El socialista José Tomé es ya el nuevo presidente de la Diputación de Lugo, tras ser investido en un pleno de constitución de la institución que ha transcurrido sin sorpresas. Así, ha resultado elegido con los votos de los diez diputados de su partido y los tres del BNG, que suman mayoría absoluta frente a los doce del PP. "Abrimos una nueva etapa", ha señalado.
Antes de la elección del presidente, que se produjo mediante una votación secreta en urna, tomaron posesión de sus actas los 25 diputados provinciales, bajo la dirección de una mesa de edad formada por el diputado de mayor edad, el exalcalde de Vilalba Agustín Baamonde (PP), y la más joven, la alcaldesa de Trabada, Maira García.
El salón de plenos, en el pazo de San Marcos, se llenó de asistentes para seguir la evolución del pleno de constitución y entre el público se dejaron ver los dos expresidentes socialistas de la Diputación, José Ramón Gómez Besteiro y Darío Campos. También asistió al acto el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, y el secretario general de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero, así como el delegado territorial de la Xunta en Lugo, José Manuel Balseiro, y la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, entre otras autoridades.
El también alcalde de Monforte de Lemos, el tercer presidente socialista que tiene la Diputación en su historia, selló este miércoles el pacto de gobierno de coalición con el BNG, en base al cual la vicepresidenta del organismo provincial será la nacionalista Maite Ferreiro, que asumirá además el área de cultura, como en el Ayuntamiento de Lugo, en donde es concejala.
"Valoro el pacto muy positivamente, creo que es muy equilibrado, que teníamos la obligación de conseguir. Era necesario llegar a un acuerdo entre el BNG y el PSOE para dar respuesta al voto de los ciudadanos, que el 26 de mayo conformó una mayoría de progreso en esta corporación", dijo Tomé a Efe. A partir de ahí, el socialista sostuvo que lo que él "pretende" como "presidente" es "tranquilizar y normalizar la institución, para que la imagen que se traslade de la Diputación al conjunto de los ciudadanos sea la adecuada y, a partir de ahí, llevar a cabo las medidas acordadas en el programa para mejorar los servicios en el conjunto de la provincia".
Campos y Tomé se saludan en San Marcos. PEPE TEJERO
DISCURSO. En un discurso de apenas diez minutos, el nuevo presidente se ha comprometido a combatir la "caída demográfica" y el envejecimiento de la población. A su vez, ha destacado que "Diputación va a ser el ayuntamiento de los ayuntamientos" de forma que buscará "ser útil a todos y a todas las lucenses". Para ello, ha pedido "la colaboración y la complicidad de todos; de grupos políticos, sindicatos, empresarios y también el tejido asociativo".
También ha puesto en valor la "obligación de dignificar la vida política" anteponiendo "honestidad, transparencia, diálogo y rigor" en todas las actuaciones que lleve a cabo. "Abrimos una nueva etapa", señalaba Tomé queriendo alejarse de la herencia de los convulsos cuatro años de la legislatura recién concluida.
"Queremos que sea un gobierno transparente y que la institución preste atención a la realidad social, en defensa de la igualdad. También prestar un buen servicio a los distintos ayuntamientos de las distintas comarcas, pero sin olvidarnos de una finalidad, que es el adelgazamiento de las instituciones, de la Diputación", añadió.
Candia
Por su parte, la portavoz del grupo provincial del Partido Popular, Elena Candia, afirmó que su organización seguirá trabajando para que "lo bueno que se consiguió en el anterior mandato se mantenga" y "lo que hay que corregir se corrija". Afeó que se elija al presidente que obtuvo "menos respaldo" desde 2007 y que no entrase "de las mejores formas" en referencia a la relación con Darío Campos.
