Más de la mitad de las mujeres gallegas del rural conoce un caso próximo de maltrato
Seis de cada diez mujeres del rural gallego asegura conocer directamente algún episodio de violencia machista. Entre ellas, un 43,4% afirma que ese maltrato lleva ejerciéndose durante más de 10 años, un 21,7% señala que se ha prolongado toda la vida y solo el 9,43% reducen los casos a situaciones puntuales. Así lo reflejan los resultados de la Enquisa sobre Percepción da Violencia de Xénero no Rural publicada ayer por Fademur Galicia, un estudio que recoge las opiniones y experiencias de las mujeres que pertenecen a las asociaciones que componen esta organización.
Del total de los casos que estas mujeres identifican, solo existen denuncias en el 45% de ellos. Un hecho que ofrece una radiografía clara de los principales obstáculos que frenan a las víctimas del rural a la hora de pedir ayuda: el miedo a perder a los hijos (82%), la dependencia económica (80%), la vergüenza y la presión social (73%) y el miedo a no ser creídas (67%). Asimismo, el 75% de las encuestadas opina que justicia actúa con lentitud, el 90% considera que las víctimas no reciben suficiente apoyo por parte de las administraciones y el 63% cree que denunciar no garantiza la protección de quienes sufren estas situaciones.
El territorio influye
El estudio también pone de manifiesto cómo el territorio influye en la percepción, vivencia y abordaje de la violencia machista. El 76,7% de las residentes en zonas rurales considera que en los municipios pequeños las mujeres no están tan protegidas como en los entornos urbanos y el 74% opina que en este entorno la información que existe sobre la violencia de género es escasa. Una cifra que asciende al 92% si mencionamos a aquellas mujeres que consideran que no se habla lo suficiente sobre el maltrato.
Dentro de este contexto, Rosa Arcos, secretaria de Fademur, señala que el territorio "opera de forma negativa nas posibilidades de denunciar e nas posibilidades de ser protexidas" y advierte de la necesidad de estudiar este factor "de forma directa" para poder diseñar intervenciones eficaces.
Los datos respaldan estas conclusiones. El Observatorio de Violencia de Género en el Medio Rural, impulsado por Fademur a nivel estatal y que recoge datos desde el 2020, señala que el 33,6% de las víctimas de violencia de género y el 47,36% de las víctimas de violencia vicaria residen en municipios de menos de 20.000 habitantes, a pesar de que estas localidades concentran solo el 17% de la población total. La situación se agrava al analizar los casos de asesinatos: de las 16 víctimas de violencia machista, 10 vivían en ayuntamientos pequeños, lo que representa el 62,5% de los casos.
La violencia machista, una materia pendiente
Durante la presentación del informe, Verónica Marcos, presidenta de la federación, señaló que aún "queda moito por facer" ya que son muchas las mujeres rurales que todavía tienen dificultades para "identificar a violencia económica e psicolóxica". Según datos del propio estudio, solo el 32% de las participantes reconoce correctamente la definición de violencia de género. En cambio, el 46,67% considera que se trata de violencia ejercida por hombres que no mantienen ningún tipo de relación con sus víctimas y el 54,77% identifica que es un maltrato dirigido tanto a mujeres como a hombres.
Esta Enquisa sobre Percepción da Violencia de Xénero no Rural contó con la participación de más de 500 personas socias de la federación, de las cuales un 4,8% fueron hombres. El 84,5% de las mujeres que respondieron viven en entornos rurales y tienen entre 46 y 65 años. La muestra es menor que la realizada en 2017, año en que se buscaba un mayor número de participantes por ser la primera vez que se elaboraba.