De un taller de ferralla en Paiosaco a coloso del acero: la gesta de los Añón

Lorenzana, Manuel y Andrea Añón, Rueda, Dolores Suárez, Manuel Añón Rey, su hijo Gonzalo y José Bernardo Silveira. PEPE FERRÍN (AGN)
La Asociación Gallega de la Empresa Familiar reconoce la trayectoria del industrial de A Laracha Manuel Añón y su familia, al frente de un grupo siderúrgico que factura 1.500 millones y que cuenta con 2.400 empleados

"O éxito non son só os logros persoais, senón o impacto que temos nas persoas que nos rodean". Es una de las máximas que rigen la trayectoria Manuel Añón Rey (Paiosaco, 1962), que este martes recogió junto a su esposa Dolores Suárez y a sus tres hijos, Gonzalo, Manuel y Andrea el XVIII Premio Familia Empresaria de Galicia otorgado por la Asociación Gallega de la Empresa Familiar (Agef).

Al frente de un conglomerado siderúrgico con presencia internacional, que factura 1.500 millones y con 2.500 empleados, el industrial de A Laracha agradeció un reconocimiento que ve "froito do duro traballo que a familia realizou nestes anos".

Añón recibe el premio de la Agef de manos de Rueda.Ferrín

Fue en un acto celebrado en Santiago al que asistieron el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y los conselleiros de Industria, María Jesús Lorenzana, y Emprego, José González, además de representantes del mundo empresarial como el presidente de la Agef, José Bernardo Silveira; el líder de la CEG, Juan Manuel Vieites; el director territorial norte de CaixaBank, Juan Pedro Badiola, y el director general de Diario de Pontevedra, Antonio de Cora, entre otros.

Añón insta a sus hijos a "adaptarse aos novos tempos e ás tecnoloxías"

Ante ellos, un Añón emocionado agradeció el apoyo de su familia, "un piar para o bo e para o malo". En cuanto a sus hijos, que ya están en la gestión diaria del grupo, aprovechó para brindarles unos valiosos consejos. "Fillos sodes o futuro e o presente. O voso papel non é só manter os valores da empresa, senón adaptarvos aos novos tempos e ás tecnoloxías. Non teñades medo de introducir novas ideas".

En estos términos se dirigió a sus tres vástagos, a los que ve "con formación, forza e ganas de chegar" donde sus padres "xamais soñaron". Convencido de que la "innovación" es clave para mejorar la posición en el mercado en su sector, reflexionó sobre el significado del "éxito". El industrial no lo restringe solo a los resultados económicos y financieros, sino que lo concibe también como "a relación cos traballadores, clientes, proveedores e empresarios".

"Os líderes non teñen éxito só por seren grandes persoas, senón por sacar a grandeza dos que os acompañan", reflexionó el empresario

Ante una familia que debe "continuar co legado", incidió en la relevancia de "traballar xuntos" y apoyarse en el equipo "para chegar máis lonxe e moito máis rápido". Impulsor de la internacionalización de un negocio cuyas raíces beben del taller de ferralla que creó su padre en el bajo de la casa familiar de Paiosaco, en A Laracha, tras regresar de la emigración a Suiza con su madre, Añón tiene claro que "os líderes non teñen éxito só por seren grandes persoas, senón por sacar a grandeza dos que os acompañan", una máxima que promete "seguir honrando".

Con un olfato agudo para los negocios, entregado al trabajo y con empatía y una gran capacidad para conectar con las personas, como lo describió el encargado de su laudatio, José Manuel Fernández García, que ve en Añón "un ejemplo de integridad", sus primeros pasos en el mundo laboral fueron tempranos.

Me gustaba más el acero y el trabajo en casa que los libros", relató el industrial, que comenzó a trabajar en el taller de su padre a los diez años

Los dio a los diez años, cuando dejó el colegio para ponerse a trabajar en el taller . "Me gustaba más el acero y el trabajo en casa que los libros", relató el industrial en el vídeo que la Agef proyectó durante el evento.

Ejemplo de tesón, en el año 1985 creó Hierros Añón como sociedad anónima. En 1992 ejecutó su primera compra, el almacén de un cliente en Ourense, lanzándose dos años después a la importación de acero. En 2007, llegaría la venta de Siderúrgica Añón, con plantas en A Laracha y en la localidad francesa de Bayona, por más de 400 millones a la catalana Celsa.

Y en 2012 nació el proyecto de crear una siderurgia en Ceará, en Brasil, que la familia vendió años después, en 2019. Convencido de que "para ser competitivo hay que estar a la última" en tecnología, la última operación de gran calado del conglomerado —el mayor grupo de distribución familiar e independiente en Europa— ha sido la compra este año del negocio del gigante alemán de la siderurgia Klöckner en Francia, Reino Unido, Países Bajos y Bélgica. Por esta vía, Hierros Añón pasó de 1.000 a 2.400 trabajadores y "ha duplicado" los ingresos.

Rueda ve en la empresa familiar la "marca Galicia"

El encargado de entregar el galardón a Manuel Añón fue el titular de la Xunta, que incidió en que la Administración debe "poñerllo fácil" a las empresas, que "crean riqueza". "Se lles vai ben, a Galicia iralle ben", dijo. Alfonso Rueda señaló que, como otras firmas gallegas, Hierros Añón bebe de la "emigración, de empezar humildemente e con sentidiño" para luego "crecer y afianzar" lo logrado y labrarse un "prestixio".

Convencido de que la empresa familiar "é marca Galicia", puso en valor frutos de su gestión como "facilitar a maraña de trámites" a los emprendedores o procurar que la energía producida en la comunidad "beneficie especialmente ás empresas que están traballando aquí".

"Arraigo territorial, carácter familiar y capacidad de innovación caracterizan a Añón", señaló, de su lado, el presidente de la Agef, José Bernardo Silveira, que recalcó que estos valores definen a la organización.