Piden 9 años de cárcel por extorsionar a una menor con difundir imágenes íntimas

La psicóloga del acusado señala que el procesado manifiesta una baja capacidad intelectual y que razona "como un adolescente" 

La Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido este lunes el juicio contra S.F.G., para el que la Fiscalía, en su escrito inicial, pide una pena de 9 años de prisión por un delito de pornografía infantil y abuso sexual.

El acusado, que se ha acogido al derecho de no declarar, cuenta con una sentencia del año 2016 por la que un juzgado de Tarragona lo condenó a un total de siete meses de prisión por delitos consumados de abusos sexuales y uno en grado de tentativa.

Los hechos por los que se le acusa ocurrieron entre agosto de 2015 y septiembre de 2016 cuando, según consta en el escrito de la Fiscalía, S.F.G, vecino de una localidad de Asturias, se puso en contacto con una menor de 13 años de la comarca ferrolana, a través de la red social Instagram haciéndose pasar por una mujer.

El acusado consiguió que la menor le enviase dos fotos suyas de contenido sexual bajo presiones, tal y como ha declarado la propia víctima, quien ha testificado que accedió a enviarle las fotos "por el agobio" al que la sometía el acusado.

A partir de ese momento el acusado comenzó a amenazarla con publicar las fotografías y enviársela a los contactos de la menor si no accedía a mantener relaciones sexuales con la persona que él le indicase y a la que también tenía amenazada, según ha declarado la madre de la víctima en el juicio.
La madre, tras enterarse del acoso al que su hija estaba siendo sometida a través de la orientadora escolar del centro educativo al que acudía, interpuso varias denuncias ante la Guardia Civil quien consiguió localizar al acusado tras identificar la IP del ordenador desde el que utilizaba las cuatro cuentas para acosar a la menor.

En la vista de este lunes, además de la víctima, han declarado como testigos, la madre de la menor, los guardias civiles que cursaron la denuncia, tanto los de Galicia como los de Asturias, y la psicóloga clínica que trata al acusado desde hace años.

Sobre la personalidad del acusado, la psicóloga ha manifestado que tiene una capacidad intelectual leve y que presenta problemas de autoestima e inseguridad.

Según la psicóloga, el acusado presenta además una incapacidad para conocer el alcance y las consecuencias de sus acciones, "y sería lo que hace años conocíamos como borderline o trastorno límite de la personalidad", ha declarado.

Además de los 9 años de prisión, la Fiscalía pide diez años de libertad vigilada con la prohibición de acercarse a la víctima a una distancia inferior a 1.000 metros; solicita además una indemnización de 1.000 euros.