Adiós a Olegario Vázquez Raña, el éxito personificado de 'hacer las Américas'
Galicia, por su pasado emigrante, está repleta de historias de éxito en la diáspora. Pero pocos encarnaban tan bien el sentido de la frase hacer las Américas como Olegario Vázquez Raña, fallecido este viernes a los 89 años de edad en México, país que lo vio nacer y donde fraguó una gran fortuna, aunque él siempre se sintió y ejerció como gallego.
Sus padres Venancio Vázquez y María Raña emigraron a México desde Avión, el pueblo gallego más identificado con el país azteca –incluso cuenta con una fiesta mexicana en verano–. Y si esto es así es en buena medida por la influencia de Olegario, que viajaba a este pequeño núcleo del interior ourensano cada vez que tenía ocasión. Y lo hacía acompañado a veces de grandes fortunas aztecas, como Carlos Slim. Sus partidas de dominó en el Bar Moncho, a las que algún verano se sumó Amancio Ortega, se convirtieron en una de las instantáneas más esperadas del verano gallego.
Alejado de histrionismos y narcisismos
En Avión, con todo, siempre mantuvieron a raya a la prensa, aludiendo al carácter discreto de Vázquez Raña y sus acaudalados visitantes. Y es que Olegario representaba un modelo de empresario que hoy está en peligro de extinción: el del perfil bajo y el de hablar únicamente con hechos, muy alejado de los histrionismos, excentricidades, narcisismos y charlatanería en las redes que tanto se estila ahora entre los magnates jóvenes.
Hermano del también exitoso emprendedor Mario Vázquez Raña, fallecido hace una década, Olegario representaba además a la perfección el perfil de empresario multidisciplinar.
Un empresario que tocó todos los palos
Y es que en una época en la que la recomendación por norma era centrarse en los ámbitos de los que verdaderamente se entendía, Vázquez Raña optó por repartir los huevos entre distintas cestas. Y así se hizo grande su Grupo Ángeles –bautizado así como muestra de cariño a su esposa María de los Ángeles Aldir–, que hoy en día es un gigante que tiene como buque insignia la red de hospitales Los Ángeles, pero también reúne intereses en el sector hotelero, con los lujosos establecimientos Camino Real, medios de comunicación, con el periódico Excelsior o Grupo Imagen o la banca, a través de Banco Multiva. El conglomerado económico queda en buenas manos, las de su hijo Olegario Vázquez Aldir, que cogió en 2018 el testigo de su padre.
El legado que deja el finado es excelso, sin comparación con sus inicios en el mundo de la empresa, que fueron a los nueve años en la humilde tienda de radios de su padre. Aquel primer contacto con el comercio sería el germen de la cadena Hermanos Vázquez, que fundó con sus hermanos y que fue pionera en acercar tecnología al consumidor popular mexicano mediante fórmulas de crédito accesibles. La empresa se convirtió en un símbolo del ascensor social azteca, previa a que la carrera de Olegario se elevase definitivamente en los ochenta y noventa hasta tocar diversos palos.
Fue también un laureado deportista
Esa faceta poliédrica del finado se acentúa todavía más al recordar su participación en las olimpiadas como destacado deportista de tiro olímpico: Representó a México en cuatro Juegos Olímpicos consecutivos como tirador deportivo –Tokio 1964, México 1968, Múnich 1972 y Montreal 1976–, rompiendo récords y cosechando varios triunfos continentales.
México y Galicia lloran a Vázquez Raña, un modélico entrepreneur que ejerció de embajador gallego en cada una de sus aventuras empresariales, sinónimo de esa forma tan gallega de alcanzar el éxito: con humildad, tenacidad y sentidiño.