El sector agrario gallego tiene un 90% menos de mano de obra que hace cuarenta años

Francisco Ónega López y Edelmiro López Iglesias. ARXINA
Al frente de las explotaciones hay solo un joven por cada 13 mayores de 65 años. El 70% de los titulares están en edad de jubilación o cerca, lo que da una idea de la necesidad de relevo

El agro gallego, una gran despensa de alimentos y barrera contra los incendios, ha perdido muchas manos que lo trabajen y lo mantengan vivo en las últimas cuatro décadas. En ese periodo de tiempo, la cifra de ocupados en el sector agrario en Galicia se desplomó cerca de un 90%, lo que en número de personas supone la pérdida de 361.300 activos.

Si en 1985, cuando España selló su entrada en la Unión Europea, sumaba 415.100 profesionales, a cierre de 2024 eran apenas 53.800 entre agricultura, ganadería y silvicultura, de acuerdo con la Encuesta de Población Activa (Epa). 

Aunque el ritmo de descenso se ralentizó a partir de la crisis económica que detonó en 2008 –destruyendo empleo en otros sectores–, e incluso hubo años de ligero aumento de la ocupación durante la última década, no se observa un claro despegue de la mano de obra en el campo.

Un sector envejecido

El envejecimiento de los trabajadores, sobre todo de los titulares de explotaciones, y la falta de savia nueva suficiente para compensar los abandonos ha generado un problema de falta de relevo generacional que es especialmente acusado en Galicia pero que se observa también a nivel europeo. 

Para analizar su magnitud, las causas e implicaciones, el Foro Económico de Galicia ha elaborado un informe que recopila datos muy significativos. Uno de ellos es que cerca de la mitad (48,3%) de los jefes de explotaciones agrarias tienen 65 o más años —de acuerdo con el Censo Agrario de 2020—. Si se suman los que superan los 55 años, se observa que siete de cada diez están próximos a la jubilación o ya superan la edad para retirarse.

En cambio, apenas un 3,5% de las personas que llevan los mandos son menores de 35 años. Dicho de otro modo, al frente de las granjas hay solo un joven por cada 13 mayores de 65 años. En la esfera nacional, Galicia es la segunda con mayor envejecimiento de los titulares de granjas, solo por detrás de la Comunidad Valenciana.

El relevo se concentra en el norte

En todo caso, hay diferencias en función del tamaño de la explotación, la rama agraria o la comarca. Por ejemplo, el peso de los jóvenes como responsables de explotaciones es mayor en el vacuno de leche y de carne o el sector porcino y el avícola, pero muy reducido en las dedicadas a cultivos.

Así, en las zonas del territorio especializadas en la producción de leche y carne, o en la ganadería sin tierras, es donde se concentra el relevo generacional. Representan una parte limitada de la comunidad y se concentran en la mitad norte, fundamentalmente en las áreas ganaderas de las provincias de Lugo y A Coruña

Amenaza para la producción de alimentos

En la presentación del informe este jueves en Santiago, sus autores, el profesor de Economía Aplicada de la USC, Edelmiro López Iglesias, y el investigador de esa institución académica e ingeniero agrónomo Francisco Ónega advirtieron que la ausencia de relevo supone perder fuentes de abastecimiento de alimentos irrecuperables.

Por eso, destacaron que la sucesión generacional se ha convertido en uno de los grandes focos de atención de la Comisión Europea de cara al diseño de la futura política agraria común (PAC).

El relevo familiar no es suficiente

El relevo en el sector agrario ha sido tradicionalmente familiar: hijos que cogen las riendas de las explotaciones que gestionaron sus padres una vez que estos abandonan la actividad. Pero ese tipo de sucesión "non é suficiente" para mantener un agro dinámico, por lo que se necesita atraer personas sin un pasado familiar en el agro o vínculo directo con él.

Lo puso de relieve Francisco Ónega, quien incidió en que "aínda que todos os fillos e fillas de titulares de explotacións agrarias continuasen, o descenso da actividad agraria previsto é inasumible se se quere  manter unha producción e sector razoablemente dinámico". 

Visión social de la profesión

Edelmiro López Iglesias señaló que uno de los condicionantes de la falta de relevo es la visión y "valoración social" de la profesión do agricultor, que no se corresponde con la oportunidad laboral que puede suponer hoy en día.

"Por iso moitas veces a sociedade se sorprende  cando ve os niveles de ingresos que se poden obter", señaló el profesor de la USC, que consideró que dar a conocer testimonios de titulares de explotaciones sobre los ingresos que obtienen puede ayudar a atraer a más personas.