Aena negocia nuevas rutas en los aeropuertos de Galicia para contrarrestar la voracidad de Oporto

La gestora lanza un mensaje de tranquilidad ante las malas cifras de Lavacolla, que ha perdido 200.000 pasajeros este año, y no cree que el Ave de Vigo a Portugal, con parada en Sá Carneiro, aseste "un golpe crítico" a las terminales gallegas
Un avión despegando en el aeropuerto vigués de Peinador. RAFA FARIÑA
Un avión despegando en el aeropuerto vigués de Peinador. RAFA FARIÑA

Galicia ha encendido la luz de emergencia en materia aeroportuaria, con su principal activo, Lavacolla, perdiendo 40.000 pasajeros al mes que, como en vasos comunicantes, está ganando Oporto, que pesca cada vez más en caladero gallego, con veinte lanzaderas diarias desde Vigo y otras cinco desde Santiago. Pero Aena, la empresa pública encargada de gestionar los tres aeropuertos gallegos, lanza un mensaje tranquilizador: en estos momentos está trabajando "codo con codo con las compañías aéreas y otras administraciones para atraer nuevas rutas".

Y estas negociaciones ya han cristalizado en la obtención de una nueva ruta para el aeródromo gallego que más está sufriendo, Lavacolla, que acaba de sumar esta temporada de verano "un enlace operado por Vueling con Heathrow, el mayor aeropuerto inglés en volumen de pasajeros", tras un trabajo del que ha sido especial partícipe el Concello compostelano, a través de Turismo de Santiago.

De que estos esfuerzos sirvan para contrarrestar la voracidad de Sá Carneiro, el aeropuerto de la segunda capital lusa, existen serias dudas. Desde Aena evitan valorar cuestiones que no son de su competencia, por lo que no se pronuncian sobre la pujanza de Oporto, si bien anticipan que según sus prospecciones de mercado "no se prevé un golpe crítico a los aeropuertos gallegos", aun contemplando el futuro Ave Vigo-Oporto, con parada en Sá Carneiro.

La gestora pública —inmersa en estos momentos en la remodelación del aeropuerto barcelonés de El Prat, con una inversión superior a los 3.000 millones— reconoce las malas cifras del principal aeródromo gallego, aunque solo en parte. "El aeropuerto de Santiago-Rosalía de Castro está viendo algo reducido su tráfico después de unos años de crecimiento muy significativo", explican fuentes de Aena sobre un descenso acumulado hasta mayo del 17% de pasajeros. Esto supone que por la terminal dejaron de pasar más de 200.400 personas respecto a un año antes, dos veces la ciudad de Lugo.

Aena ve ventajosos los tres aeropuertos "por la facilidad para coger un avión", pero la realidad es que muchos gallegos van a Oporto

Es un descenso sin paliativos que Aena atribuye a la "reducción de enlaces decidida por Ryanair y al ajuste realizado por Iberia en rutas que cuentan con conexión de Ave". "No obstante, trabajamos de forma constante con las compañías para poder atraer nuevas conexiones", aseveran desde la gestora.

Y aseguran que "Aena cuenta con planes para potenciar el tráfico en los aeropuertos que incluyen, entre otros aspectos, análisis de mercado e incentivos de los que se pueden beneficiar los aeropuertos gallegos". "Tenemos un equipo de márketing aeroportuario que cuenta con herramientas que permiten analizar en detalle el mercado. A través de diferentes análisis en los que toman como referencia, entre otras cosas, criterios como las búsquedas en internet de vuelos por parte de los pasajeros potenciales, elaboran propuestas realistas para las aerolíneas y mantienen un contacto constante con ellas".

¿Hay realmente coordinación?

Cuando se aborda el tema aeroportuario en Galicia, la pregunta más repetida es si existe la cacareada coordinación entre terminales o si bien se fagocitan unas a otras, favoreciendo en última instancia a Oporto.

Desde Aena aseguran que "los tres aeropuertos gallegos pertenecen a la misma gestora, por lo que existe una coordinación interna e, inevitablemente, un aprovechamiento de las sinergias". Y al respecto, la empresa reitera a una estrategia en la que "los aeropuertos gallegos trabajan de manera constante junto a las compañías aéreas para atraer nuevas conexiones". 

¿Sobran aeropuertos en Galicia?

Otro punto inevitable en el debate aeroportuario es si tres aeropuertos separados entre sí por 70 kiómetros de distancia son demasiados en un área, Galicia, de menos de tres millones de habitantes. No lo cree así Aena. "El hecho de contar con tres aeropuertos favorece que todos los ciudadanos gallegos tengan una mayor facilidad para coger un avión y, con ello, ahorrarles tiempo e incertidumbre en los desplazamientos".

El problema, en este sentido, no es lo cerca que estén las instalaciones aeroportuarias, sino lo llenas o vacías que estén de aviones y las rutas que ofrezcan. Y es constatable que muchos gallegos, teniendo un aeropuerto a tiro de piedra, hacen más de 100 kilómetros hasta Oporto para viajar.