La moda del cheque inflado llega a Galicia para estafar a los empresarios y autónomos

Un hostelero vigués recibió un talón falso con más dinero del pactado y el timador lo instaba a devolverle el sobrante alegando un despiste

 

Una mujer extiende un cheque. EP
photo_camera Una mujer extiende un cheque. EP

Es una de las estafas más sencillas y a la vez más efectivas de la actualidad. Por eso se ha popularizado tanto que, por suerte, las potenciales víctimas, empresarios y autónomos están cada vez más prevenidas. Llega desde el Reino Unido y lo llaman el timo del cheque inflado por razones obvias: el embaucador —siempre británico— contrata un servicio —una comida multitudinaria o una estancia hotelera para un grupo de turistas son las opciones más recurrentes— y envía al receptor un talón con aproximadamente el doble del pago acordado. Entonces lo avisa por correo electrónico o whatsapp de que ha habido un despiste y lo urge a que le devuelva la cantidad sobrante.

La víctima, movida por la buena fe, abona al remitente el excedente al tiempo que ingresa el cheque en el banco. Aparentemente todo está en orden hasta que, pasados unos dos días, la entidad comunica que el talón es falso. Pero es tarde ya, porque la cantidad que a priori sobraba en el talón ya está entonces en manos del estafador.

El 'error' en el que incurren los perjudicados es creer que un cheque lleva aparejada una suma de dinero, cuando no siempre es así. La entidad bancaria tiene que comprobarlo antes, un proceso que suele tardar 48 horas o más al provenir el cheque de una entidad extranjera. Por eso los expertos antifraude recomiendan a empresarios y autónomos aceptar solo transferencias bancarias o paypal, y si fuese inevitable el cheque, jamás hacer ningún movimiento antes de que el banco verifique que todo está en orden.

Se recomienda aceptar solo pagos por transferencia o paypal. Si es talón, hay que constatar su liquidez antes de cualquier movimiento



Aunque la oleada de estafas del cheque inflado azota sobre todo a grandes urbes y la costa mediterránea, Galicia no ha escapado a este engaño, aunque la pericia de la víctima desactivó en este caso a los timadores. Concretamente pusieron su punto de mira en Ostras, Pedrín, un restaurante del Casco Vello de Vigo especializado, como su nombre indica, en servir este bivalvo. Con su propietario contactó este verano un súbdito británico solicitando presupuesto para un congreso que tendría previsto celebrarse en septiembre.

El hostelero explica que envió al inglés un presupuesto de 3.200 euros con el menú adjunto, que el hombre aceptó e indicó que abonaría en dos semanas mediante un talón. Pasado este tiempo, este vecino de Vigo recibió el cheque y comprobó que la cuantía es del doble de lo inicialmente acordado: 5.674 libras (6.400 euros).

La desconfianza jugó en esta ocasión a favor del hostelero, que desde el primer momento receló del despiste del británico. Fue al banco a entregar el talón y optó por no devolver los 3.200 euros que sobraban al remitente hasta cobrar la cantidad en firme, algo que nunca ocurrió, porque a los dos días la entidad le comunicó que el cheque no tenía fondos.

El inglés se pasó semanas presionando al hostelero vía telefónica para que le entregase el dinero aduciendo un error del banco, pero finalmente desapareció ante en temor de ser denunciado.

SOLO CON PÁGINA WEB. Aunque ofrecer los servicios de un negocio en internet tiene innumerables ventajas, también lo expone a los estafadores. Los más populares en las búsquedas son los potenciales objetivos de este tipo de timadores.

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