifra. Ahora el reto es lograr reactivar la economía, y  prolongar solo los Erte para empresas de actividades muy afectadas. No se puede mantener mucho esta situación por su alto coste para el sector público. 

¿Cómo evalúa la renta mínima vital que ultima el Gobierno? ¿Fomentará la economía sumergida?
Sería preferible lograr una reactivación la economía que permitiera recuperar los niveles de empleo, que medidas como la renta mínima. Entiendo que hay personas que lo están pasando mal a las que hay que ayudar coyunturalmente, pero a largo plazo, la mejor medida es la recuperación del empleo.

¿La caída de los ingresos fiscales y el coste de las medidas traerán recortes o subidas de impuestos?
Se está hablando de subidas de impuestos a las rentas más altas. Evidentemente, los gobiernos tendrán que ser muy rigurosos en la gestión pública, priorizar necesidades, y aumentar la colaboración público-privada. Esta situación ha evidenciado la gran ayuda que puede aportar el sector empresarial, no solo en cuanto a recursos económicos sino también en capacidades de gestión. Cabe poner en valor el hecho de que varias empresas y empresarios a nivel particular realizaron aportaciones a la sanidad, donando material y apoyando la gestión logística de compras, reconvirtiendo fábricas, colaborando con bancos de alimentos, comedores sociales y evitando los Erte cuando ha sido posible. En este contexto, más que subidas de impuestos, quizás, dada la colaboración eficiente de la iniciativa privada, debería impulsarse una nueva ley de mecenazgo que incluya un amplio espectro de actividades: culturales, sociales , económicas, apoyo a la investigación y universidades. Si instituciones públicas y empresas van de la mano , la salida será mucho más rápida.

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