Explorando Ángel: el canal de YouTube que reencuentra una Galicia olvidada
Ahí fuera hay una Galicia ignota. Una Galicia literalmente abandonada, suspendida en el tiempo y hecha de siluetas fantasmagóricas que, si se presta la debida atención, aún cuenta historias a todo aquel que quiera y sepa escuchar. Cada semana, Ángel Conde se despoja de su traje de agente inmobiliario para sacar esa Galicia del olvido y servírsela cómodamente, en sus pantallas de confianza, a los 135.000 suscriptores de su canal de YouTube: Explorando.
Ángel lo reconoce. YouTube y las redes sociales en general son un cajón de sastre que todo lo admite y en el que resulta imposible ser original. Pero, en el fondo, la idea de crear una serie de vídeos explorando edificios y aldeas abandonadas primero, y luego rincones apartados de la geografía gallega en general, de la Galicia de la dispersión demográfica y el éxodo rural, le nacía de dentro, de una pasión propia que sencillamente, en medio del aburrimiento de la pandemia –cuando esa sensación de abandono se convirtió en universal–, pasó a registrar en imágenes.
"Fue por casualidad. O por accidente, vamos. Por probar. En realidad entonces no era muy consumidor de YouTube y no tenía ni idea de cómo funcionaba, pero bueno, subí un vídeo y por los comentarios que me dejaba la gente vi que iba gustando", explica.
Codearse con Ibai y ElXokas
Que el asunto alcanzara tal éxito, no se lo esperaba. Hasta se ha codeado con colosos del lugar como Ibai Llanos o el lucense ElXokas, a los que desveló una aldea despoblada pasando Palas de Rei, en los límites entre Lugo y A Coruña, durante esa peregrinación de ambos a Santiago que se convirtió en un auténtico acontecimiento mediático.
"Los suscriptores empezaron a subir: diez, cincuenta, cien... y eso también me iba dando ánimos", cuenta. "Es algo que estimula, y como ya de por sí explorar sitios abandonados es algo que me ha gustado hacer desde siempre pues mira, si se puede compartir ese placer, pues mejor. Ya he pillado la rutina de subir un vídeo todos los miércoles".
Al fin y al cabo, ¿quién no ha sentido de niño la pulsión de meterse en una casa abandonada a ver lo que encuentra? Al principio, los itinerarios de Ángel entroncaban con esa búsqueda de la aventura, como sus internadas en el viejo hospital psiquiátrico de Castro de Rei o en la antigua cárcel de A Coruña. Lugares que espolean la adrenalina, la autosugestión. "La sensaciones ahí sí que son fuertes, vas caminando por un pasillo infinito, escuchando ruidos y pensando lo típico que pasa en las películas", ríe.
Pero la emoción también puede surgir de la observación atenta, del descubrimiento de la maravilla que se esconde en los detalles. "Aunque todas parezcan iguales, en cada aldea siempre encuentras algo que no has visto antes; hay que tener los ojos abiertos porque hay muchas pequeñas cosas que pueden tener gran valor", avisa. "Estoy cansado de ver palomares. Normalmente son circulares, pero el otro día, explorando una aldea a petición de un suscriptor, he visto uno por primera vez que tenía esquinas. Para mí eso ya es único".
Los vídeos de Ángel tienen algo de indagación antropológica. También de denuncia sobre un rural que declina. Ese mismo palomar lo ejemplifica. "Es una pena, porque tenía una grieta grande y no le quedará mucho en pie. Y no se va a recuperar porque ya no va a haber gente que tenga los conocimientos se que tenían antiguamente para construirlo. Es triste que se pierdan esas cosas, porque son nuestra herencia, nuestro patrimonio", lamenta.
"El rural puede ser recuperable. En Galicia tenemos un potencial muy grande, con terrenos fértiles que podrían ser muy productivos prácticamente sin regar, pero la gente joven está claro que no apuesta por el campo, salvo uno o dos contados, y tampoco cuentan con facilidades, como ellos mismos pueden ver en las explotaciones que tiene ahora gente de 60 años, así que al final es muy difícil que la nuevas generaciones vuelvan", reflexiona.
De lo local a lo global
Con el tiempo y el crecimiento de su comunidad, las publicaciones de este vecino de Padrón de 39 años han ido trascendiendo los lindes de las cuatro provincias y entroncando con la Galicia exterior, la de la diáspora, reconectando una misma tierra que, muchas veces, queda a un océano de distancia.
"Mis primeros vídeos eran más bien sobre casas o edificios completamente abandonados, pero después, cuando la gente vio que también exploraba aldeas y, al final, como Galicia fue una tierra de emigrantes y hay gallegos en todo el mundo, empezaron a surgir peticiones de gente dándome información para que explorara lugares desde donde habían emigrado sus padres o sus abuelos a Argentina, Brasil, Venezuela, Cuba..."
Por ejemplo, Ángel recuerda el caso de un seguidor de Argentina que le dio el nombre de una aldea
en Arzúa para que rastreara la pista de su bisabuelo. A partir de ese dato, halló el lugar y, preguntando por sus apellidos a los vecinos que aún quedan por la zona, fue tirando del hilo hasta llegar a su tumba, fechada en el año 1900.
Al mismo tiempo, el vídeo le proporcionó al hombre una guía visual de lo que podía encontrarse en el viaje que tenía planeado para conocer la tierra de sus ancestros. "La idea era enseñársela de la forma más real posible; recorrer sus calles y el campo, que virtualmente se sientan caminando por aquí".
A estas alturas del invento, Ángel, en muchas ocasiones, explora a demanda. "Igual recibo a la semana quince o veinte peticiones de gente que me escribe... no me va a dar la vida", bromea. La mayor parte son de esos descendientes de gallegos que, aunque el vídeo verse sobre la aldea de otro compatriota suyo, "se ven también reflejados e identificados como hijos de emigrantes", comenta el youtuber, que considera que, con esta vertiente de su canal, ejerce "como una labor social".
"Si fuera por las visualizaciones me dedicaría solo a explorar casas abandonadas, que sobran", recalca. Porque, de la mano de esta labor, la recompensa que recoge Ángel ahora va más allá de cualquier monetización. "Te escriben mensajes dando las gracias en los que se nota una gran emoción, sobre todo cuando mandan audios por Instagram. Entonces sí, ves que lo que haces tiene un impacto que también es gratificante para mí, porque estás haciendo algo que otra gente le da valor... aunque creo que yo no hago tanto", dice.
Despoblación
Ángel tiene dónde perderse. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, la cifra de aldeas abandonadas en Galicia casi se ha duplicado desde principios de siglo. Para 2023, el padrón continuo por unidad poblacional cifraba en 1.880 sus entidades singulares sin vecinos. Lugo es la provincia más afectada, con 889.
Por su parte, el Consello de Contas sitúa "en situación de reto" de despoblación a 94 concellos, de los cuales 41 están el Lugo, la provincia que afronta el mayor desafío, por delante de Ourense, con 39, y a mucha distancia de A Coruña (8) y Pontevedra (6).




