El Sergas llama a los médicos a reducir las recetas de antibióticos, que repuntan en Galicia
El Sergas lanza una llamada a los facultativos de Atención Primaria tras detectar que el consumo de antibióticos sigue al alza. En su último informe, la Dirección Xeral de Saúde Pública analiza la evolución de la dispensación en 2023 y constata que el consumo global fue de 24,04 dosis diarias por cada 1.000 habitantes (DHD), por encima de las 22,38 de 2022.
Dado que la resistencia a los antimicrobianos es uno de los principales problemas de los sistemas de salud a nivel mundial y que en gran medida deriva de un consumo inadecuado, la Consellería de Sanidade recomienda a los médicos de familia que eviten prescribir estos compuestos "se non é necesario".
Y pone el foco especialmente en la necesidad de "reducir a prescrición" de fluoroquinolonas, cefalosporinas de tercera generación y del principio activo mayoritario, la amoxicilina- clavulánico, que en 2023 copó el 29,2% del consumo.
La instantánea revela que el consumo de antibióticos en Galicia sigue por encima de la media española, que en 2023 fue de 22,5 DHD --rebasando la referencia comunitaria, de 18,5--, y duplica de largo los niveles de los países europeos con menor consumo, como Países Bajos (8,8), Austria (9,5) o Alemania (11,7).
En su análisis, el Sergas tuvo en cuenta las recetas extendidas por la red pública, que suman el 71% del total; las facturadas con cargo a las mutuas (5%) y una estimación de las de las consultas privadas (24%) en base a una muestra realizada en farmacias.
La radiografía indica que el año pasado se dispensó al menos un antimicrobiano al 31% de los residentes con derecho a farmacia financiada por el Sergas, una ratio más elevada entre las mujeres (36%) que entre los varones (26%).
La comunidad se posiciona así como la quinta con mayor uso de estos compuestos en un ránking que encabeza Extremadura (27 DHD) y que tiene a los vascos como los que presentan niveles más reducidos (18,9%).
El consumo vuelve a niveles precovid
El consumo vuelve a aproximarse a los niveles precovid, pues después de que en 2019 la ratio se situase en 24,6, con la irrupción del virus y la imposición de confinamientos, mascarillas y restricciones de movimiento el indicador descendió al 19,3 en 2020 y al 18,9% en 2021. Según el estudio, el nivel más pronunciado se alcanzó en 2015, cuando Galicia alcanzó las 26,8 dosis diarias por cada 1.000 habitantes.
El documento refrenda, asimismo, que la que tira al alza en mayor medida de la dispensación es la receta oficial, la del Sergas, que repuntó en 2022 y 2023.
Bajando más al detalle, Saúde Pública constata que el aumento del consumo se concentra, sobre todo, en el grupo de las penicilinas —el 55% del aumento se imputa a la amoxicilina y el 13% a la amoxicilina- clavulánico— y se focaliza en el área de pediatría. De hecho, el estudio liga el aumento de la prescripción de amoxicilina —un compuesto bactericida de amplio espectro que se usa para tratar patologías comunes como la amigdalitis, la otitis, la neumonía, la infección de orina o el helicobacter pylori— entre los niños de cinco a nueve años al aumento de las infecciones por estreptococos en 2023.
La amoxicilina copa el 21,9% del consumo general de antibióticos en Galicia, aunque es su combinación con el ácido clavulánico —que actúa como inhibidor de las betalactamasas, que son enzimas resistentes a la amoxicilina— la que tiene un uso más extendido (29,2%).
Del análisis de los centros de salud, el estudio extrae diferencias por áreas sanitarias. Es la de Ourense la que tiene una tasa de consumo más elevada, con 19,34 dosis por 1.000 habitantes, seguida de Ferrol y Vigo. La media autonómica de los ambulatorios del Sergas que queda en 17,14.