Carmen Avendaño, presidenta y fundadora de 'Érguete'

"Creo que a los capos les duele más la incautación de bienes que la cárcel"

Hace 25 años, Carmen Avendaño, símbolo de las madres que lucharon contra el narcotráfico, recibía la sentencia de la Operación Nécora con decepción. Hoy valora el efecto a largo plazo de aquel fallo
Carmen Avendaño. RAFA FARIÑA
photo_camera Carmen Avendaño. RAFA FARIÑA

Cuando la droga llenó de jóvenes las cárceles y los cementerios gallegos, Carmen Avendaño (Vigo, 1944), que tenía a dos de sus cinco hijos enganchados, se convirtió en un símbolo de la lucha de las madres contra esta lacra. Madres que, con ella al frente, fundaron en 1984 la Asociación Érguete, a la que en 1999 se le sumó también una fundación, Érguete-Integración, dedicada a la incorporación sociolaboral de personas en riesgo de exclusión social. Las mismas madres que se plantaron en la Audiencia Nacional para seguir el juicio contra los narcos gallegos y que hace 25 años recibían la sentencia de la Operación Nécora con decepción. "¡No tienes valentía, chulo!", gritaban a uno de los presuntos narcos absueltos, según recogen las crónicas de la época.

Se cumplen 25 años de la sentencia de la Operación Nécora, ¿era consciente de este aniversario?

Yo, más que ser consciente de las fechas, soy consciente del efecto que tuvo la denuncia ciudadana y la presión que empezamos a ejercer desde la propia sociedad gallega. Fuimos líderes en ese campo, mientras que en otras zonas tan machacadas en ese tema, como puede ser Andalucía, el movimiento asociativo realmente no cuajó.

Pero el fallo no fue lo que esperaban las familias de Érguete.

Un colectivo siempre tiene diferencias de opinión. Yo no soy muy partidaria de que las sentencias sean tremendamente duras. Soy mucho más partidaria de la reeducación desde las propias prisiones y de la inserción posterior. Yo, personalmente, creo que el daño más fuerte que se les puede hacer a los narcos es la incautación de los bienes no justificados por ganancias lícitas. Eso les duele incluso más que estar en prisión más o menos tiempo. Pero sí es cierto que estábamos acostumbrados a que a chavales a los que cogían con un par de papelinas les metieran cinco años, entonces comparabas y veías que era irrisorio. Pero el hecho de que fuera la Audiencia y que creara un precedente lo tenemos que valorar muy positivamente. Creo que estimuló mucho a la Policía a trabajar con más garantías.

El proceso sirvió para que se visualizara a los que realmente tenían la responsabilidad de lo que estaba ocurriendo

Usted y el resto de las madres de Érguete se hicieron notar durante todo el proceso. ¿Cómo lo recuerda?

Fuimos muchas veces. Se creó un movimiento importantísimo en Galicia, que tuvo una magnitud nacional e internacional grande. La sociedad española en general lo asumió muy bien. ¿Desapareció el tráfico de drogas? No, no desapareció y va a seguir, pero los traficantes se dieron cuenta de que la historia no era toda del color de rosa, sino que empezaba a haber dificultades y que los jueces ya tenían una conciencia social. Yo creo que también sirvió para que se visualizara a los que realmente tenían la responsabilidad de lo que estaba ocurriendo, aparte de la propia sociedad, las familias y todos, porque todos erramos por desconocimiento.

Oubiña y Charlín se presentaron en el juicio como un par de ignorantes, ¿cómo lo encajaban las familias?

Yo lo vivía con doble enojo: por un lado, por saber lo cabrones que eran y lo que estaban haciendo y, por otro, por dar una imagen de gallegos palurdos e idiotas. Me entró una rabia tan grande que hubo días que estaba fuera y no entraba en la sala porque me costaba contenerme. Oírlos hablar y hacerse el imbécil como si no supieran lo que era la droga me dolía. Fue un juicio muy duro, pero entendimos que teníamos que ir y aunque nos parezca que las sentencias no fueron demasiado importantes en número de años de prisión, lo importante fue que cambió el concepto de la sociedad, se creó una conciencia social. En ellos no. Ellos van a seguir en cuanto tengan oportunidad. Ojalá que la prisión sirva para la reinserción, pero lo dudo.

¿Cómo han cambiado las cosas desde los años 80 en cuanto al tráfico de drogas?

Se desvió mucho de Galicia. Ahora entran por la zona andaluza, van por el norte de África, cruzan por Andalucía, donde, desde mi punto de vista, la Policía no es tan efectiva, y pasan por Portugal, donde también hay mucha menos conciencia colectiva. Después vienen y desembarcan en Galicia y la dispersan para otras naciones europeas. Ha mejorado pero hay mucho que hacer todavía.

Me preocupa la normalidad con la que se ve ahora el consumo excesivo de alcohol y esnifar coca

¿Asociaciones como Érguete siguen siendo necesarias?

Los profesionales que trabajan tienen una conciencia importante, pero ese movimiento de visualización no tiene la potencia que tenía entonces. Eso es evidente. Se fueron consiguiendo modificaciones de leyes por la presión que ejercimos, pero ahora está un poco paralizada. Una de las cosas que me preocupa, lo digo siempre cuando voy a los institutos, es la normalidad con la que se está viendo el consumo excesivo de alcohol y esnifar coca.

Se ha constatado también un repunte del consumo de heroína.

Es normal. La coca es una droga que excita mucho, que hace perder el control. La única manera que tienen para controlarse es consumir después heroína, que da tranquilidad, sosiego, sueño... Pero ahora no es tan lamentable y tan visible porque afortunadamente la conciencia del sida y de la utilización de jeringuillas es mucho mayor que antes. En algunos aspectos hemos mejorado, pero hay que hacer todavía unas políticas más intensivas, sobre todo, de salud, que la gente joven entienda que la salud es una parte importantísima para poder desarrollarse como individuos.

'BOOM' TELEVISIVO: "OUBIÑA ES MUY PROVOCADOR"
Qué le parece que series como 'Fariña' o 'Yo fui un narco', sobre la historia de Oubiña, pongan el foco en los narcos?
Cuando hicieron 'Fariña' se pusieron en contacto conmigo y yo no quise intervenir. Solo vi el estreno de la película 'Heroína' (Gerardo Herrero, 2005), que lo hicieron en Vigo, y no me identifiqué mucho con ella. Las posteriores no las vi ni las voy a ver.

¿Por qué?
No me gusta identificarme conmigo misma.

Sí participó en el documental 'Yo fui un narco'.
Sí, pero un documental es diferente. Es dar una opinión y decir quién era ese individuo. Además le casqué duro porque la tomó con nosotros. Oubiña es un tío muy provocador. Hablaba de nosotros como si fuéramos gente 'pirada' y eso irrita. Había que decir quién era y frenarlo. El embargo del Pazo Baión y que sea una empresa que está creando trabajo en el entorno fue la gran satisfacción que tuvimos, no por ser de Oubiña, sino porque fue un hecho notorio en toda Europa y sin precedentes. Se demostró que el movimiento asociativo tiene fuerza cuando se organiza y es serio haciendo las denuncias.

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