El declive demográfico: Galicia perdió 21.000 residentes en edad de trabajar en seis años
Una de las consecuencias del invierno demográfico que vive Galicia es la reducción de la población en edad de trabajar. Ya viene ocurriendo e irá a más. Solo en los últimos nueve años, la comunidad perdió casi 21.000 residentes con entre 20 y 64 años, una extensa franja que concentra el grueso de personas en el mercado laboral.
A 1 de enero de este año la integraban 1,57 millones de ciudadanos en Galicia, cuando a inicios de 2019 eran más de 1,59 millones, en base a los datos del censo continuo del Instituto Nacional de Estadística (Ine).
La cifra incluye tanto a personas nacidas en España como a extranjeros que residen en la comunidad, lo que demuestra que ni la creciente llegada de migrantes es suficiente para evitar la pérdida de población en edad de trabajar.
El telón de fondo es el envejecimiento de la población, lo que contribuye a que más personas vayan alcanzado la edad de jubilación, mientras el descenso de la natalidad prosigue y las nuevas generaciones tienden a ser menos numerosas que en el pasado.
Plantillas envejecidas y más jubilados
Hoy en día, el 37,5% de las personas en edad de trabajar en Galicia tiene 50 o más años. Buena parte de ellos ven su retiro en el horizonte. Mientras, apenas el 16% de la población residente en Galicia tiene menos de 20 años. Ellos son los trabajadores del futuro, necesarios no solo para atender la necesidad de profesionales en el mercado laboral sino también para sufragar con sus cotizaciones las pensiones del futuro.
No hay que olvidar que el gasto que suponen estas pagas para la Seguridad Social es cada vez alto y seguirá al alza en en escenario en el que ya ha arrancado la jubilación de la generación del baby boom –los nacidos entre 1958 y 1977–, la cohorte más numerosa en España.
Los expertos señalan que el número de jóvenes que se incorporen al mercado laboral será insuficiente para cubrir las bajas por jubilación de esta generación, por lo que las empresas están abocadas a sufrir cada vez más para cubrir vacantes si nada cambia.
Los extranjeros, parte de la solución
Parte de la solución está en la llegada de extranjeros, que está mitigando los efectos de la crisis demográfica. De hecho, de los 17.400 puestos de trabajo que se crearon en Galicia en 2024, unos 7.000 fueron ocupados por trabajadores foráneos, lo que supone el 40%. Con las cifras de afiliación de extranjeros a la Seguridad Social batiendo récords, estos suponen ya cerca del 7% de los ocupados.
Con todo, de momento el mercado de trabajo logra aguantar el tipo. Incluso está en una buena racha, con aumentos en la cifra de cotizantes. Y es que la proporción de ciudadanos en edad de trabajar que están ocupados ha aumentado: es del 48,5%, aun así baja.
Esto contribuye a la sostenibilidad del sistema de pensiones, que cada mes ya absorbe más de 10 millones de euros en España –el doble en los meses con la extra–. Sin embargo, el equilibrio entre cotizantes y pensionistas se ve amenazado por el declive demográfico y de ahí que el Gobierno esté dispuesto a 'premiar' a quienes opten voluntariamente por retrasar su jubilación.