Nueve trucos para ahorrar en la próxima declaración de la renta

Una oficina de la Agencia Tributaria. ARCHIVO
La Ocu lanza una serie de claves para reducir la factura fiscal del IRPF que engloban desde la vivienda y los salarios a los planes de pensiones y deducciones autonómicas
Aunque el contribuyente pueda ver un poco lejos todavía la próxima declaración de la renta, pues hasta la primavera de 2025 no toca ajustar cuentas con Hacienda, si quiere pagar menos entonces debe actuar antes de que acabe este año. Hay una serie de trucos fiscales para lograrlo, siempre dentro de la legalidad, y desde la organización de consumidores Ocu recuerdan algunos de ellos.
  1. Hipotecas y obras energéticas
  2. Vender vivienda y alquilar
  3. Las deducciones autónomas
  4. Cambios de situación familiar
  5. Posibilidades con el salario
  6. Aportar a planes de pensiones
  7. Donaciones a entidades

Hipotecas y obras energéticas

La amortización de la hipoteca es una forma recurrente de rebajar la factura fiscal, aunque no está al alcance de todos. Quienes compraron su vivienda habitual de forma financiada antes del 1 de enero de 2013 podrán aplicar una deducción del 15% sobre lo que hayan pagado en 2024 por el préstamo, hasta un máximo de 9.040 euros anuales por declaración –o 18.080 si se paga la casa con el cónyuge y la declaración se hace por separado–.

Si la suma de las cuotas anuales no llega a esa cantidad, y el contribuyente dispone de ahorros suficientes, los expertos recomiendan hacer amortizaciones anticipadas hasta alcanzar esa cifra y así aprovechar íntegramente la deducción. 

Por otra parte, los propietarios de vivienda que en 2024 hayan realizado obras de eficiencia energética podrán deducir un 20, 40 o 60% sobre una base máxima de 5.000 o 7.500 euros, dependiendo del tipo de obra, siempre que se reduzca en cierta medida la demanda de calefacción y refrigeración o se mejoren el consumo de energía primaria no renovable o la calificación energética del inmueble.

Las obras no se pueden pagar en metálico y se necesita un certificado de eficiencia energética previo a las obras y otro posterior con fecha máxima del 31 de diciembre. 

Vender vivienda y alquilar

Hay ocasiones en las que la medida de ahorro fiscal consiste en dejar de hacer algo y posponerlo. Por ejemplo, a quien esté cerca de cumplir los 65 años y se plantee vender o donar su vivienda habitual, le puede interesar esperar a cumplirlos, pues la ganancia que obtendrá de la transmisión estará libre de impuestos.

Si el inmueble está a nombre de los dos cónyuges, ambos deben ser mayores de 65, pues de los contrario solo estaría exenta la ganancia correspondientes al cónyuge con esa edad. 

Por otra parte, los propietarios de una vivienda en alquiler pueden deducir de la renta sujeta a IRPF los gastos hechos para obtenerla, como Ibi, anuncios, agencia, seguros o comunidad. 

Las deducciones autónomas

Es importante informarse de las deducciones fiscales que ofrece cada comunidad y comprobar si se tiene derecho a ellas. Las puede haber por alquiler de vivienda, guardería de los hijos, gastos educativos, transporte público, ayuda doméstica, nuevas tecnologías, gastos médicos o instalación de dispositivos de ahorro de agua o energía, entre otros.

Hay que tener en cuenta que muchas deducciones autonómicas se conceden si los ingresos del contribuyente o su base imponible no exceden ciertos límites. En caso de superarlos, tal vez se puedan hacer gastos deducibles o solicitar retribuciones exentas para no superarlos. 

Cambios de situación familiar

El contribuyente debe informar a su empleados de los cambios en la situación familiar –como la adopción de un hijo o un divorcio, discapacidades o dependencia–, pues la cantidad que se retiene de la nómina a cuenta del IRPF depende, entre otras cosas, de las circunstancias familiares. 

Posibilidades con el salario

Desde la Ocu explican que obtener parte de la retribución como salario en especie es "una buena manera de ahorrar impuestos": algunas retribuciones están exentas de pagar IRPF, al menos dentro de ciertos límites. Ocurre con los seguros de salud para el trabajador, su cónyuge e hijos, los vales de comida o los cheques de transporte y guardería, entre otros. 

Aportar a planes de pensiones

Las aportaciones a un plan de pensiones pueden recortar la factura del IRPF, No es aconsejable para aquellos que obtienen rentas exclusivamente de alquileres de inmuebles, de productos bancarios o de ganancias derivadas de transmisiones patrimoniales, ya que este tipo de rentas no se reducen por aportar a planes de pensiones.

Pero sí puede ser una opción interesante para los que obtienen rentas del trabajo, de actividades profesionales o empresariales y de alquileres de inmuebles –en este caso solo si, además, tienen rentas de los dos tipos anteriores–. 

De ser el caso, en la declaración la cantidad máxima que podrán descontar por aportar a su plan de pensiones será la menor de las siguientes: 1.500 euros anuales, que se incrementan en 8.500 cuando el incremento provenga de contribuciones empresariales o de aportaciones del trabajador al mismo plan de empleo que dependen del importe aportado por la empresa; o el 30% de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas percibidos individualmente en el ejercicio. 

Donaciones a entidades

Las donaciones a oenegés o entidades sin ánimo de lucro deducen. En la próxima declaración se podrá deducir un 80% sobre los primeros 250 euros y un 40% sobre lo que exceda ese cuantía –un 45% si es el cuarto año que se contribuye con la misma entidad y nunca se ha reducido la aportación–.