A Coruña arrebata a Santiago la capitalidad de las grandes fiestas universitarias
Santiago sigue siendo la capital de la movida universitaria, un estatus que no extraña si se tiene en cuenta que es la ciudad gallega que aglutina a un mayor número de estudiantes. Pero cuando se trata de ocasiones especiales, como macrofiestas de fin de exámenes, pasos de ecuador o prefindeaños, los educandos peregrinan hasta A Coruña. Y esta circunstancia sí es novedad, ya que viene produciéndose, como mucho, de dos años a esta parte, y cada vez de forma más ostensible.
La razón es que en estas fiestas multitudinarias el tamaño sí importa. No el de la ciudad en sí, sino el de sus locales de ocio. Y la urbe herculina cuenta con Pelícano, la discoteca más moderna de Galicia —cuenta con un sistema de pantallas y láseres similares a las salas de vanguardia de Londres o Berlín—, con capacidad para acoger a 3.000 personas, una cifra que ni por asomo cabe en los locales de Compostela —el de mayor aforo es Circus, antiguo Liberty, con capacidad para 500 personas—.
Y si bien antes los estudiantes de la USC se repartían, incluso en noches especiales, entre los diversos pubs que nutren tanto la zona vieja como la nueva de la capital gallega, incluso con refuerzos llegados desde A Coruña y Vigo —los trenes de los jueves por la tarde a Santiago tradicionalmente estaban completos ya días antes—, desde hace un tiempo la idiosincrasia de fiestas señaladas, como las de fin de exámenes, ha mudado para tornar a las multitudes en discotecas, recuperando así el modelo nocturno de los años noventa y primeros dosmiles.
Salseo USC influye en este cambio de hábitos
¿Y por qué ha cambiado esta fórmula? El propietario de uno de los pubs con más solera de Santiago, con varias décadas de vida, lo tiene claro: "Non é que os universitarios demanden agora unha cousa ou outra, senón que é un tema sobre todo de Salseo [el fenómeno estudiantil que comenzó como una cuenta de ligoteo en Instagram para encargarse ahora de los principales eventos estudiantiles de la ciudad]". "E Salseo o que quere son festas multitudinarias porque así fai máis cartos", sintetiza este hostelero.
Lo que tienen claro él y todos los empresarios nocturnos de Santiago es que estos éxodos, aunque sean puntuales, "non veñen ben" a la ciudad. "Pero nin sequera na Coruña, onde quixeron concentrar toda a festa nos Cantones e prexudicouse moito a zonas como o Orzán ou Monte Alto".
¿Una macrodiscoteca en Santiago?
Este hostelero, como cualquier vecino de Santiago consciente de la realidad de la ciudad, sabe que "non é factible" montar unha macrodiscoteca como Pelícano. "Intentaron [en 2017] abrir un Hard Rock Café e puxeron tantas trabas que o promotor desistiu", recuerda. Además, hace hincapié en que la vida nocturna en los Cantones Village fue una consecuencia fortuita, casi accidental, porque "nun principio ía ser un centro comercial ao uso que, por outras circunstancias, acabou convertido nun epicentro de locais nocturnos".
Tampoco cree que un proyecto así pudiera llevarse a cabo en Santiago Lucía Vázquez, presidenta de la Asociación de bares, pubs e discotecas de Compostela: "Aquí es muy difícil conseguir una licencia para nueva actividad en hostelería, sobre todo cuando se habla de ocio nocturno". Y reconoce que "para ser la capital gallega, y ser la ciudad gallega con más Estrella Michelín [tres] y una gran variedad de pubs y coctelerías al más alto nivel, flojea en discotecas".
¿Y le vendría bien una Pelícano a Santiago? "Sí, ¿por qué no? La oferta actual se queda escasa". Y apunta que la ciudad acaba de perder dos referentes de la noche como Ruta y Malatesta, ambas clausuradas por el Concello y precisamente dos de las que más aforo tenían. Y la noche en la ciudad se está resintiendo: "No hay apenas oferta para las fiestas grandes, y por eso las organizan ya directamente fuera". Y no solo en A Coruña; este año también se han celebrado varias en Dona Dana (Touro) y Chanteclair (Pontecesures).
"Mñaximas dificultades" para las licencias en Santiago
En esta vena crítica con el proceder del Ayuntamiento de Santiago en los últimos lustros —y no se puede personificar en siglas, porque en los últimos 15 años se han turnado PP, Compostela Aberta, PSOE y ahora BNG— coincide un conocido exhostelero, santiagués de nacimiento y durante años propietario de un pub de ambiente universitario.
Rememora que "la vida nocturna de Santiago brilló en los 80, 90, y primera década de los dosmiles", cuando cada jueves partían de Vigo y A Coruña trenes abarrotados de jóvenes hacia Compostela. Pero ahora, en fechas señaladas, ocurre a la inversa. "En Santiago las dificultades son máximas si quieres montar conciertos en tu bar, cuando es una ciudad que presume de cultural".
En este sentido, apunta al, a su juicio, excesivo celo municipal con las licencias. "En Santiago es imposible que te den una licencia para abrir un local en la zona vieja, y muy difícil en el resto de la ciudad. Por eso los locales nocturnos siguen siendo exactamente los mismos que hace 20 años. Si acaso les cambian el nombre, pero nada más. En A Coruña y Vigo abren locales nuevos cada año".
¿Se está quedando Santiago anticuado para salir?
Esta referida falta de renovación hace que Santiago se haya quedado "anticuado" en las tendencias del ocio nocturno. "Es una realidad que en Santiago, a partir de cierta hora, solo puedes ir a garitos bajo tierra con escasa ventilación. En A Coruña, a altas horas, puedes tomarte un gin tonic en la terraza de la Inn con vistas al mar. Y cada vez más gente, incluido los universitarios, prefieren lo segundo".
Un estudiante: "Sigo prefiriendo Santiago porque encuentras gente todos los días"
Para un estudiante sarriano de Ade de 20 años contactado por este medio, salir en A Coruña es más una cuestión de reencuentro que de tendencia. "La mayoría de mi pandilla de Sarria estudia allí, así que nos apetece juntarnos". Aun así, reconoce que la oferta en Santiago se ha resentido con el cierre de Ruta y Malatesta. En la ciudad herculina, la Sala Pelícano es la referencia. También frecuenta The Clab, con una buena oferta en la barra libre, y el Orzán.
Gracias al abono de Renfe puede desplazarse sin problemas, y el gasto nocturno es similar al de Santiago, ciudad que sigue prefiriendo. "Aquí vas por la calle y te encuentras con gente en cualquier parte y todos los días, allí [en A Coruña] solo hay dos días fuertes y en zonas concretas", sentencia.