Nacho Carretero: "Ahora, la detención de Charlín abre los periódicos"

El autor de Fariña estuvo este jueves en la Praza Massó de Bueu, a partir de las 21.00 horas

Nacho Carretero. ADP
photo_camera Nacho Carretero. ADP

Vuelve a Galicia para presentar Fariña en Bueu. ¿El trabajo le deja pisar su tierra para algo más que los compromisos?

Bueno, menos de lo que querría. Este año fue muy intenso. Me encanta escaparme todo lo que puedo, a pesar de que ahora viva en Madrid. De hecho, tenía previsto pasar todo agosto aquí, pero me surgió un viaje a Sudán del Sur para hacer un reportaje. Aún así, los días que paso aquí los aprovecho al máximo.

Con el trabajo periodístico que usted desempeña más allá de Fariña, parece que la costa gallega ya tiene quien la escriba. ¿Cómo se mira a Galicia desde Madrid? ¿Era necesario hablar de lo que aquí ocurre desde el centro del país?

No sé si era necesario, pero desde luego que desde un punto de vista narrativo, periodístico, hay mucho material para contar. Una de las características, de las señas de identidad de los gallegos es no hablar demasiado de nosotros mismos y tampoco tener demasiado interés en hacerlo. Sin embargo, creo que de unos años a esta parte, eso ha cambiado un poco y tenemos una generación de gente que está fuera y que de repente ha visto en la identidad gallega un material para explotar narrativa y culturalmente. Al hacerlo, se ha puesto de manifiesto el brutal interés que tiene la singularidad de todo lo relacionado con Galicia. Fruto de esta explotación cultural, muchas veces se cae en estereotipos y en la superficialidad, pero eso ocurre siempre que se profundiza en un tema social. Lo que sí es verdad es que, de pronto, todo lo que tiene que ver con Galicia ahora mismo dispone de un foco mediático y de un interés brutal. Eso es gracias, creo, a que la sociedad gallega ha madurado y se ha desacomplejado y ha empezado a hablar de las cosas buenas y las malas. Es el momento en el que estamos más orgullosos que nunca de nosotros mismos y tenemos que disfrutarlo.

Hace tres años que se lanzó Fariña. Entiendo que el libro le cambió totalmente la vida. ¿Esperaba que llegase a donde llegó?

No, de ninguna manera. Yo, cuando escribí el libro, tenía muchísima ilusión, pero lo hacía, sobre todo, para mí mismo. Escribía el libro que me hubiese gustado encontrar en la estantería de una librería. Pensaba que era un tema que podía resultar interesante a nivel local o autonómico, pero no mucho más allá. Lo que pasó luego te sorprenderá (ríe). Todo lo que ocurrió después formaba parte de fantasías y sueños que no estaban dentro de una previsión real. Pero hablo incluso de todo el éxito previo que tuvo al follón del secuestro y de la serie. En aquel momento, ya tenía diez ediciones publicadas y cerca de 40.000 ejemplares vendidos, que para un libro de no ficción en España, es una cifra muy elevada.

¿Ese éxito no radica también en la demanda que había de un nuevo relato del narcotráfico, actualizado y contextualizado?

Claro que sí. Es que el narcotráfico gallego es un capítulo más de nuestra historia. Puede que un capítulo negro, pero es una seña de identidad más de Galicia, y no hay que acomplejarse ni esconderlo debajo de la alfombra. No hace tanto, todo lo que fuera sacar el narcotráfico de las páginas del periódico o de la sección de Sucesos era frivolizar y eso no se corresponde con una sociedad moderna. Al revés. Yo creo que de un tiempo a esta parte, la sociedad gallega ha hecho un ejercicio super interesante de madurez y se ha puesto este tema sobre la mesa con naturalidad. Eso ha servido para hacer un análisis de ‘lo nuestro’, porque a partir del narcotráfico se puede hablar de muchas cosas: del carácter, la política, la sociedad...

El periodista: "Creo que la sociedad gallega ha madurado y ya no tiene complejos"

¿Y cómo lleva un periodista convertirse en noticia y más por el secuestro de un libro, un acontecimiento que parece pertenecer a épocas muy pasadas?

Es extraño y no excesivamente agradable, porque a mí me corresponde el otro lado. Fue una atención mediática tan grande que no es fácil de llevar. A la larga, te das cuenta de todo el apoyo recibido y te sientes muy agradecido por el interés, pero en el momento es difícil, porque yo tampoco estaba acostumbrado ni es algo que buscase.

Puede que lo ocurrido demuestre que no se pueden interponer medidas antiguas a problemas de las sociedades modernas, ¿no?

Efectivamente. Más allá de todo, lo que hay en una medida así es falta de pragmatismo y en este caso concreto, lo que dejó claro la sentencia final es que el secuestro no tenía ni pies ni cabeza. Fue una decisión incomprensible y al final se demostró que la información que aparece en el libro es veraz, correcta.

A estas alturas, ¿le sorprenden las últimas detenciones de Sito Miñanco o de Manuel Charlín?

Recuerdo que cuando estaba escribiendo Fariña se hablaba muy poco de narcotráfico en Galicia, y fuera, nada. Insistía mucho en el libro en que no podíamos olvidar ni retirar el foco, porque los narcotraficantes seguían activos y seguía entrando muchísima cocaína. Lo que pasa ahora, realmente, es lo mismo que estaba pasando antes, la diferencia es que ahora hay un foco mediático encima. Ahora detienen a Charlín y abre los periódicos nacionales, eso no ocurría antes.

Con respecto a sus últimos trabajos, hablaba antes de su viaje a Sudán del Sur. Imagino que hay realidades que son mucho más duras de contar que otras.

Pues sí, Sudán del Sur es un buen ejemplo. Es un sitio muy duro, con un nivel de miseria y de violencia tremendo, pero desde el punto de vista periodístico fue muy interesante.

Fariña es un libro transversal, que ha llegado a todo tipo de públicos. ¿Cree que Nos parece mejor, que cuenta la historia del Deportivo de A Coruña, lo acabará comprando algún celtista?

Bueno, yo ya conozco alguno que lo leyó y me confesó entre risas que lo disfrutó. Ese libro forma parte de una colección que creo que a la gente que es futbolera, y ni siquiera, le va a gustar. Con el fútbol, además, también se puede hablar de la sociedad y de la identidad de una ciudad, de anécdotas y recuerdos. Yo mismo disfruté muchísimo con el de Alfonso Armada sobre el Celta y me consta que mis amigos y amigas celtistas disfrutaron con el mío, osea que parece que el texto está trascendiendo a los colores.

Comentarios