Piden investigar la relación de Abuín con el crimen de Déborah Fernández, en 2002

La familia de María José Arcos, desaparecida en 1996, pide investigar su caso y la de Sonia Iglesias se encomienda a la "suerte" de que aparezcan nuevos datos

 

Carteles como este distribuyó la familia y amistades de Déborah Fernández-Cervera para conseguir localizarle. ADP
photo_camera Carteles como este distribuyó la familia y amistades de Déborah Fernández-Cervera para conseguir localizarle. ADP

La familia de Déborah Fernández-Cervera, cuyo cadáver apareció el 10 de mayo de 2002 en una cuneta de O Rosal, Pontevedra, diez días después de desaparecer cuando hacía deporte en Samil, Vigo, pide que se reabra la causa por su muerte y se investigue si su autoría está relacionada con José Enrique Abuín Gey, El Chicle, detenido como autor confeso de la muerte de Diana Quer. 

Después de que la Guardia Civil comunicase que "revaluará" otros casos, "sobre todo de violación", para determinar si Abuín está implicado en más delitos, la familia de Déborah Fernández-Cervera ha reclamado que se incluya su caso, archivado en 2010 por falta de pruebas, "por lo menos para despejar dudas". 

Rosa, la hermana de Déborah Fernández-Cervera, mantiene que su caso "encaja dentro del perfil" de víctimas que supuestamente busca El Chicle, pues tenía 22 años, el pelo moreno y caminaba sola

En declaraciones a Europa Press, Rosa –hermana de Déborah Fernández-Cervera– mantiene que su caso "encaja dentro del perfil" de víctimas que supuestamente busca El Chicle, pues tenía 22 años, el pelo largo y moreno y caminaba sola en una zona no muy transitada. Además, aunque ella desapareció en Vigo, ha defendido que "cambiar de ciudad es sencillo". 

En este sentido, Rosa considera que el deber de la familia es "quemar todos los cartuchos, por lo menos descartar otras vías", así como denunciar que las familias de desaparecidos se sienten "olvidadas". Por ello, ha avanzado que pretende registrar esta petición, para que el caso de su hermana "no se olvide, porque sigue habiendo un asesino suelto".

INVESTIGACIÓN "NEFASTA". Así, Rosa Fernández-Cervera ha criticado que inicialmente la investigación por la muerte de su hermana fue "nefasta", pues "durante ocho años" se centró en las pruebas de semen y otras que se hallaron en los alrededores del cuerpo, a pesar de que la familia, por la personalidad de Déborah, tenía "claro que era una puesta en escena para desviar la atención". 

Denuncian la falta de medios especializados y cualificados que hay en Galicia

Asimismo, ha censurado la "falta de medios especializados y cualificados" que hay en Galicia, comunidad que considera "un punto negro", y ha señalado también que el sistema penal español "tiene que cambiar" para que una persona "con indicios suficientes, por lo menos, sea imputada", ya que actualmente "o reincide, o comete un error, o sale totalmente indemne".

EL CASO DÉBORAH. Déborah Fernández-Cervera, de 22 años, desapareció en 2002 cuando practicaba footing en el paseo de Samil. Diez días después, su cuerpo sin vida, desnudo –con los genitales cubiertos por restos de vegetación–, apareció en una cuneta de la carretera C-550, en el término municipal de O Rosal. 

La autopsia confirmó el fallecimiento por asfixia y descartó la agresión sexual, así como signos de violencia. Además, los forenses advirtieron que el cuerpo había estado guardado en un lugar refrigerado y oscuro durante días, posiblemente en un arcón congelador. Pese a todo, las pistas no llevaron a ninguna detención. 

La Policía trabajó en la hipótesis de que Déborah murió en otro lugar y fue depositada en esa cuneta, de tal manera que fuese relativamente fácil de encontrar. Además, la persona que la puso ahí, que podría ser un allegado o tener un vínculo afectivo con la víctima, trató de preparar el escenario para confundir a la Policía y simular una agresión sexual.

MARÍA JOSÉ ARCOS, DESAPARECIDA EN 1996. También la familia de María José Arcos, desaparecida en 1996, coincide en que prácticamente hay que esperar a que la persona que ha delinquido cometa "un error" para poder avanzar en las investigaciones que hay previamente, situación que ha lamentado y por la que pide más "medios". 

En declaraciones a Europa Press, la hermana de la desaparecida, Rosa Arcos, ha afirmado que la familia sigue "intentando" que se investigue su caso, que permanece en archivo provisional desde que la Audiencia Provincial de A Coruña decidió indicar al juzgado que siguiese indagando en la línea de las actuaciones que había realizado.

Estas actuaciones llevaron a la detención en 2011 del principal sospechoso, R.V., que fue puesto en libertad con medidas cautelares después de un mes en prisión. 

A su juicio, parece que "al final, quien tiene más capacidad de presionar, son los casos que salen de debajo del montón". "Es triste, pero es así", ha sentenciado la hermana de María José Arcos, cuyo vehículo apareció en el Faro de Corrubedo, municipio de Ribeira, después de que ella saliese de su casa de O Romaño –en Santiago– en la mañana de ese 15 de agosto cuando tenía 35 años.

 

SIN AVANCES EN EL CASO SONIA IGLESIAS. Sonia Iglesias permanece desaparecida desde el 18 de agosto de 2010 cuando tenía 38 años, madre de un niño de 9 años (de aquella) y que se encontraba en trámites de separación de su pareja, principal investigado en este caso sin resolver. 

Su hermana, Mari Carmen Iglesias, ha explicado en declaraciones a Europa Press que sólo pueden confiar en tener "suerte" para que se pueda conocer el paradero de Sonia, puesto que "lo más importante eran las primeras horas". "Esperamos, pero no está en nuestra mano", ha indicado.  De hecho, la hermana de Sonia Iglesias cree que el caso de Diana Quer ha llevado este camino por "un cúmulo de coincidencias". "No sé si hay más medios, pero hay casos más mediáticos que otros", ha expuesto.