Con un modelo de negocio que ha basado parte de su éxito en adaptarse con las dotes de un camaleón a los deseos del cliente, un equipo de más de 700 diseñadores que toman el pulso de las tendencias y una logística que funciona como una máquina engrasada surtiendo a las 5.692 tiendas repartidas por el mundo dos veces a la semana con nuevas prendas, Inditex tiene en la sostenibilidad un caballo de batalla y un objetivo estratégico.
En un contexto en el que la propia Comisión Europea se ha propuesto cortar las alas a la fast fashion con medidas como la prohibición de destruir las prendas y el calzado no vendidos, la multinacional de la moda de Arteixo pretende abrir el camino para el resto del sector.
En su plan para reducir la huella ambiental de sus productos, que fija para 2040 alcanzar las cero emisiones netas, a hitos como el despliegue en Europa de la plataforma Zara Pre-owned -que permite acceder a un servicio de reparación de prendas, o bien donarlas o revenderlas- se suman a retos como la supresión de los plásticos de un solo uso que son entregados al cliente final, un desafío convertido en obsesión.
Bajo el paraguas del programa Zero Waste , el grupo busca "minimizar" su impacto y alentar "un cambio cultural en las personas", como señalan desde el equipo de sostenibilidad, que apunta a tres ejes: "la prevención, la preparación y la gestión de residuos". La compañía fundada por Amancio Ortega saca pecho tras lograr evitar en 2023 el envío de residuos plásticos a vertedero desde sus sedes, centros de distribución y tiendas propias a base de un concienzudo trabajo de clasificación y gestión por medios propios o a través de un operador autorizado. "No son residuos son recursos que deben ser recuperados y gestionados", recalcan desde el grupo, al tiempo que explican que su empeño en evitar que lleguen plásticos a los consumidores se debe a que, si esto pasa, Inditex "no puede garantizar su cauce de reciclaje".
La multinacional se ha dotado de 2.200 change makers, que velan por la sostenibilidad en las tiendas de Zara.
Con ese mantra por bandera, el coloso gallego de la moda ha dado pasos como la sustitución de las perchas de plástico por otras de resina que se recirculan o el reciclado de sus propias cajas de cartón para enviar los pedidos o mover la mercancía desde los almacenes. Dentro de esta estrategia transversal, Inditex se ha dotado de 2.200 change makers, que no son otro que profesionales de las tiendas de Zara que actúan como "encargados de velar por la sostenibilidad" en sus establecimientos y aportar un feedback a Arteixo con sugerencias de mejora en las reuniones periódicas que mantienen con el cuartel general.
Entre las iniciativas que más llaman la atención está el proyecto emprendido en 2019 para dar una segunda vida a las perchas de plástico. Fruto de una labor de investigación e innovación compartida con un proveedor español, Inditex ha optado por una solución novedosa: "triturar" esos soportes para producir los marchamos de los que cuelgan las etiquetas que marcan los precios de sus prendas. Tras años afinando el producto y evaluando alternativas como el uso de algas o corcho, el grupo destaca que ha logrado reducir el peso de esos cordones con un cierre resistente a un mínimo de 0,14 gramos, lo que le permite estirar las reservas de la materia prima, las perchas en desuso. Con todo, antes de que se acaben, la idea es culminar el desarrollo de una pistola propia que permitirá "cambiar el método" y utilizar un cordón fabricado con residuos textiles de Inditex que sujete la etiqueta con un nudo para evitar que se haga manualmente.
Innovación en abierto para beneficio de toda la industria
El equipo, que presume de haber encontrado desde 2019 soluciones "para el 100% de los elementos" de plástico de un solo uso que llegan al cliente final que se ha propuesto sustituir, pone en valor el hecho de que no ha patentado ninguna de las innovaciones que ha ido introduciendo en capítulos como los envoltorios. "Queremos ser ejemplo de cómo cambiar las cosas y que cualquier proveedor sea libre de producir para cualquier industria que se lo pida", refieren.
Con Zara como banco de pruebas, Inditex va poco a poco escalando a sus otras seis cadenas estas mejoras, que comprenden infinidad de cambios, como el uso de adhesivo hidrosoluble en las etiquetas, el empleo de bridas de zinc para mantener unidos los pares de zapatos o de papel para otros artículos, o el desarrollo de soluciones de cartón para sujetar los cuellos de las camisas que se venden plegadas.
"No es posible la sostenibilidad sin innovación y la innovación no es posible sin el compromiso de los diferentes actores del sector", manifestó este miércoles en la rueda de prensa que siguió a la presentación de resultados el CEO, Óscar García Maceiras.
Los únicos tres obstáculos que, por temas de legislación, la multinacional no ha podido salvar en su cruzada contra el plástico son las instrucciones y especificaciones técnicas de las lámparas, que por seguridad deben ser de este material e ir adheridas al cableado, y los precintos que sujetan los envíos voluminosos de muebles en Zara Home y los que envuelven las tapas de envases que cierran a presión, caso de los perfumes.
