Karol Farias: "Nunca había venido a Galicia, pero para mí es como un regreso"

Una beca Beme de la Xunta le permitió a esta diseñadora de moda, brasileña descendiente de pontevedreses de Verducido, emprender un nuevo camino, cerca de sus raíces, que fructificaría en Aobá Upcycling, una empresa de moda circular que da una segunda vida a la ropa
Carolina Patricia Rodeiro de Farias (Salvador de Bahía, 1979). XESÚS PONTE
photo_camera Carolina Patricia Rodeiro de Farias (Salvador de Bahía, 1979). XESÚS PONTE

¿Cómo le dio por irse de Brasil para aterrizar en Lugo?
Vine en 2019 con una de las becas Beme para hacer un master en Dirección de Empresas. Es gracioso, porque el anuncio de estas becas lo veía en Facebook y pensaba que no era para mí, porque eran "para a mocidade" y yo iba a cumplir 40 años. Al final, de verlo tanto, entré un día en el enlace y vi que aún cumplía los requisitos, por lo que me apunté. Con el máster empecé a desarrollar mi idea de negocio. Luego participé en programas de emprendimiento de la Universidade de Santiago, en una estancia en Portugal con el erasmus para jóvenes emprendedores y en el Programa Merlo de la Xunta para retornados. Con ellos fui madurando mi plan de negocio y conseguí una ayuda para emigrantes retornados emprendedores. Así, puse en marcha la empresa, la marca, a finales de 2021. Y hace un mes inauguré la tienda en Lugo, en la Rúa San Roque. Todo esto comenzó con la beca.
 
¿Cuándo comenzó a formarse la idea de venir a Galicia?
Desde siempre quise venir a Galicia. Cuando era pequeña, mi abuelo era una persona muy presente en las fiestas de la comunidad gallega. Vivíamos mucho toda esa cultura. Siempre comíamos comida gallega en casa de mis abuelos. Yo buscaba maneras para venir; informaciones, ayudas, becas... pero no las encontraba. También fui madre súper joven y para mí no era fácil venir a otro país. Iba al consulado de España, porque yo pensaba que allí debía buscar. Al final, lo vi en las redes sociales cuando faltaban tres meses para poder cumplir los requisitos. Y aquí estoy.

¿Qué supuso esta ayuda?
Yo ya vine con una idea muy concreta, porque quería hacer moda circular. En Brasil tenía una marca de moda rápida, pero ya estaba probando para hacer ese cambio de modelo. La beca fue una oportunidad muy grande para poder desarrollar un plan de negocio, porque yo soy diseñadora de toda la vida pero no entendía nada de gestión, de hacer planes de empresa... El máster me ha dado los caminos, los contactos, el saber dónde buscar programas de emprendimiento, llegar a conseguir la beca de erasmus, donde desarrollé la primera colección... Una cosa ha ido llevando a la otra.

Le permitió ir abriendo camino.
Claro, porque cuando emigras no es fácil y todo es novedoso. Además, tocó la pandemia seis meses después de venir. Es muy duro estar lejos de todo lo que conoces, de tus amigos, tu cultura, tu música... Siempre pensaba mucho en mi familia, y también debe de haber sido duro para ellos. Pero todas las veces que pensaba en volver, pasaba algo bueno y me decía "hay que quedarse un poquito más". 

Puse en marcha mi empresa a finales de 2021 y hace un mes inauguré la tienda en Lugo. Todo comenzó con la beca

Esta herencia familiar también la expresa a través de sus diseños, como en la colección Regreso, que resultó premiada en abril en la Semana de la Moda Circular y Sostenible de Madrid.
Soy lo que me ha motivado venir. Con las prendas siempre hay que contar alguna historia, y esa era la historia de mi llegada aquí. Nunca había venido a Galicia, pero es como un regreso, es retornar a las raíces. También pensé en cómo fue para mi familia llegar a Bahía y cómo ha sido para mí llegar aquí ochenta años después. La cultura gallega siempre va a estar presente en mis colecciones. Con la que voy a desfilar el próximo abril en Madrid va a ser sobre el Entroido. 

¿Y por qué ropa sostenible?
Yo empecé a estar muy incómoda por formar parte de una industria que contamina tanto. Comencé a buscar alternativas para una moda más alineada con mis valores, con lo que pienso y quiero para el mundo. No sé cómo las personas aún no están alteradas por lo que está ocurriendo, porque estamos viendo una emergencia climática. Son cosas que ya están pasando, no que van a pasar. Pensé que podía aportar un granito de arena con mi trabajo para transformar esa industria que necesita ese cambio, como reducir sus emisiones un 7% hasta 2030. La mía es una marca pequeña y el impacto positivo es pequeño también, pero es algo. Si cada persona o consumidor hace algo, ya es mucho.

¿Y qué tal la acogida del público?
Inauguramos la tienda hace un mes y al día siguiente estaba en las casetas de la Praza Maior. Las personas se paraban y su primera reacción era de sorpresa. Les parecían muy creativas. No estoy segura de que vaya a tener un público consumidor muy grande en Lugo, aunque ya vendemos en Madrid y Valencia desde hace tiempo. Pero la empresa no es solo para vender productos. También vamos a impartir talleres y hay un trabajo por detrás para concienciar y sensibilizar a las personas sobre que es necesario ese cambio y que hay alternativas creativas de moda de diseño, de autor, que no son moda rápida.

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