José Ángel Porto, alergólogo: "Estamos ante una epidemia no infecciosa que afectará al 50% de la población"
En Galicia, uno de cada cinco niños sufre algún tipo de alergia. Es una cifra en aumento que preocupa a los expertos, sobre todo por el papel que juega el entorno. "La alergia más frecuente en los niños gallegos es frente a los ácaros, siendo la rinitis alérgica la patología más frecuente, seguida del asma", explica el doctor José Ángel Porto, alergólogo del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (Chus) y presidente del comité organizador del 49º Congreso Nacional de la Seicap.
El clima húmedo característico de la comunidad tiene un papel clave: "Los niveles de humedad relativa altos favorecen el crecimiento y desarrollo de los ácaros", indica Porto, quien añade que el cambio climático ya está agravando la situación. "Clima y alergia van de la mano", resume. "Los cambios en la temperatura, la humedad relativa y el aumento de gases de efecto invernadero van a incrementar los problemas alérgicos, especialmente los respiratorios”.
El exposoma y la revolución en alergias alimentarias
Uno de los conceptos emergentes que están marcando el congreso –se celebra en Santiago desde este jueves hasta el sábado– es el del exposoma, clave para entender el origen de muchas enfermedades inmunológicas. "El exposoma es el conjunto de elementos a los que nos exponemos a lo largo de nuestra vida y que pueden interferir en nuestra salud", explica el especialista.
Esta acumulación de factores ambientales impacta en nuestra barrera epitelial, lo que "provoca cambios en la expresividad de los genes (epigenética) y da como resultado una reacción inflamatoria y alérgica".
En paralelo, las alergias alimentarias han crecido de forma notable. Porto destaca que "estos casos se han duplicado en los últimos 20 años" y que los avances en inmunoterapia oral permiten a muchas familias afrontar el día a día con mayor seguridad. "Se trata de lograr que el alimento en cuestión no produzca una reacción grave. Eso mejora la calidad de vida de los niños y evita que sus actividades se vean limitadas", afirma.
Alergias desde los primeros meses de vida
El doctor advierte de que los casos de alergia pueden aparecer desde edades muy tempranas, incluso durante el primer año de vida. "Estamos viendo cada vez más lactantes con manifestaciones alérgicas, especialmente alimentarias, que condicionan su desarrollo nutricional y emocional", señala. Este fenómeno obliga a los pediatras a afinar el diagnóstico precoz y a las familias a mantenerse especialmente atentas ante señales como eccemas, vómitos o reacciones cutáneas tras la ingesta de ciertos alimentos.
Además, destaca la importancia de la lactancia materna como posible factor protector y alerta sobre los riesgos del retraso en la introducción de alimentos potencialmente alergénicos. "El miedo de las familias a introducir ciertos alimentos, como el huevo o los frutos secos, muchas veces sin una razón médica clara, puede dificultar la tolerancia futura", subraya Porto, quien insiste en la necesidad de contar con un seguimiento profesional desde los primeros síntomas.
¿Está la población preparada para la epidemia alérgica?
El doctor lanza una advertencia clara: "Toda preparación es poca". Aunque en Galicia se ha avanzado en la formación de docentes y personal de comedores escolares –gracias a programas como Alerta Escolar del 061–, la amenaza es estructural. "Es imprescindible tener bien dotadas de medios humanos y materiales nuestras unidades de alergia pediátrica".
Y no es una exageración. "A mediados de este siglo se estima que el 50% de la población del mundo con hábitos de vida occidentalizados padecerá una enfermedad alérgica. Es lo que podemos denominar como una epidemia no infecciosa", advierte.
Prevención, educación e inversión: el triple frente
La clave, insiste el doctor Porto, está en combinar prevención con educación y recursos. "Una vez detectado el problema, hay que acudir al alergólogo pediátrico para actuar de forma temprana y conseguir su control". Además, hace hincapié en el papel de las familias, que deben adoptar hábitos de vida saludables, evitar alimentos ultraprocesados y reducir la exposición a contaminantes como el tabaco o los ambientadores agresivos.
Por último, el experto subraya la necesidad de más investigación y financiación. "Sabemos mucho más que hace dos décadas, pero aún nos falta camino para personalizar tratamientos y anticiparnos mejor a las alergias", concluye. El mensaje parece claro: el momento de actuar es ahora, antes de que esta epidemia no infecciosa condicione la vida de media población.