Vueling cubrirá parte del agujero que deja Ryanair en Santiago

Serán una sexta parte de los asientos que se lleva la low cost irlandesa, con la que Bustinduy deja claro que no habrá negociación
Un avión en Santiago de la aerolínea Vueling, la única que ha apostado en firme por suplir a Ryanair en Galicia. EP
Un avión de vueling. EP

Como era previsible, otras aerolíneas han movido ficha tras la 'espantada' de Ryanair del aeropuerto compostelano de Lavacolla-Rosalía de Castro. Y ayer trascendió que el enorme agujero de plazas y rutas que deja la 'low cost' irlandesa, que se traduce en 453.000 asientos menos para esta temporada de invierno, lo cubrirá la catalana Vueling. Aunque solo en parte, ya que el aumento de la oferta que proyecta en Santiago será de 76.700 asientos adicionales, la sexta parte de los que se esfuman con el abandono de la base de Ryanair en la capital gallega.

En concreto, Vueling ha anunciado que incrementará en un 15% de los asientos que ofertará en Lavacolla, que añade con la aerolínea barcelonesa 28 frecuencias semanales, con mejoras hacia y desde Barcelona, Palma de Mallorca, Canarias, Sevilla o Málaga. También se recupera la ruta Santiago-Alicante, con dos frecuencias semanales en invierno, mientras que a nivel internacional vuelve la conexión con Zúrich, con tres frecuencias semanales, y se mantienen Londres —con Heathrow como novedad— y París.

En Compostela, donde la aerolínea opera desde 2006, Vueling transportó a más de 9,6 millones de viajeros hasta 2024, cuando la compañía desplazó a más de 1,2 millones de pasajeros y solo en lo que va de año ya han volado en sus aviones cerca de 760.000 pasajeros, tal y como indica la compañía, que tras los recortes de Ryanair pasará a ser la aerolínea hegemónica en Galicia.

Una negociación harto improbable

Y si todavía había quien albergaba esperanzas en un acercamiento de posturas entre Aena y la empresa irlandesa que hiciese a esta retroceder en sus recortes, desde ayer tendrá pocas o nulas esperanzas de que eso ocurra. Y es que la guerra siguió recrudeciéndose, si es que esto es posible en el marco de un enfrentamiento donde ya se alcanzaron los insultos personales: el consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, llamó "payaso" al ministro de Consumo, Pablo Bustinduy, mientras que el  presidente de Aena, Maurici Lucena, tildó de "deshonesta", "maleducada" y "chantajista" a la aerolínea en un duro comunicado.

En esa nota de prensa, el gestor aeroportuario ya anticipaba que sería difícil cualquier tipo de acercamiento entre las partes en aras de beneficiar a los damnificados en última instancia: los pasajeros, sobre todo los gallegos, toda vez que la comunidad se lleva la peor parte del hachazo de Ryanair.

Y desde este martes ya prácticamente no hay atisbo de negociación posible, después de las últimas manifestaciones del ministro de Consumo. Pablo Bustinduy dio un nuevo golpe de autoridad al asegurar que "en España, las multinacionales como Ryanair se adaptan y se someten a la ley y no al revés, por muy poderosos y maleducados que sean quienes las dirigen".

O'Leary llamó "payaso" a Bustinduy

Unas palabras que pueden interpretarse como un dardo a O'Leary, quien hace unos meses apareció posando con un maniquí caracterizado con la cara de Bustinduy y vestido de payaso, al tiempo que exigía a Aena que no subiese las tasas, algo que finalmente sí hará en 2026.

"Ryanair, que ha incrementado sus tarifas en un 21% de media y ha ganado 820 millones de euros en el primer trimestre de su ejercicio fiscal, quiere que se bajen las tasas para ganar aún más dinero", expuso el ministro de Consumo, que deja claro que el Gobierno no cederá, como sí han hecho en otros países como Italia.