Las agencias de viaje gallegas, tras el palo de Ryanair: "Tiramos de otras aerolíneas y de Oporto para recolocar viajeros"
Juan Rivadulla (A Estrada, 1960) es presidente de la Asociación Gallega de Agencias de Viaje (Agavi) y conoce bien la situación que atraviesa el sector por la crisis con Ryanair. Su visión es clara: cada vuelo perdido supone una oportunidad menos para Galicia y un problema extra para las agencias, que se ven obligadas a improvisar soluciones.
¿Cómo se está viviendo desde las agencias de viajes de Galicia este movimiento de Ryanair?Lo vivimos mal, como un problema. Cualquier disminución de la comunicación vía aérea desde Galicia nos sienta mal porque son oportunidades de venta que perdemos para nuestros clientes. Es empeorar la comunicación de Galicia tanto para el mercado emisor como para el receptivo y eso no nos gusta, claro.
¿Se puede cuantificar el volumen de clientes afectados?No lo tenemos cuantificado. Sí hablamos entre los compañeros de la asociación y hay afectaciones distintas. Las agencias del sur que usamos más el aeropuerto de Oporto quizá estamos menos afectados, porque este se está utilizando desde hace años como un aeropuerto alternativo importante.
¿Qué soluciones se están ofreciendo a los viajeros con vuelos cancelados o rutas eliminadas?Cada agencia busca la mejor solución dependiendo de a dónde sea la cancelación o la ruta. Tiramos de Oporto, de compañías alternativas, aunque sea con escalas. Estamos acostumbrados a solucionar este tipo de cuestiones.
Los usuarios con vuelos próximos lo tienen más complejo.
Sí. Los clientes inmediatos lo tienen peor porque a mayor inmediatez del vuelo cancelado, mayor suele ser el coste del vuelo alternativo. En cambio, quien tenía viaje para octubre o noviembre dispone de más margen. Muchas veces basta con mover la fecha un día o dos y se soluciona, más o menos.
¿Qué ocurre con los trámites de reembolso o compensación?
Lidiar con Ryanair no es fácil, nunca lo fue y lamentablemente nunca lo será. Tramitar reembolsos o compensaciones no suele ser sencillo. Desde la asociación contamos con asesoría jurídica y atendemos siempre a nuestros clientes para buscar soluciones.
¿Y qué pasa con quienes compraron directamente a través de Ryanair sin agencia de por medio?
Esos tienen que tramitarlo ellos. Los canales pueden complicarse: chats, teléfonos, identificaciones… A veces terminan viniendo a las agencias porque no son capaces de solucionar un problema con una compañía. Intentamos ayudar, pero si el billete se compró por libre, el trámite lo tiene que terminar el propio cliente.
¿Tienen los usuarios que confían en una agencia alguna ventaja?
El cliente que entra en una agencia está totalmente amparado. Somos las únicas empresas autorizadas para organizar viajes, necesitamos una licencia de la Xunta, avales y pólizas de seguros. Además, la Ley de Viajes Combinados es tremendamente proteccionista con el consumidor.
¿Qué repercusión económica tiene para ustedes este recorte?
No lo sabemos cuantificar. Sí puedo decir que es una carga de trabajo añadida, porque tenemos que buscar soluciones a problemas que no teníamos. Es un inconveniente y una incomodidad para los profesionales.
¿Hay colaboración entre agencias o con las instituciones para afrontar esta situación?
Entre asociados sí, compartimos problemas y a veces lo que dice un compañero te ayuda mucho. Con las instituciones, no. El tema aéreo y de aeropuertos es el gran tema de siempre. Llevamos años con tres aeropuertos sin ponerse de acuerdo ayuntamientos y Xunta, mientras Oporto, que es el cuarto aeropuerto gallego, es el primero en operaciones. A las agencias no se nos consulta y nos gustaría que fuese de otra forma, porque sabemos muy bien cuáles son las necesidades del cliente.
¿Cuáles son las consecuencias por la pérdida de rutas y frecuencias?
Claramente, si perdemos conectividad, perdemos competitividad. Este año estaba siendo bueno para el turismo receptivo en Galicia, con mucha gente y ocupación alta en alojamientos, pero necesitamos mejorar.
¿Qué le recomienda a un viajero gallego que se queda sin vuelo?
Que acuda inmediatamente a su agencia de viajes de confianza. Seguro que allí le van a buscar una solución a medida.
¿Y qué medidas deberían adoptar las instituciones?
Una muy fácil: sentarse a hablar. Eso no cuesta dinero, solo saliva y tiempo. Recomiendo generosidad y dejar a un lado los localismos.