Batidas, esperas y monterías se podrán autorizar para controlar los ataques del lobo
El Gobierno gallego revisará y actualizará la normativa autonómica después de que el Congreso aprobase el pasado jueves una enmienda impulsada por el PP e introducida en la ley de desperdicio alimentario para retirar al lobo ibérico del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre).
A la espera de que el texto se publique en el Boletín Oficial del Estado, lo que supondrá la reducción de la protección de las manadas al norte del Duero y la vuelta al modelo de gestión anterior a septiembre de 2021 —cuando el Gobierno central incluyó al depredador en el Lespre—, la Xunta analizó este lunes un acuerdo por el que se inicia la adaptación del marco normativo autonómico, concretamente, de la resolución que fija las épocas hábiles de caza.
Una vez que las comunidades recuperen el control de la especie, el Ejecutivo gallego retomará su plan de gestión del lobo, de manera que podrían autorizarse acciones como las esperas, batidas o monterías "en casos nos que se xustifiquen convenientemente os danos recorrentes" a las explotaciones ganaderas. Y la Administración autonómica se encargaría de desplegar "un rigoroso seguemento" para garantizar la preservación de las poblaciones.
La idea es que el nuevo marco "estea en vigor antes do mes de xuño", según explicó el presidente, Alfonso Rueda, que reunió de forma extraordinaria a su Gobierno en Ferrol en el que es el segundo Consello itinerante de su mandato tras el celebrado en Noia en noviembre.
El plan de gestión de la especie, que data de 2009, está "plenamente vixente"
El Ejecutivo gallego sostiene que toca alcanzar "un equilibrio" entre la protección de la especie y los intereses del sector ganadero. Para ello, los técnicos de la Consellería de Medio Ambiente analizarán los datos disponibles para ajustar los criterios de valoración de la recurrencia de los daños causados por el lobo para que sirvan de referencia para que se puedan adoptar las medidas de control previstas en el plan de gestión de la especie, que data de 2009 y que está "plenamente vixente".
Crítico con el Ejecutivo de Pedro Sánchez por mantener la máxima protección incluso después de que el pasado diciembre el comité del Convenio de Berna aprobase reducir el estatus de protección estricta a simple protección, el Gobierno gallego remitió a la Moncloa un informe que indica que las poblaciones del depredador en territorio gallego crecieron un 37% en los últimos 20 años, con 93 manadas repartidas por "máis do 90% da superficie" de Galicia.
Ganaderos, "al límite" por las embestidas del depredador
El departamento que dirige Ángeles Vázquez advirtió al Ministerio para la Transición Ecológica de que la falta de medidas de control llevaron a "moitas familias ao límite por non poderen afrontar as perdas derivadas dos ataques" de este animal silvestre.
Según los últimos datos, en 2024 un total de 3.225 reses fueron víctimas de las embestidas del lobo, un 57% más que en 2021. En total, se dio parte de 2.127 ataques, un 77% más.
Para paliar los daños ocasionados con ayudas y facilitar la adopción de medidas de prevención, el Ejecutivo gallego incide en que tuvo que "facer un maior esforzo orzamentario", pasando de 350.000 a 900.000 euros.
"Sempre defendemos compatibilizar a presenza do lobo coa actividade gandeira e agrícola", recalcó Rueda.

