Localizan en el cuerpo de una víctima de agresión sexual restos del acusado

El acusado había mantenido relaciones íntimas con la mujer, a cambio de dinero, con anterioridad

Este jueves han declarado, en la Audiencia Provincial de A Coruña, los dos médicos forenses encargados de realizarle pruebas físicas y psíquicas a la mujer que denunció haber sido víctima de una agresión sexual y han afirmado que encontraron restos de sangre en la ropa de la denunciante y semen del acusado en la boca de la misma. 

En cuanto a su estado anímico, los especialistas han relatado que la mujer se encontraba triste y visiblemente afectada y que su narración de los hechos es "perfectamente creíble" al haberse producido al poco tiempo del incidente. Sin embargo, el letrado de la defensa, Manuel Ferreiro, ha explicado a su llegada a las dependencias judiciales, que hay que esperar a los informes y conclusiones que se deriven de las declaraciones de los dos forenses, pero que, según sus palabras, "la víctima no presenta ningún tipo de vestigio en la zona vaginal que apunte a una agresión sexual". 

José Ramón Sierra, abogado de la acusación particular: "Los tres accesos carnales fueron inconsentidos"

"Hay un informe forense sobre secuelas emocionales o psiquiátricas de la víctima que no reflejan tampoco ningún tipo de trastorno de estrés postraumático, por lo tanto entendemos que estos informes forenses benefician a mi defendido porque la declaración de la víctima no es avalada por ninguna prueba objetiva", ha añadido Ferreiro. 

José Ramón Sierra, abogado de la acusación particular, ha mantenido ante los medios de comunicación que "los tres accesos carnales fueron inconsentidos" y que los documentos forenses respaldan las palabras de su cliente. 

Los hechos sucedieron la madrugada del 5 de mayo de 2011 cuando, supuestamente, el encausado se encontró con la víctima –a la que ya conocía con anterioridad de mantener relaciones sexuales con ella a cambio de dinero– e insistió en que ésta lo acompañase hasta una vivienda que el varón tenía en el término municipal citado. 

Según relata el escrito de la Fiscalía, el procesado convenció a la mujer –que se dedicaba a la prostitución de forma ocasional– diciéndole que en el domicilio le pagaría 300 euros, algo que luego negó explicando que no disponía de efectivo y afirmando que le extendería un cheque. Acto seguido, la víctima respondió que quería abandonar el lugar y el procesado le propinó una bofetada y le dijo que "no se iría de allí sin tener relaciones sexuales" con él, tras lo que la habría agredido física y sexualmente. 

La acusación particular pide 12 años de prisión mientras que la Fiscalía reclama una pena de 9 años y dos meses de privación total de libertad, así como el pago de una indemnización a la víctima de 30.000 euros.

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