Israel no ve "rotas" las relaciones con España y reitera sus reglas para acabar la guerra
"Esta guerra tiene que acabar". Así se pronunció este miércoles Dan Poraz, el encargado de negocios en la Embajada de Israel en España y embajador en funciones, que en el transcurso de un encuentro con los medios en Santiago puso encima de la mesa las condiciones de Benjamin Netanyahu para acabar con el conflicto que estalló el 7 de octubre de 2023. Las resumió en dos demandas: "la liberación" de los 58 rehenes que permanecen en manos de Hamás y la garantía de que la organización islamista "no tenga ningún poder" en la franja cuando remate una contienda que, dijo, acumula "900 soldados muertos" y que, asumió, ha llevado al pueblo de Gaza a "una situación grave". "Podría terminar mañana por la mañana, pero la presión debe ponerse en Hamás, no sobre Israel, advirtió.
Poraz refirió que, "600 días" tras el estallido del conflicto armado, el Gobierno israelí tiene constancia de que "entre 20 y 23" de los rehenes que fueron apresados por los milicianos en el otoño de 2023 y que siguen cautivos "están vivos".
En un escenario en el que aliados como Alemania han comenzado a cuestionar las actuaciones de Tel Aviv ante las dificultades de la población gazatí para acceder a la ayuda humanitaria tras un conflicto que se ha cobrado más de 54.000 vidas en la franja, según el recuento de las autoridades locales, Poraz afirmó que Israel escucha "las voces" de sus países "amigos". Con todo, se mostró convencido de que los alemanes "entienden" que Tel Aviv "no puede negociar". Y defendió el giro operado de la mano de Estados Unidos "para que la situación humanitaria mejore", con un sistema gestionado por "empresas privadas americanas" que reparten directamente los víveres para evitar que lleguen a manos de Hamás.
Tras recordar que Israel salió de Gaza tras 38 años de presencia militar en 2005, el representante de la embajada descartó que Israel quiera volver a ocupar la zona y recalcó que lo que afronta su país es "un conflicto regional en varios frentes", tras el que sitúan a Irán, al frente del "eje del mal". "No la tomamos porque no la queremos. Solo queremos la liberación de los rehenes y asegurar que el 7 de octubre no ocurrirá otra vez", zanjó.
Respecto a las vías para apartar a Hamás del poder político, el delegado apostó por que se constituya "una administración multinacional o multiárabe" que lleve las riendas en Gaza. Apuntó al fracaso de la Autoridad Nacional Palestina, que gobierna en Cisjordania con Mahmoud Abbas al frente después de que Hamás asumiese el control de la franja en 2007. Convencido de que entre los países árabes hay estados "radicales" y otros "moderados" que priorizan "los negocios, la salud y la prosperidad", puso el foco en Arabia Saudí y en los Emiratos Árabes".
Las relaciones con España "han vivido momentos mejores"
Respecto a las relaciones diplomáticas con el Gobierno español, asumió que "han vivido momentos mejores" y se mostró convencido de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez "no entiende los desafíos" a los que "se enfrenta" Israel. Cabe recordar que el Gobierno de Tel Aviv retiró a su embajadora en Madrid, Rodica Radian-Gordon, después de que el Ejecutivo de Sánchez reconociese el Estado palestino en mayo de 2024. Desde entonces, el puesto permanece sin cubrir. Con todo, Poraz sostuvo que las relaciones "no están rotas" y que "las puertas todavía están abiertas".
El embajador en funciones también se reunió este jueves con la vicepresidenta del Parlamento gallego y diputada del PPdeG, Elena Candia, y con el director xeral de Relacións Exteriores de la Xunta, Jesús Gamallo, una cita que detonó las críticas de la portavoz nacional del BNG. Desde sus redes sociales, Ana Pontón calificó de "indigno e inhumano" que el Ejecutivo de Rueda recibiese al embajador en funciones del Ejecutivo de Israel, que tachó de "xenocida" del pueblo palestino.