El catedrático de Zooloxía de la UVigo y miembro del grupo de expertos que analizaron la nube de moscas que atenaza a vecinos de Tomiño, Salustiano Mato, apunta a que el cambio climático ha propiciado "a tormenta perfecta" para que estos insectos proliferen.
"Hai unhas condicións de calor que fan posible que o seu ciclo reprodutivo se dea durante todo o ano", constató el experto en declaraciones a la TVG en las que apuntó que estas concentraciones suelen darse en zonas húmedas, próximas a los ríos, y en las que hay actividad agroganadera.
Respecto a las posibles soluciones a una problemática que afecta a hasta una veintena de concellos, Mato extiende su receta. Llama a no dejar el estiércol extendido en las fincas "durante semanas", y más si se encuentra en las proximidades de un acuífero. Para estos molestos insectos, se trata de un imán en el que poner sus huevos. "Poden saír ata 100.000 moscas ao mesmo tempo nestas condicións de humidade, temperatura e de ausencia de depredadores insectívoros", avisa el catedrático.
¿Qué hay que hacer?
Mato recomienda "usar material compostado" y, en su defecto, "labrar e enterrar" el estiércol "enseguida". Otra alternativa puede ser recurrir a las prácticas "dos nosos avós", dejando que el abono "fermente" en un montón para luego repartirlo, fresarlo e integrarlo en la tierra.
