Uno de cada tres concellos perdió a más del 50% de sus vecinos desde 1981

El descenso de población, que en algunos casos supera el 70%, se ceba con Lugo y Ourense 
Una nieto con su abuelo.EP
photo_camera Una nieto con su abuelo.EP

Los datos del padrón de 2019 supusieron para Galicia caer de la barrera simbólica de los 2,7 millones de habitantes. Continúa así con un descenso demográfico arrastrado desde 2010, aunque para una aplastante mayoría de ayuntamientos —245 de 313—, la mayoría de Lugo y Ourense, la despoblación es constante desde hace por lo menos 40 años.

De acuerdo con el padrón municipal a 1 de enero de este año, publicado por el Instituto Nacional de Estadística (Ine), tan solo 68 municipios de la geografía gallega ganaron habitantes desde 1981. Principalmente son grandes ayuntamientos como A Coruña y Vigo, así como sus áreas de influencia. Pero, en cambio, 94 concellos perdieron más del 50% de sus vecinos desde entonces. Solo cuatro son de Pontevedra —Agolada, Covelo, Forcarei y Crecente— y otros cinco de A Coruña —A Baña, A Capela, Mañón, Toques y Vilasantar—. 
Los restantes concellos de estas dos provincias, crecieron.

El panorama es opuesto en la Galicia interior. En Lugo son ya 26 los ayuntamientos que en los últimos 38 años bajaron en población la mitad o incluso más. Destacan las caídas de más del 70% en Navia de Suarna —que contaba con 3.773 vecinos en 1981 y con 1.081 
este año— y Muras, que pasó de 2.228 a tan solo 642.

 Los alcaldes lamentan la falta de respaldo derivada de la escasa presión que pueden ejercer

Sin embargo, Ourense concentra las mayores fugas. Entre 1981 y 2019, solo 8 de 92 municipios aumentaron. Pero es que, además, en diez el desplome supera el 70%: Baltar, O Bolo, Castrelo de Miño, Cualedro, Lobeira, Parada de Sil, San Xoán de Río, A Teixeira, 
A Veiga y Verea. De ellos, dos marcan el récord gallego: San Xoán de Río pasó de tener 2.755 vecinos a solo 531 (-80,7%), y A Teixeira bajó de 2.030 a 316 (-84,4%).

"NADA RESPALDADOS". "Hubo una emigración importantísima en los años 50, 60 y 70. Aquí quedó una población que más o menos tenía una subsistencia en la agricultura, en la ganadería, en los viñedos... Pero la gente iba cumpliendo años", explica el alcalde de A Teixeira, Miguel Antonio Cid. En el caso de su concello, la despoblación "más acentuada" ocurre "desde hace ocho o nueve años", y si todavía residen familias es por el "mucho trabajo" que dan los viñedos, añade.

Ahora, el regidor del PP pone su "esperanza" en la declaración de la Ribeira Sacra como Patrimonio de la Humanidad, el principio de unos brotes verdes en el sector turístico, vaticina. "La iniciativa privada es al final lo que mueve un poco el mundo", aunque las administraciones "también pueden ayudar", matiza.

José Manuel Braña cree que los ayuntamientos de la ‘España vaciada’ no están "nada respaldados" por administraciones como la Xunta o el Estado

El problema "no es tener más habitantes o menos, sino la ruralidad", subraya su homólogo de Negueira de Muñiz, José Manuel Braña, quien argumenta que "no es lo mismo ser un ayuntamiento pequeño cerca de la capitalidad" que en zonas más aisladas.

El alcalde del municipio con menor población de Galicia —215 censados— alude a una "escasez de recursos de todo tipo: personales, económicos culturales..." que limitan las posibilidades de los concellos pequeños, agravadas por la "descomarcalización" de servicios. Por ello, ve necesario un "cambio de política" que evite que sean "ciudadanos de segunda", como certifica, indica, que cuenten con el "peor" acceso a internet o los "100 kilómetros" que deben hacer para ir al hospital. Y es que, según el socialista, los ayuntamientos de la ‘España vaciada’ no están "nada respaldados" por administraciones como la Xunta o el Estado. "Se ha perdido el respeto institucional", sentencia, tras reflexionar que "la política se basa al final en cuentas de votos y los votos están en las ciudades".

Cid coincide. "Haces peticiones con todo el interés como mejora de caminos, de abastecimientos, de otras infraestructuras y no son atendidas porque la presión de la población es pequeña", constata.