Un 'bosque autóctono' se planta en el Obradoiro para gritar "non" a Altri en Palas

Miles de personas se manifiestan en Santiago para reclamar a la Xunta que no conceda la autorización ambiental integrada al proyecto de la macrocelulosa 
Participantes en la manifestación convocada en Santiago por Ulloa Viva contra el proyecto de Altri en Palas. EP
Participantes en la manifestación convocada en Santiago por Ulloa Viva contra el proyecto de Altri en Palas. EP

Miles de personas venidas de las cuatro provincias respondieron a la llamada de la plataforma Ulloa Viva para concentrarse este domingo en Santiago y plantar un simbólico bosque autóctono de paraguas en protesta por el proyecto de Altri en Palas de Rei y, también, por la política minera de la Xunta.

Al grito de "medra, foresta da Ulloa!", decenas de paraguas se alzaron en el Obradoiro cubiertos de hojas de robles, castaños y helechos para responder a la "invasión" del eucalipto que los organizadores vinculan a las previsiones de la macrocelulosa lusa, un proyecto empresarial en que, "como se facía nos tempos de Franco", el Gobierno gallego apuesta por favorecer "negocietes amigos" a costa de "desfacer a natureza e as aldeas", proclamó Xurxo Souto.

El excantante de los Diplomáticos de Montealto ejerció de maestro de ceremonias de una manifestación en la que se vio en primera fila a representantes políticos como la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, o los alcaldes de Santiago y Pontevedra, los también nacionalistas Goretti Sanmartín y Miguel Anxo Fernández Lores. También participó en la marcha la secretaria de organización del PSdeG, Lara Méndez.

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Convocada bajo el lema Dende a Ulloa ata o mar. Polas que somos e as que virán, en solidaridad también con la causa palestina, los participantes en la marcha, que partió al mediodía de la Alameda compostelana –de la que aún una hora más tarde seguía saliendo gente, mucha de ella llegada en autobuses fletados desde múltiples puntos de Galicia–, corearon frases como "Rueda, recúa, a auga non é túa", en la que instaron al presidente de la Xunta a denegar la autorización ambiental integrada para Altri, el paso siguiente a la declaración de impacto ambiental, aún pendiente.

Confían en que, impulsado por esta contestación social que se mantiene firme, sea el varapalo definitivo para un proyecto que no recibirá las ayudas a la descarbonización a las que aspiraba para ponerse en marcha y al que el Gobierno central no ha concedido la conexión a la red eléctrica que planteaba.

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