Choque entre Pontón y Rueda por los informes sobre el coste del rescate de la AP-9
Los informes que Xunta y BNG encargaron para traducir a cifras el coste del traspaso de la titularidad de la AP-9 a la Xunta y a la reversión de la concesión a Audasa para que el vial vuelva a manos de la Administración estuvieron este miércoles en el foco del cara a cara entre Alfonso Rueda y Ana Pontón en la sesión de control al Gobierno gallego en el Parlamento.
La portavoz nacional del Bloque inició el lance cargando contra el estudio que la Consellería de Planificación de Infraestruturas encargó a la consultora madrileña Eptisa, que cuantificó en 526,52 millones el coste que para el Estado acarrearía el traspaso de la Autopista del Atlántico a la Xunta, una factura que se elevaría a hasta 2.355,5 millones en caso de que se revirtiese el contrato con la concesionaria.
Tras afear a la Xunta no haber optado por alguna de las tres universidades o por consultoras gallegas, Pontón cargó contra Rueda por “encargarlle o informe a unha empresa con vínculos con Audasa”, en alusión a una información publicada por El Salto.
La primera espada del BNG, que retó a Rueda a “deixar de rirse dos galegos” y cifró en 17.918 euros el coste del estudio adjudicado “a dedo” a Eptisa, censuró que de este trabajo se extraiga la conclusión de que la Xunta “pretende que se paguen 1.450 millóns de máis do que lle correspondería a Audasa polo rescate”.
Frente a un estudio que, a su juicio, “non é neutral” y apunta a “un claro conflito de intereses”, Pontón contrapuso el que el BNG encomendó a los profesores de la UDC Carlos Aymerich y José Antonio Blanco, que calcula en 904,7 millones el rescate al defender que no cabe indemnizar a la filial de Itínere por el lucro cesante por la retirada de una concesión que el Gobierno de Aznar extendió en el año 2000 hasta 2048. “Audasa non ten dereito porque o contrato é ilegal”, mantuvo Pontón.
Rueda arremete contra el estudio que el BNG encargó a Carlos Aymerich
El presidente de la Xunta recogió el guante para culpar a la líder del principal partido de la oposición de “botarlle moito morro”. Rueda también trató de restar credibilidad al estudio del BNG al recordar que entre sus autores está el que fuera portavoz del BNG en el Parlamento, el vigués Carlos Aymerich. “Non pode ser un exemplo de imparcialidade facendo un informe en favor do BNG”, aseveró.
Pontón le contestó afeando a la Xunta su propensión a “entregar carnés de malos e bos expertos cando son exdeputados” en función de si las conclusiones dan o no “a razón ao PP”.
A la espera de que la Comisión Europea se pronuncie sobre la legalidad de la prórroga de la concesión, Pontón reclamó a Rueda “pedir perdón aos galegos” por la “estafa” en la que, a su juicio, incurrió el Gobierno de Aznar al extender los peajes hasta 2048 en el 2000, tras lo que llegó la privatización del vial en 2003 “a prezo de saldo”.
Ante unos usuarios de la AP-9 que seguirán anclados “no día da marmota” en los próximos 24 años si nada lo remedia, la sarriana reivindicó como logro del BNG el haber “conseguido os descontos” en los peajes.
Ante una Pontón que ve “ancorada no pasado” y un nacionalismo que percibe como “algo trasnoitado”, el titular de la Xunta ironizó con que su gabinete “moi ben o ten que estar facendo” para que el BNG le pregunte por “unha decisión do Goberno no ano 2000”.
El pontevedrés también retó a su oponente a “poñerse brava” ante un Pedro Sánchez del que, advirtió, está “tomándolle o pelo” al BNG. Aludió así al nivel de cumplimiento del segundo pacto de investidura que Bloque y PSOE sellaron en 2023, que contempla el aumento de los descuentos, su extensión a la AP-53 y el compromiso de seguir trabajando para lograr la gratuidad del vial que conecta Ferrol con Tui. “Non arranxaron absolutamente nada”, recriminó Rueda, que culpó a Pontón de “conseguir que a AP-9 sexa a autopista máis cara de España”.
El riesgo de pasar "de vítima a cómplice"
En esta tesitura, el titular de la Xunta puso deberes a la nacionalista, máxime después de que el presidente del Gobierno central diese a Rueda “a calada por resposta” cuando en su reunión en la Moncloa el 20 de septiembre le preguntó por el traspaso. Pidió a la nacionalista que “abandone a mansedume” y lance “unha advertencia” a los socialistas condicionando “os pactos de goberno” en los concellos gallegos a la posición del PSOE en relación a la solicitud de la transferencia del vial aprobada por unanimidad en el Parlamento gallego que se tramita en el Congreso.
“Estaremos moi atentos ao que faga o PSOE en Madrid e ao que fagan vostedes en función da decisión que adopte o PSOE”, advirtió el líder del PPdeG, que avisó a Pontón que “cando a un o enganan” en reiteradas ocasiones “corre o risco de pasar de vítima a cómplice”.

