Carmen Avendaño: "Creo muy poco en la reinserción de los narcos"

La presidenta de Érguete está en contra de la prisión permanente revisable para cualquier tipo de delito: "Me parece una barbaridad terrible porque está encubriendo una cadena perpetua

La presidenta y fundadora de Érguete, asociación pionera en la lucha contra la droga, Carmen Avendaño.CABALAR (EFE)
photo_camera La presidenta y fundadora de Érguete, asociación pionera en la lucha contra la droga, Carmen Avendaño.CABALAR (EFE)

Carmen Avendaño es una mujer bregada en muchas luchas, la de la reinserción social de los presos es una de ellas y por eso, Érguete, la asociación que preside y que fundó, es una pieza fundamental en los programas de reinserción que se llevan a cabo en la cárceles gallegas y que, en algunos casos, se han exportado a otras prisiones españolas. Esta semana la Fundación Barrié presentaba dos importantes convenios de colaboración, por un importe de más de 600.000 euros, con Instituciones Penitenciarias para reinsentar a internos en las cinco prisiones de la comunidad, un programa en el que participa la asociación de Avendaño.

No en vano, ella y otras madres, fueron pioneras en la defensa de los derechos de los presos; todas ellas, igual que le ocurría a Carmen, tenían hijos en prisión a la que llegaban, en casi todos los casos, de la mano de su adicción a las drogas. "Nuestros hijos después de saquear nuestras casas robaban y la cárcel era el último sitio en el que recaían", rememora Avendaño, que explica así el nacimiento de una cruzada contra el narcotráfico que ya nunca más acabaría. De hecho, nada más comenzar a hablar deja muy claro que en el trabajo de reinserción que Érguete lleva a cabo en las cárceles hay dos excepciones: "No hablamos ni con narcotraficantes ni con maltratadores".

Tener un hijo en la cárcel es muy duro, yo pensaba que era algo imposible de superar hasta que tuve dos

Cuesta entender esa declaración de intenciones por parte de una mujer que, si por algo se ha caracterizado a lo largo de su vida, es precisamente por ese intento de restaurar la dignidad y la autoestima de presos de todo tipo. Así que la pregunta es inevitable: "¿Crees en el perdón?" La respuesta tarda en llegar y, después de un soplido, no contesta directamente a lo que se le plantea: "Creo que cuando alguien comete determinados delitos es muy difícil la reinserción y el narcotráfico es uno de ellos".

Avendaño explica el porqué de esa incredulidad. "Primero, por el valor que le dan al dinero y al poder; segundo, porque su propio entorno está involucrado, entran en una dinámica de la que creo que es muy difícil salir y tercero, porque tampoco tienen mucho interés". Así que concluye: "Yo en la reinserción de los narcos creo muy poco o prácticamente nada". Y de nuevo, tras unos segundos de silencio, añade: "Y eso que soy una firme defensora de la reinserción, ¿eh?".

La gente habla con mucha frivolidad de la vida en la cárcel. La prisión es una cosa muy dura y cercena los derechos y la autoestima de los presos

Carmen Avendaño recuerda las interminables peleas que mantuvo con el que hoy es el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, con quien coincidió esta semana en A Coruña, y por el que hoy reconoce tener un gran aprecio. También Yuste, por su parte, ha reconocido públicamente la admiración que siente por esta mujer, luchadora incansable a la hora de mejorar las situaciones de los presos en las cárceles.

"Éramos unas tocahuevos", asegura Avendaño cuando recuerda como ella y otras madres llegaban a las cárceles y·se encontraban "con problemas muy fuertes y eran escasas las soluciones". Ahí empezaba la lucha. "Y, claro, a los funcionarios los fastidiábamos porque en esos momentos estaban más cómodos jugando la partida".

Érguete fue pionera en introducir programas de reinserción con presos de primer grado que viven en módulos de régimen cerrado

"Tener un hijo en la cárcel es muy duro, yo pensaba que era algo imposible de superar hasta que tuve dos", cuenta. Fue entonces cuando levantó la voz, la fuerza y la cabeza e inició una "cruzada" a favor de la reinserción. "La gente habla con mucha frivolidad de la vida en la cárcel", se lamenta. "Dicen —continúa— que los presos viven como Dios porque tienen piscina... No saben de lo que están hablando, la prisión es una cosa muy dura y cercena los derechos y la autoestima de los presos".

Érguete fue pionera en introducir programas de reinserción con presos de primer grado que viven en módulos de régimen cerrado, un programa que el secretario general de Instituciones Penitenciarias ha elogiado, que ha sido exportado a otras prisiones españolas y que deja datos muy esperanzadores. En las cárceles de A Lama (Pontevedra) y Teixeiro (A Coruña) el 70% de los 65 internos participantes han pasado al segundo grado y el 90% no ha tenido partes disciplinarios desde que iniciaron el programa.

'Éramos unas tocahuevos', asegura Avendaño cuando recuerda como ella y otras madres llegaban a las cárceles y·se encontraban con todo tipo de problemas

De hecho, Avendaño reconoce que es con internos de primer grado con quien más le gusta trabajar. "Es un trabajo duro, porque los presos entran en una dinámica de aislamiento en el que hay que reeducar en valores, recomponer la autoestima pero que tiene muy buenos resultados". La presidenta y fundadora de Érguete deja muy claro que a lo largo de tantos años de trabajo no ha tenido "ni un triste incidente" y proclama: "Todo lo contrario, somos recibidos con todo el respeto".

Sobre la prisión permanente revisable lo tiene claro y no tarda ni medio segundo en contestar: "Me parece una barbaridad terrible porque está encubriendo una cadena perpetua, estoy en contra para cualquier tipo de delito". ·"Una vez cumplida la pena por el delito cometido todo el mundo tiene derecho a la reinserción" y, finaliza sin atreverse a acabar la frase: "Es que si no creemos en la reinserción..."

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