¿Adónde va lo que pagamos? Fundación Knowcosters y sus revolucionarias etiquetas lo aclaran

Miguel Conde, de Fundación Knowcosters. EP
Fundación Knowcosters, pilotada por Miguel Conde, creador de 'Vivamos como galegos', se ha propuesto que las etiquetas marquen qué parte del precio va para la plantilla o cuál al fisco. Por ahora ya lo ha logrado con casi un centenar de empresas, como Capsa

¿Se ha preguntado alguna vez al comprar un producto qué porcentaje del precio recala en los trabajadores de la empresa? ¿Y cuánto va para el fisco español? Son detalles que no aparecen en las etiquetas, pero que de saberse podrían decantar las elecciones de los consumidores hacia una u otra marca.

La Fundación Knowcosters, creada y presidida por el reputado publicista y escritor Miguel Conde-Lobato, venezolano de padres gallegos y afincado en A Coruña, propone que estos datos figuren en el envase. "Los consumidores, tan pronto tenemos información, modificamos nuestras pautas de consumo y las completamos, las hacemos más parecidas a lo que pensamos", comenta a AGN Conde-Lobato, que fundamenta su afirmación en un mandamiento: "Que cada consumidor sea libre de elegir".

Para seleccionar entre varios productos similares, esa información extra podría ser determinante —o incluso propiciar que un consumidor excluya a alguna marca de su catálogo—. Y es que no todas las empresas son en absoluto iguales. Obviamente no son oenegés y su objetivo es ganar dinero, pero existen diferencias diametrales, como por ejemplo sus distintos grados de compromiso con el medioambiente, factor que de unos años a esta parte se encargan de destacar las compañías más verdes. Pero no sucede lo mismo con los emolumentos a sus trabajadores o las cargas fiscales, aspectos mucho más opacos para el consumidor.

De ahí que Conde-Lobato, que de publicidad sabe un rato —es el creador de la laureada campaña Vivamos como galegos de Gadis, una de las más emblemáticas de la historia televisiva de Galicia—, haya apostado desde Fundación Knowcosters por crear la huella fiscal y, más recientemente, la de empleo. Lo que proponen es, "de forma completamente gratuita", que las empresas se adhieran a ellos y, con todos los datos en la mano, determinar "si esa cantidad está por encima o por debajo de la media del sector". Se trata, pues, de una indicación breve y concisa, sin perderse en cifras de difícil encaje en un pequeño fragmento de etiqueta.

¿Cómo son las etiquetas de Knowcosters?

El deseo de Miguel y de Fundación Knowcosters —cuyo nombre, traducido al castellano como conocer los costes, ilustra a la perfección su propósito—, es que todos los fabricantes optasen por colocar sus etiquetas en sus productos. Pero de momento se trata de una iniciativa que está en sus albores —la huella de empleo se implementó el año pasado— y Conde-Lobato confía en ir sumando empresas progresivamente.

Huella de empleo

¿Y cómo se articula este mecanismo? "Son las empresas las que solicitan las huellas. Nosotros ponemos como única condición que los datos sean reales, porque luego los vamos a comprobar, investigando todos los datos financieros a través de fuentes oficiales. Hay que recordar que las empresas están obligadas a depositar sus cuentas anuales en el registro. Finalmente, les otorgamos las etiquetas de forma gratuita", explica Conde-Lobato.

A partir de ahora tendrán certificación oficial

Las etiquetas con la huella fiscal y la de empleo no tenían hasta ahora oficialidad como tal, pese a estar elaboradas estrictamente a partir de datos, pero esto cambiará tras un acuerdo al que acaba de llegar Knowcosters con Aenor, la entidad líder en certificación en España, que colaborará con la fundación para verificar las huellas de empleo, un acuerdo que celebra Conde-Lobato: "Nosotros somos  una fundación transparente pero muy pequeñita, así que necesitábamos un espaldarazo como este".

Como es lógico, las empresas que no cumplen no van a solicitar una etiqueta que las vaya a dejar mal paradas. Y eso hace precisamente que los productos que la luzca sean más apreciados por el consumidor.
La iniciativa de Knowcosters suma ya casi un centenar de empresas adheridas, y algunas de la dimensión de Capsa Food, propietaria de la gallega Larsa. También cuenta con este etiquetado la vivariense Gráficas Lar o la cercedense Fieito, de moda sostenible, mismo ramo que Sepiia, que está causando furor con sus prendas inteligentes que no se arrugan y no se manchan.

"No damos sermones"

Ya en clave más personal y reflexiva, Conde-Lobato explica que desde Fundación Knowcosters huyen del "concepto de la concienciación y del sermón". "Informamos y, en base a eso, que el consumidor decida con total libertad", añade. Eso sí, su mente crítica lo lleva a posicionarse a favor de aquellas empresas que cuidan a sus trabajadores, porque el empleo, dice, "es el nuevo cambio climático, que ganó concienciación hasta tornarse en un vector económico transversal para todo tipo de industrias".

"La deslocalización de los puestos de trabajo se ha llevado muchos empleos de España", lamenta este publicista, que también ve fundamental pagar impuestos en España porque "el Estado del bienestar no se sustenta solo".

'Know cost' en lugar de 'low cost'

No es un secreto que para vender barato hay que producir a más bajo coste aún. Y eso significa ahorrar en calidad, mano de obra o ambas, muchas veces deslocalizando la producción hacia países con legislaciones laborales más laxas y, por ende, dejando de crear empleo en España.

Por eso frente al low cost, Conde-Lobato ha acuñado el término know cost. "Se trata de consumir conociendo el coste real de los productos, el que se ve y el que no se ve". Y hace hincapié en que al demandar importaciones baratas, se exportan empleos.