Los trabajadores que renuncian por voluntad propia a sus empleos no dejan de crecer: ya son 8.700 al día
Cada vez más trabajadores dimiten por decisión propia de sus puestos de trabajo en España. Es lo que se conoce como el fenónemo de la gran renuncia, que se creía exclusivo de Estados Unidos, donde se popularizó tras la pandemia. Sin embargo, el creciente número de asalariados que abandonan sus empleos por voluntad propia en España ha hecho que también se hable aquí de una tendencia que constatan los números.
Entre enero y septiembre renunciaron a sus empleos cerca de 2,36 millones de personas en el conjunto del país, lo que supone un 6,5% más que un año antes y la cifra más elevada para ese periodo desde 2020. Fue a partir de ese año, el de la gran crisis sanitaria que cambió el paso de medio mundo, cuando este fenómeno comenzó a intensificarse.
En comparación con los nueve primeros meses de 2019, las bajas de afiliación causadas por una dimisión están ahora casi un 50% por encima, según los registros de la Tesorería General de la Seguridad Social. Un aspecto que llama la atención es que la mayor parte de las renuncias parten de trabajadores con un contrato indefinido –suponen el 76% de las dimisiones voluntarias registradas entre enero y septiembre–, lo que indica que tener un empleo estable no basta para quedarse en una empresa y renunciar a buscar o aceptar nuevas oportunidades laborales. Hay que tener en cuenta que esta modalidad contractual ganó un peso considerable tras la reforma laboral de 2021.
¿Cuáles son las causas del aumento de las dimisiones? Puede ser una señal de precariedad o mayor inconformismo e insatisfacción con las condiciones –desde los salarios al horario, el ambiente en el trabajo o las posibilidades de ascenso– y también un indicador de mayor movilidad por la competencia creciente por el talento y la necesidad de cubrir vacantes.
Empresas gallegas necesitan 20.000 empleados
Un factor que puede favorecer el aumento de las renuncias voluntarias es el hecho de que no falte trabajo en un país con miles de vacantes por cubrir. En Galicia, los empresarios necesitan personal cualificado para hasta 20.000 empleos, según estimaciones de la CEG, pero sufren para encontrarlo, un déficit que advierten que "amenaza" el crecimiento económico y la propia continuidad de pymes por la falta de relevo generacional.
Los perfiles más demandados son camareros y cocineros; soldadores y chapistas; conductores profesionales; comerciales o especialistas en ciberseguridad.